Ayer leí con detenimiento el reglamento de primarias aprobado el sábado por el
Comité Federal, y aunque algunos
aspectos podrían haber sido mejor clarificados, y contempladas algunas
situaciones, incluso como excepcionales, creo que procede respetar lo aprobado por una mayoría, en
lugar de dilapidar energías recurriendo
contra su contenido, o desgastando a la organización con críticas públicas, que aún
fundadas, solo benefician al rival político, por la izquierda y por la derecha.
Personalmente considero que haber conseguido en el PSOE las primarias es el fruto
del trabajo de muchos colectivos socialistas que desde unas posturas aperturistas, han
presionado frente a la oposición de los órganos de dirección, para que hoy, con todas sus imperfecciones, las primarias sean una realidad. Son entre
otras cosas, resultado de iniciativas, entre otras, la de “un militante, un voto”, por la que muchos
hemos peleado desde años atrás, encontrando el no por respuesta.
He leído críticas a la necesidad
de firmar un documento para participar. A mí me
preocuparía que no se tuviera que firmar nada, porque quienes participen deben compartir al menos unos principios. Y
tampoco es descabellada una cuota simbólica
por participar, que no veo como una barrera, porque organizar una elección de esta envergadura
no es ni fácil ni barato, por lo
que colaborar en los gastos con una pequeña cantidad con persona parece
razonable. Quizá debería haberse
establecido alguna exención de ese pago, y permitir participar sin pagar, por ejemplo a los desempleados sin subsidio u oros colectivos, porque mucho
de nuestro potencial electorado está dentro de esos colectivos.
También creo necesario un censo previo, aunque
disminuya el número de participantes, puesto que la dispersión geográfica de estos, permitiría irregularidades difícilmente
rebatibles, al poderse votar en varias localidades próximas si no existe ese censo. Si además hay que poner
mesas electorales con un número máximo de participantes por mesa, o se conoce
el censo previamente o el caos organizativo estaría garantizado.
Hay aspectos que me resultan más
discutibles. Creo que lo hubiera mejorado
que fuese a doble vuelta, participando en esa segunda ronda los dos
aspirantes más votados, pese al riesgo de incrementar las tensiones personales
entre los participantes como candidatos, que se incrementarían al realizarse a
doble vuelta. Tampoco veo claro exigir un
mínimo del 5% de avales con un tope del 10% máximo, porque restringe la
participación de candidatos, aun sabiendo que para el que tenga respaldo
en la organización, ese mínimo no debe ser obstáculo, y si no lo tiene, difícilmente
será el electo.
En cualquier caso, las primarias eran una iniciativa necesaria demandada por del
conjunto de la militancia, y que la dirección federal ya no podía eludir. Pero la
Ejecutiva Federal, debe ser consciente de que su gran reto una vez aprobadas, es que funcionen, y para lograrlo este
proyecto deben hacerlo ilusionante no solo para la militancia, sino para la
ciudadanía. Es el momento de hacer pedagogía del reglamento, de explicar bien los
contenidos del documento a firmar por los participantes, de cómo será la
votación y, sobre todo, dejar claro qué somos un partido participativo, y que
representa a personas.
La puesta en marcha del proceso
de primarias abiertas, supone una
declaración de buenas intenciones, aunque el pasado lastre nuestra
credibilidad. Para evitarlo, la
presentación del sistema de primarias abiertas, debería acompañarse de una
declaración de principios acorde con los contenidos aprobados en la Conferencia
Política, en la que se acordó su implantación.
Totalmente de acuerdo Toñin¡¡
ResponderEliminarahora nos falta lo mas gordo , primarias para cargos organicos.
ResponderEliminar