TUFO A PASADO

Hay un tufo a pasado en estos días , detrás demuchos comentarios en redes, que nos transportan a otros tiempos.

Cuantas mujeres recibieron besos que nunca pidieron recibir. Cuantas de ellas, solo por haber sonreído o tener un gesto amable con él, se vieron entre sus zarpas, y el caballero transformado en un instante en una fiera desbocada. La alegría, la fiesta, la euforia nunca pueden ser el disfraz amable del machismo.

Históricamente ser mujer siempre fue más complicado, pero lo intolerable es que pueda seguir siéndolo para nuestras hijas o para nuestras nietas. Hay que frenar de una vez por todas, este tipo de situaciones.

Nunca se pide permiso para besar, porque los besos son una muestra de afecto o amor, y el beso entre dos personas surge, los sentimientos son espontáneos. Me suena a ridículo y a ese tufo propio del pasado, que alguien pida permiso para un piquito.

Las relaciones humanas se construyen sobre la base del respeto mutuo y para avanzar en ese respeto, nuestra mente nunca debe aceptar que una agresión pueda considerarse que está justificada por las circunstancias. Pensar eso es una falacia.

Pero es mucho peor que caigamos en la tentación de creernos al agresor como la víctima, porque su defensa más inmediata siempre es el victimismo. Y no nos engañemos, no somos inquisidores por rechazar cualquier muestra de testosteronismo, aparte de que quien la realiza nos enseña las carencias educacionales y de respeto que hay detrás de ese tipo de comportamientos.

Buen domingo, España campeona del mundo de fútbol femenino.