Humo despiden las redes y los medios esta mañana. Es la constatación de que el patio está muy caliente.
Todo responde a una estrategia predefinida, y tras los múltiples palos a
ministros, y al gobierno en su conjunto, los directores de orquesta
consideran que el clima ya está creado para el siguiente paso: ahora
toca exigir convocatoria electoral. Ese mensaje es un autentico mantra.
La solicitud invade las redes y los
comentarios a cualquier artículo, independientemente del tema de que
trate: España vence a Canadá, pues Sánchez debe convocar elecciones; hay
derbi futbolístico en Madrid, pues es el momento de convocar
elecciones. Todo apunta a una autentica orquesta a la orden de sus dos
directores.
Pero la
realidad de esta situación no es tan simple, sino que tiene muchas
aristas. La actuación de PP y Cs es la descrita. Pero UP tampoco ayuda,
ni el resto de grupos que apoyaron la Moción de Censura a retrasar la
convocatoria. De convocarse elecciones, PP y Cs verían cumplidos sus
anhelos.
Pero UP podría estarse equivocando, porque si no está
este gobierno, no tendría a quien exigir todo lo que se le ocurre,
como hace hoy. Y los catalanes, que le plantean a Sánchez retirarle su
apoyo, también pueden estarse equivocando. El talón de Aquiles de la
presión de UP y de independentismo es que en Cataluña podrían
encontrarse con un nuevo 155 si el gobierno de Sánchez cae, y que UP
sería cuarta fuerza sin tener claro que tras unas elecciones tuviesen la
llave.
Parece que con este acoso y derribo, lo que pueden estar
haciendo es darle a Sánchez suficientes argumentos para disolver y
convocar elecciones ante su electorado, que es el que debe importarle,
porque con un ataque así, ningún partido tiene un caladero de votos
dentro del PSOE, al revés, los socialistas pueden tenerlo en UP y en
quienes no tienen ninguna afiliación.
Seguramente todos menos la derecha, se lo pensaran antes de dar una nueva de vuelta de tuerca, o al menos deberían hacerlo.
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