jueves, 11 de febrero de 2016

NO ES BUENO TENTAR A LA SUERTE.

 No fue fácil la transición del franquismo a la democracia, en la que vivimos crueles episodios postfranquistas que hicieron peligrar ese tránsito. Pero, aún sin acciones violentas, tampoco lo será recuperar la credibilidad de las instituciones democráticas, tras cuatro años de Rajoy, en los que sus cimientos se han visto socavados por la podredumbre de unos representantes públicos más preocupados por incrementar su patrimonio personal que por trabajar en pro del bienestar de sus representados.

Ahora, como si los casos de tramas vinculadas a su partido, no fuesen el pan nuestro de cada día, Rajoy se permite  decirle a Sánchez lo que mejor haría diciéndoselo a sí mismo, que o forma gobierno o su carrera política habrá finalizado. Y Rajoy no se queda ahí, nos anuncia a todos que o él gobierna o España se hunde.  Alguno de sus muchos asesores, de entre los del grupo que sabe lo que es la política, debería informarle de que ya es imposible que tengamos que afrontar un caos mayor al que ha supuesto la corrupción sistémica de su partido para el conjunto de nuestro país.

Estamos ante una nueva profecía de Rajoy, por eso es seguro que justamente sucederá lo contrario de lo que profetiza. Cualquiera españolito de a pie puede intuir, que si con la corrupción en la que hemos naufragado estos años el barco no se ha hundido, pocas cosas podrían lograrlo por muy oscuro que Rajoy nos lo pinte. Si se mira el interminable relato de corruptos, solo se puede pensar que España debe ser muy rica, porque con todo y todos los que la han robado, de no serlo, ya no nos quedaría España. Pero aún nos queda, eso sí, con las mismas posibilidades de un gobierno alternativo al PP hoy que cuando el jefe del Estado le encargó a Sánchez que intentase formar gobierno. Se camina pero se avanza más lento de lo que la calle desea.

Algunas cosas han cambiado en esta semana, aunque poco, y aunque muchos de los votantes de Podemos son antiguos votantes del PSOE, no parece que eso facilite las cosas para alcanzar un acuerdo entre ambas formaciones. Lo que sí parece que pueda forzarlo finalmente, son los problemas internos que empiezan a saberse de Podemos. El cambio es que ya no es solo Sanchez el acosado por sus barones, que ahora guardan silencio, sino que es a Iglesias a quien le toca ahora que algunos empiecen a  levantarle los pies del suelo. Ahí está Compromís, algo pasa con En Comù, y veremos si no también hay grietas con En Marea.

Si las informaciones sobre la situación interna en Podemos son reales (siempre deben cuestionarse según su procedencia), repetir elecciones puede ser incluso peor para la formación de Iglesias que para el PSOE, o al menos en ese sentido podrían interpretarse las declaraciones de Errejon en su entrevista de El País. Si es así, ya está tardando la dirección de Podemos en abandonar sus dogmatismos porque pueden echar por tierra un acercamiento entre ambos partidos. Y también en el PSOE, deben mover ficha, y su cúpula, si de verdad quiere encabezar una alianza de izquierdas, debería  acallar las voces de quienes desde dentro prefieren la abstención y facilitar un gobierno del PP con Ciudadanos. Con ese runrún ayudan poco a Sánchez.

También ha cambiado a mí entender algo. Hemos pasado de un Podemos en sus comienzos generaba cierta simpatía a mucha gente, al Podemos de hoy en el que muchos ciudadanos ven en Iglesias solo a un personaje prepotente. Algún partidario de Iglesias, comenta que eso le ocurre porque su inteligencia es superior a lo normal, pero recuerdo que eso mismo decían en el PP de Arias Cañete y hoy no hay quien lo trague ni en su partido. No es bueno tentar a la suerte.

Es necesario que piensen todos más en nosotros y menos en su ego, porque si se trunca un gobierno de izquierdas y vuelve a gobernar el PP, no se le va a perdonar al PSOE, pero mucho menos a Podemos. No se puede negar que el PSOE tiene que hacer que se le perdonen actuaciones anteriores, pero tampoco puede negarse que Sánchez se está esforzando en intentar sacar a Rajoy de la Moncloa, mientras que la sensación que da Podemos es de estar solo esperando recoger los restos su Sanchez naufraga.


Puede que si Iglesias sigue empecinado en sus dogmas, el PSOE empiece a recuperar votantes.  En la vida todo tiene un principio y un fin, y en 2008 el PSOE empezó a perder votos, y en algún momento eso va a cambiar ¿y si ha llegado ese momento?

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