miércoles, 7 de noviembre de 2018

DÍA MUNDIAL DE LA DIABETES



El próximo día 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes. Hoy son más de 425 millones de personas en el mundo las que presentan esta enfermedad, lo que significa que la padece una de cada once, y las previsiones indican que en 2030 serán ya 522 millones de la población mundial quienes la padezcan.

Aunque son varios tipos de diabetes las que hoy conocemos y diagnosticamos, básicamente las clasificamos en dos: Diabetes tipo 1 en la que los síntomas aparecen generalmente en la infancia; y Diabetes tipo 2 que es la más frecuente y que aparece a lo largo de nuestra vida por diferentes circunstancias (obesidad, edad...) De las cifras anteriores, casi un 90% son casos de diabetes tipo 2, curiosamente el tipo que en mayor medida podemos y debemos prevenir. En su prevención, desempeñan un papel fundamental la familia, que es el núcleo más próximo desde donde se pueden abordar los factores de riesgo que pueden ser modificados para evitar o retrasar su aparición. Es muy importante que todas las personas con diabetes y sus familias puedan tener acceso a la educación en diabetes y que reciban un apoyo continuado para que el paciente alcance el autocontrol de la enfermedad, lo que redundará en un menor impacto emocional por la presencia de la enfermedad, y en una mejor calidad de vida del paciente y de su familia.

Las cifras señaladas nos indican que la totalidad de las familias, o ya están afectadas por la enfermedad, o lo estarán muy probablemente a corto o medio plazo. Eso hace especialmente importante la labor de los profesionales sanitarios para su diagnóstico, puesto que una de cada dos personas que actualmente presenta diabetes no está diagnosticada. El diagnóstico y el tratamiento temprano son claves para prevenir las complicaciones y obtener mejores resultados con el tratamiento. Para hacer posible ese diagnóstico precoz, es importante el conocimiento de los signos, síntomas de la enfermedad, y cuáles son los factores de riesgo que predisponen para su aparición. Sus síntomas pueden ser leves e incluso no ser perceptibles, por lo que puede pasar desapercibida. Cuando se presentan síntomas, los más frecuentes son la sed excesiva, una micción frecuente, la sensación de cansancio o falta de energía, sensación de visión borrosa, la cura lenta de las heridas, o el entumecimiento de pies y manos.

Los profesionales sanitarios podemos realizar pruebas de cribado en la población con mayor riesgo y para ello necesitamos identificar, lo antes posible, los llamados factores de riesgo. La existencia de sobrepeso u obesidad en un individuo, ya debe ponernos en alerta, y buscar si existe uno o más de los siguientes factoresfamiliares de primer grado con diabetes; historia personal de enfermedad cardiovascular; hipertensión en tratamiento o sin él; cifras de c-HDL (el llamado colesterol bueno inferiores a 35 mg/dl y/o triglicéridos superiores a 250 mg/dl; pacientes con diagnóstico de síndrome del ovario poliquístico; sedentarismo; mujeres con antecedentes de Diabetes durante el embarazo (Diabetes gestacional); y de manera general en todos los adultos a partir de los 45 años. Si el resultado de la prueba de cribado es normal, esta prueba debería ser repetida en 3 años, o más frecuentemente en función del riesgo de cada paciente.

La diabetes es una enfermedad muy costosa para el individuo, su familia, y el conjunto del sistema sanitario. No podemos ignorar que, en muchos países, el coste de la inyección de insulina y el control diario de la glucemia (cantidad de glucosa en sangre) puede suponer la mitad de los ingresos medios de una familia, y que el acceso regular a medicamentos esenciales para la diabetes está fuera de su alcance en muchos casos. Pero no solo es costoso económicamente su abordaje para el individuo y la familia, sino que tiene un coste inmenso sobre la calidad de vida del paciente. Del acceso a medicamentos y a los cuidados para la diabetes, depende también disminuir los costes que las complicaciones de la enfermedad causarán al conjunto del sistema sanitario del país, puesto que el coste de tratar las complicaciones de la diabetes, es mucho más elevado que el tratamiento precoz la enfermedad, que básicamente consiste en una dieta adecuada y la realización de ejercicio diario.

Sus complicaciones son muy conocidas, aunque en ocasiones no relacionamos su origen con esta enfermedad. La Diabetes es la principal causa de enfermedad cardiaca, de accidente cerebrovascular, de ceguera, de insuficiencia renal y de amputación de extremidades inferiores. El tratamiento de todas esas complicaciones consume la inmensa mayoría de los recursos sanitarios de un país. Esto hace mucho más válida la afirmación evidente de que la prevención es mejor que la curación. Si podemos prevenir la aparición de la diabetes mediante la actividad física regular, con una dieta sana y equilibrada, y mediante la promoción de entornos de vida saludables, estaremos ahorrando recursos a nuestro sistema sanitario

Lograrlo, y a la vez, hacer que las familias puedan ejercer ese papel clave, requiere disponer hoy de recursos para la educación diabetológica; de un entorno y un estilo de vida saludables; y de un sistema sanitario, convenientemente dotado, y con profesionales formados en esta materia. Todos estos aspectos se complementan entre sí. Supone tener que invertir hoy para evitarnos un mayor gasto mañana. Parece que el Día Mundial de la Diabetes empieza a hacer visible la importancia que representa frenar su crecimiento. Ha sido impulsada por la Sociedad Española de Diabetes, la celebración, el próximo 14 de noviembre en el Congreso de los Diputados, de un acto informativo y divulgativo para los parlamentarios españoles. Esperamos que este acto sirva para que todos los grupos políticos tomen conciencia de su importancia, y no se limite a una simple oportunidad de realizar una foto conmemorativa para después pasar página.
Pero no debemos esperar que todo lo hagan los representantes públicos. Hagamos cada uno nuestra parte en esta tarea que debe ser conjunta. Aprovechemos este Día Mundial de la Diabetes para: aumentar la conciencia social sobre el impacto que la diabetes tiene en la familia; para conocer que los enfermos precisan de una red de apoyo; para favorecer que desde los consultorios de Atención Primaria y Hospitalaria, se profundice en el diagnóstico temprano y en el correcto abordaje terapéutico; la importancia de  las oficinas de farmacia en el consejo en diabetes, nutrición y ejercicio; y para que la administración facilite los recursos necesarios para frenar el crecimiento exponencial que hoy tiene esta enfermedad.
Prevenir siempre es mejor que curar. además es más barato. 

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