Esto sí es opinión.
Se desprende tanto odio de algunos comentarios, que en lugar de invitarme al silencio, me estimulan la reflexión. Igual con este de ahora, alguien hasta se siente invitado a pensar, en si es necesario un cambio de actitud.
La estrategia del PP se dicta desde FAES. Es lo que sale por la boca de Casado que últimamente suele leer todo lo que dice. Pero no todos en el PP comparten esa estrategia incendiaria. Hay gente en sus filas que en privado comentan que no la comparten, que saben que es ya demasiado ruido y demasiada confusión la que se está arrojando a los ciudadanos. Muchos saben que es mejor, ser un oposición alejada de los extremismos y de la confrontación constante. Pasa más factura a la oposición la pelea diaria a cara de perro, que un atisbo de tranquilidad.
Toca reconstruir, y esa forma de hacer oposición no invita a hacer la reconstrucción necesaria, sino al derribo de lo poco que va quedando en pie en unos meses. Toca dejar atrás los grandes insultos, las grandes y las pequeñas infamias. Los gritos, las palabras malsonantes. Decir una cosa y la contraria a conveniencia. Se equivocan quienes piensen que los ciudadanos van a soportar que se mantenga la tormenta cuatro años.
No importa el número de altavoces que encuentren en su aparato mediático, porque eso no evitará, que cuando pase un tiempo, acaben aflorando los verdaderos motivos que están tras las cifras de la pandemia. Que la gestión siempre podría haber sido mejor, pero que el problema de fondo está en la falta de medios de protección, de respiradores, de camas hospitalarias, de personal y otras muchas carencias, todas ellas consecuencia de unos recortes que impusieron unos, y otros o no supieron o no quisieron revertir. Ahora la mejor defensa parece el ataque, y ello nos lleva a escuchar declaraciones esperpénticas, pero con eso no podrán ocultar las causas, ni distraer de los verdaderos motivos.
Hacer irrespirable la convivencia no lleva a nada. La actitud necesaria para hacer posible la reconstrucción, es aportar ideas y corregir los errores que quien gobierna pueda cometer. Toca ejercer la coherencia de quien se postula como alternativa, y no continuar buscando la yugular del gobierno.
Si continúa la oposición alimentando este clima irrespirable, cuando amaine el diluvio, nadie se salvará del naufragio.Ellos tampoco.
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