El
asunto del retorno de las obras de arte desde Lleida a Sijena, hoy lo podemos
encontrar en todos los informativos. En Catalunya hablan de expolio y en Aragón
de restitución.
Como
está el patio y sin ser firme aún la sentencia que obliga a su retorno a
Aragón, la prudencia hubiera aconsejado, esperar a la resolución definitiva y
evitar con ello añadir un elemento de distorsión más a una campaña ya de por sí
frentista. Pero pedirle prudencia a Mariano el prudente es mucho pedir. El no
es prudente, es inerte.
Dicho
esto, si se mira la acera de enfrente, parece que afirmar que esto es una
utilización más del 155 para expoliar Catalunya, es un intento por aprovechar
que el Pisuerga pasa por Valladolid, para si cuela, ocultar que este es un
litigio que lleva muchos años sin resolverse, y que Catalunya no accedió
sencillamente a devolver esas obras, pese a existir sentencias incluso antes de
que muchos supiéramos lo que era el 155.
Quienes
hoy se sienten humillados, seguro que no recuerdan cuando (no hace tantos
años), retornaron a Catalunya los papeles del archivo de Salamanca, porque la
justicia reconoció que sus le volvieron a su legítimo dueño era Catalunya.
Entonces hablaban de expolio los salmantinos y de restitución los catalanes.
Utilizar
esto en campaña electoral es tratar de presentar a la pobre y oprimida
Catalunya, utilizando el victimismo en busca de rédito electoral. Rédito
posible, porque el oportunismo del gobierno Rajoy es para nota.
Si
desean saber lo que significa ser los olvidados y en la España centralista les
recomiendo que vengan al sur, a Andalucía, Extremadura o Castilla La Mancha.
Ya vale
con el uso del "todo vale". Las elecciones deben ganarse con
proyectos para la gente, y no buscando la lastima en la gente para con nuestro
proyecto.
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