lunes, 29 de febrero de 2016

COMIENZA LA SEMANA DE LAS CERTIDUMBRES

Semana decisiva que se inició hoy con la celebración del Comité Federal tras la consulta a la militancia socialista. Todo el mar ha estado en calma, salvo para IS y para el PSC que con el contenido del acuerdo no podía ser cómoda. Miquel Iceta, ha afirmado que quienes en Cataluña han apoyado con un “sí” la consulta, lo han hecho para respaldar al Secretario General, pero no como aprobación al acuerdo, porque ellos no pueden olvidarse el papel de Rivera y los suyos en Cataluña. Quienes en el resto de España no han respaldado el acuerdo, lo han hecho por no parecerles bien acordar con la derecha, y no como no un voto de castigo al Secretario General.
Tras esa negativa, están quienes no se limitan a cumplir lo que la dirección dice y se lo cuestionan, y son precisamente los que desde el 20 D, aun no siendo el candidato al que apoyaron en primarias, no han cuestionado al Secretario General elegido por la mayoría. Ellos han entendido que era una pregunta sobre el acuerdo, no un plebiscito para el Secretario General. La interpretación que hacen los de Rivera, de algunos contenidos de ese acuerdo, no se corresponde con la de los negociadores socialistas de esos mismos apartados. Para quienes votaron sí, esto debe ser un conflicto, para los que no apoyaron el acuerdo, una manera de sentir que tenían razón en su “no”. Siempre acaba ocurriendo, que algo que trata de contentar a todos, acaba por no contentar a nadie.
Por si las dudas del contenido fuesen pocas, hoy Rivera ponía la guinda al pastel, afirmando que le da igual que gobierne el PP que el PSOE. Si eso no es cuestionar uno de los firmantes los contenidos del pacto, que alguien nos lo explique. Pero no ha sido solo él, también dentro del PSOE se ha cuestionado, porque el asunto de las Diputaciones también ha sido para nota. Menos mal que en una Conferencia política se discutió el asunto y se acordó que no podían suprimirse sin estudiar cuál era su función y su necesidad o no. Ese acuerdo quedó atrás y ahora se plantea suprimirlas, pero eso ha de hacerse dentro de la reforma federal del Estado, en la que el texto acordado no profundiza para eludir el asunto de Cataluña.
La pregunta a la militancia hablaba de “acuerdos”, en plural, y a día de hoy solo hay uno, aunque esta mañana se han enviado cinco ofertas diferentes de pacto a otras tantas formaciones. Difícil que acepten apartados que ellos no han elaborado, y más si la interpretación de los mismos es cuestionada por Cs, que si ya hace una interpretación a su antojo, no ayuda a pensar que vaya a aceptar ceder en nada. Pactar significa pactar, que no tiene nada que ver con imponer, en realidad es todo lo contrario, pero a alguno se le olvida.
No acaba de perderse la esperanza de que al final se alcance un acuerdo entre la izquierda y así evitar nuevas elecciones. Pero ese acuerdo matemáticamente también sería insuficiente con 161 escaños, y precisaría de otros partidos de derecha, quizás PNV, pero sobre todo Cs. Pero para eso hacen falta dos elementos que hoy por hoy no están presentes, uno se denomina “confianza” y el otro es que pactar le suponga un “beneficio” para quien pacta. La confianza brilla por su ausencia entre todos los posibles aliados, y faltando eso nadie estará convencido de que pactar le beneficie.
Además, si nos centramos en quien podría aportar un mayor número de escaños al acuerdo, Podemos, me atrevería a decir que no es que no quiera pactar, es que no puede hacerlo. Podemos surge en mitad de la crisis y consigue recoger el voto de muchos indignados y perjudicados por la situación que se vivía. No es descabellado pensar que el principal deseo de esos electores es castigar a aquellos que creen los culpables de lo que a ellos les pasa, no arreglar el disparate, y para lograrlo no les importa destruir también el sistema que ha generado la crisis.
Entre sus votantes, se encuentran muchos tradicionales votantes de izquierda desengañados de sus partidos, fundamentalmente PSOE e IU, que habían aparcado su participación en la política, pero a quienes el mensaje contra la “casta” les despertó. Otro grupo de sus votantes son antisistema, más próximos al anarquismo que a la izquierda e incluso al nacionalismo, al que no perciben como derecha. Ese electorado impide a Podemos sumarse a un pacto que no contenga acciones radicales, pretendidamente de izquierdas, o que no pueda satisfacer las pulsiones nacionalistas de sus socios periféricos. Si Podemos se sumara al pacto PSOE-Cs, ¿Cuántos votos perdería? Posiblemente puede que desapareciera.
Podemos ha asumido un compromiso con cinco millones de votantes, y mucha gente está convencida de que con Podemos gobernando se acabará la corrupción, la gente encontrará trabajo, los salarios aumentarán y el que siga en paro podrá vivir dignamente. Si quiere permanecer como partido político no puede dejarles tirados. Como deseo de regeneración política es admirable, como realidad difícil, sabiendo que para acabar con la corrupción se necesitan procedimientos más estrictos y responsabilidad penal y seguramente no se podrán aplicar sin una mayoría absoluta.
Si el PSOE sigue dando la imagen de que oscila entre derecha e izquierda, los ciudadanos verán que su estrategia no conduce a nada. Si además sumar solo con Ciudadanos no da ni para la investidura, y es imposible sumar con Podemos porque mientras este Cs no lo hará, y sin Cs la suma de la izquierda puede permitir la investidura pero no gobernar de verdad, podemos decir que la calle no es un callejón, pero tampoco tiene salida.
Esta situación crea escepticismo entre los votantes de izquierda, y el riesgo de abstención entre ellos crece. Mientras el PP espera convencido de que su mejor opción está en el 26 de junio. Se alejan las especulaciones. Comienzan las certidumbres.

domingo, 28 de febrero de 2016

LAS MATEMÁTICAS SON PARA EL DOMINGO

Mi amiga Olga me envió ayer un correo con diferentes citas de autores sobre las matemáticas. Nada mejor para ver su aplicación al actual momento político en el que vemos que se obtengan las cifras que se obtengan, en voto, participación, etc. todos se agarran a la cita de Thomas Carlyle que afirmaba que “Con números se puede demostrar cualquier cosa”.
La consulta de ayer a la militancia del PSOE. Participaron 95.763 que representa el 51,6% del censo de militantes del PSOE. La respuesta afirmativa a la pregunta la dieron 73.940 lo que representa el 79% de quienes votaron. Leo que para Sánchez y su equipo los resultados son razonablemente satisfactorios y ven en ellos un aval para Sánchez, aunque dentro del propio PSOE otros ven en la participación la responsabilidad de los militantes, y no tanto el apoyo al candidato.
Para continuar con las cifras, citaré algunas. Para la elección del Secretario General actual, el año pasado la participación fue del 66% y el asunto tenía más relevancia que la consulta de ahora. Pero esta mañana, en las redes, ya había quien hacia cuentas de cuantos de los que habían respondido negativamente, 21%, más el 48.4 % de la militancia que se abstuvo, ya automáticamente los convertían en nuevos votantes de Podemos. A los que han hecho lecturas internas, como a quienes deducen cosas que las cifras no dicen, la primera cita es de Bertrand Russell que definía las matemáticas como “Aquel tema del cual no sabemos nunca lo que decimos ni si lo que decimos es verdadero”.
Hoy, un amigo votante de Podemos, me decía que el PSOE debía estar preocupado por la participación de los militantes en la consulta de ayer, que el calificaba como muy escasa. No se lo discuto, debería haber sido mayor, pero no es Podemos la referencia para valorar esto, porque si mira los datos de esa formación, en octubre de 2015, en la elección del modelo de partido participó más del 54% de los simpatizantes registrados; en las primarias de las municipales la cifra fue del 35%; en la elección de candidatos autonómicos no superó el 20%; e incluso para la designación del candidato en Cataluña solo fue del 6%. Esos datos no le parecen preocupantes. Sobre las matemáticas, Henry David Thoreau escribió “las matemáticas no mienten, lo que hay son muchos matemáticos mentirosos”.
Pero las cifras, no cambian mi opinión sobre el documento de la consulta, que me sigue pareciendo insuficiente para convertirse en un proyecto político que garantice un cambio para el progreso social. No puede negarse, que mejora la situación que deja el PP, que puede ser el punto de partida para reconducir las políticas de su apartado social y del apartado económico, y creo validas la de regeneración democrática, de lucha contra la corrupción y para la revitalización de las instituciones. Para mí lo peor del documento es que le da un balón de oxígeno a Rivera que anda de televisión en televisión convencido de que es la reencarnación de Suárez. Albert Einstein afirmó, que “cuando las leyes de la matemática se refieren a la realidad, no son ciertas; cuando son ciertas, no se refieren a la realidad”, algo que practica Rivera.
Pero avancemos. Nos pongamos como nos pongamos, gobernar, que no solo formar gobierno, pasa por las matemáticas. Ayer, antes de conocer el resultado de la consulta socialista, IU-Unidad Popular y Compromís, ya se habían dirigido a Sánchez del PSOE, para que su partido vuelva a negociar para “un verdadero acuerdo del cambio", sabedores de que es muy probable que Sánchez no logre la investidura la próxima semana. Hasta aquí un atisbo de sensatez por evitar lo que nadie debería querer, repetir elecciones.
Pero según las matemáticas, parece que desde el 20 D, nadie quiere darse cuenta que los números para formar un gobierno que gobierne, no dan ni solo con un acuerdo PSOE-Ciudadanos, ni tampoco con un acuerdo PSOE, Podemos, Compromis, IU. Nadie parece querer asumir, que gobernar para transformar las leyes regresivas que nos ha dado el PP, precisa de un acuerda que implique una mayoría absoluta. No por este comentario, debe interpretarse que no valore positivamente la iniciativa, sino que deberían ser más ambiciosos.
¿Por qué no empezar a construir sobre lo que ya hay? El acuerdo firmado, por PSOE y Cs, contiene planteamientos de los que ningún partido de izquierdas puede estar en contra, y también otros aspectos que se tienen que desarrollar mejor, y otros que necesariamente se tienen que modificar. Aun llegando a un documento que incorpore esas modificaciones que permitirían un acuerdo más amplio, luego vendrá el trabajo en diferentes comisiones de trabajo en el Congreso para su aprobación, y ahí no vale con mayoría simple para sacarlos adelante. Si realmente se intenta defender el interés de todos los ciudadanos, alguien debería empezar a plantear que la mesa necesita ser a cinco, sentando también a Ciudadanos. Si se consigue el acuerdo bien, y si no se alcanza, mejor no seguir mareando la perdiz y decirnos claramente que vamos a elecciones.
Desconozco por qué todos los partidos (PSOE, Podemos, Cs, Compromis, UP-IU) no asumen que para cambiar todas las leyes regresivas que ha impuesto el PP, el acuerdo tiene que ser transversal, única manera de alcanzar una mayoría por encima de los 175 diputados, si es que realmente el objetivo de todos, como afirman, es que no vuelva a gobernar el PP. Díganlo claro de una vez: ni el acuerdo PSOE-Cs es suficiente, ni un acuerdo solo a cuatro tampoco, aunque represente una mayoría.
Deberían intentarlo hasta la extenuación, porque muchos empiezan a pensar que los partidos no son la solución sino el problema, y de ahí a cuestionar el sistema democrático hay poca distancia. Mientras solo tengan como objetivo lo que la prensa denomina “construir su relato”, nos transmiten la sensación de que están pensando solo en que las elecciones se repetirán. Descartes dijo que “La matemática es la ciencia del orden y la medida, de bellas cadenas de razonamientos, todos sencillos y fáciles”.
Señores diputados españoles, practiquen las matemáticas, y recuerden que Galileo Galilei afirmaba que “las matemáticas eran el alfabeto con el cual Dios había escrito el Universo”. No les pedimos tanto, solo que escriban un proyecto de país.

sábado, 27 de febrero de 2016

LARGA REFLEXIÓN EN EL SÁBADO DE CONSULTA A LA MILITANCIA

Espero, que si a los Corcuera, Leguina y demás tertulianos socialistas, nadie les abre un expediente disciplinario por vomitar verdaderas barbaridades en las tertulias cavernarias, contra el partido al que le pagan una cuota, no lo hagan conmigo por expresar la opinión que a continuación expongo, aunque sé que hay a quien se le tolera todo, y a quien no se le perdona nada.
Cuando escribo está entrada, está abierto el proceso de consulta a la militancia socialista sobre el acuerdo PSOE-Ciudadanos. Desconozco la participación que habrá, y el resultado de la misma, pero sean cuales sean esos datos, algunos creemos que consultar a los militantes es siempre lo mejor en asuntos importantes, pero que hacerlo sobre algo que ya está decidido, hace que para el militante pierda algo de interés.
Antes de comentar algunos aspectos del acuerdo, quiero poner la luz sobre el daño que están haciendo al partido de Pablo Iglesias Posse, no solo esos tertulianos resabiados, sino muchos dirigentes por su manera de hacer la política, porque sus formas y contenidos, en nada se corresponde con los valores, ideales y principios del socialismo democrático.
No se puede discutir, porque está demostrado, que tras el acuerdo PSOE-Ciudadanos, las críticas a su contenido han inundado redes y diarios. Pero insulta a la inteligencia que antes de conocer sus contenidos, alguien tenía ya decidido que debía realizar un ataque furibundo contra el mismo, fuese cual fuese lo acordado. Si se busca analizar cuál es la tendencia política de esos detractores, basta un vistazo a sus muros y tweets, para constatar su proximidad o militancia en el PP o en Podemos en la mayoría de los casos, pero también muchos son o han sido militantes socialistas.
Entrando a comentar el acuerdo, vemos que su contenido es vulnerable en muchas cuestiones y, por tanto criticable desde una ideología izquierdista, pero también desde una liberal. Contiene muchos aspectos positivos como las propuestas de regeneración política, lucha contra la corrupción, la eliminación de copagos a pensionistas y dependientes, compromisos de no recortar gastos sociales, reducir el IVA cultural, creación del impuesto a las grandes fortunas, un nuevo Estatuto de los Trabajadores, la revisión de los acuerdos con la Santa Sede, o revisar el sistema electoral. Todo, asuntos que deben entenderse como positivos desde una visión transversal, no ideológica.
Pero eso no convierte el acuerdo en el deseado por toda la izquierda, y seguramente sería otro si la disposición a un pacto de todas las fuerzas de la izquierda hubiese sido autentica, lo que es muy cuestionable. Personalmente echo de menos, que se pase de puntillas sobre el problema de la desigualdad en España (1% de la población posee el 27% de la riqueza y el 10% más del 55%), situación contra la que Sánchez pasó meses buscando propuestas para intentar que esa brecha real, dejase de ser creciente.
Cuando comento esto, la respuesta es que ese asunto se aborda, pero admiten que de manera generalista, porque tanto el salario mínimo, como el despido, o la revalorización de las pensiones, son objeto de poca profundización en el documento para lo que los ciudadanos afectados desearían. Otros pensamos, que los asesores económicos de Sánchez han optado por admitir la opción de Ciudadanos de que para luchar contra la pobreza hay que crear riqueza y que es mejor centrarse en el crecimiento económico que en la redistribución y corrección de las desigualdades. Todo opiniones respetables pero discutibles, pero que dan como resultado final un contenido incómodo para el PSOE, porque nadie se ha dedicado a explicar que el resultado del pacto ya no es el programa electoral socialista, lo que unido a que no tenemos cultura de pacto, hace que lo más sencillo sea criticarlo, hasta por quienes saben que hoy no hay otra fórmula posible, a pactar.
Pero asumido lo anterior, algunos dirigente socialistas, muestran en sus comentarios al pacto, que su interpretación de los principios del fundador del PSOE deja mucho que desear. Les preocupa más lograr el impacto mediático de sus declaraciones que el acercamiento de las fuerzas de izquierda que si señalaba iglesias Posse como partido de los trabajadores. Muestran un sesgo absurdo, y así condenan que Podemos vote con el PSOE, pero no lo hacen porque el PP vote con Podemos. Hablan de la prepotencia de Podemos, pero no vemos la prepotencia en nuestra casa.
Nadie puede negar que Iglesias fue arrogante y prepotente con el PSOE, pero no se valora que decir “aceptad lo que he firmado”, es prepotencia del PSOE con Podemos. No vemos aceptable que el PSOE deba hacer el gobierno que Iglesias quiere, pero tampoco deberíamos pretender que Podemos haga sin rechistar, lo que el PSOE le pide. Puede que el voto en contra de Podemos se lo haya ganado el PSOE por su forma de negociación, pero también que Podemos no estará en el gobierno por su forma de negociar. Al final, el eterno problema de la izquierda, entre todos la mataron y ella sola se murió.
Porque lo que realmente duele, es esa falta de sensibilidad a la hora de anteponer el interés ciudadano sobre el de los partidos. Es para cuestionarse si es propio de socialistas, las actitudes de algunos, esos que hasta hoy solo se preocupaban por la gestión de las administraciones y no tenían tiempo de cultivar la ideología socialista, pero que de la noche a la mañana se han convertido en analistas políticos, y afirman que Ciudadanos es de derechas y que el PSOE ha abandonado los principios de la izquierda.
Pero también duelen y molestan a muchos ciudadanos, las críticas y exigencias de puristas en Podemos, que hace solo dos días, veían al PSOE como una formación corrupta, social fascista, con la que había que acabar, para unos días después, como ese mismo PSOE les podía llevar a ejercer el gobierno, hacían la vista gorda. Esos que ahora solo ven el acercamiento del PSOE a la derecha, deberían haberse dado cuenta del viaje que ellos han hecho desde el 15 M al centro del tablero político, reinterpretando, a su conveniencia, el pensamiento de Gramsci. La paja en el ojo ajeno, sin ver la viga en el propio.
Ambos ejemplos de dirigentes, verdaderos oportunistas de la ideología y las esencias izquierdistas, pero que solo representan el cinismo y el sarcasmo de unos dirigentes políticos, que los hay tanto en el PSOE como en Podemos, verdaderos expertos en las estrategias y el tacticismo, para desgracia de quienes confiamos en que un mundo mejor es posible. La resultante final es que cada vez parece más claro el camino a otras elecciones.
Repetir elecciones, es como si unos y otros nos estuviesen diciendo “habéis votado mal, no nos gusta este resultado tan complejo, gestionarlo nos resulta muy difícil, vuelvan a votar pero esta vez háganlo bien, otorguen una mayoría clara y así nos ahorran el trabajo de hacer política”. Un mensaje que supone una patada en sálvese la parte, para quienes creemos en la política como la forma de solucionar los problemas en lugar de crearlos.
Se repetirán las elecciones, pero el escenario y la campaña electoral serán distintos. Ya no valdrá votar solo derecha o izquierda, a excepción del votante del PP que esto no se lo cuestiona. Esta vez los electores tendrán que elegir entre buscadores de pactos y de políticas transversales, y dibujantes de líneas rojas. Desconozco el final de la película, y si los actores principales de hoy, tienen futuro.
Pero a quienes leéis asiduamente estas reflexiones, os diría aquello de ¡seamos serios! ¿Alguien discute quien es el enemigo principal y común? A todos nos gusta la utopía para vivir felizmente en ella, pero la realidad española resulta tan compleja como contradictoria, y mejor haríamos pensando en lo que nos une, que en lo que nos separa.

jueves, 25 de febrero de 2016

AL RICO REFRANERO DE LA MARCA ESPAÑA


Leídas las sesenta y seis páginas del acuerdo PSOE-Ciudadanos, sin entrar en qué esté bien o mal (hay opiniones para todo), lo que no se puede negar es que está algo alejado de las promesas de Sánchez en la campaña electoral. Creo que se ha cedido en exceso, y se parece más a las propuestas de Ciudadanos, pero esa es una opinión personal, sin conocer las motivaciones para llegar a ese resultado final, que sin duda las habrá y las acabaremos conociendo.

Pero eso era el tema de ayer, porque el de hoy es sin duda que Pedro Sánchez, se la juega con la consulta. Recurrió a la consulta para parar las reticencias a un acuerdo con Podemos dentro del Comité Federal, conociendo la demanda de políticas de izquierdas por las bases. Ahora realiza una consulta pidiéndole a esas bases de izquierdas que le apoyen un acuerdo con la derecha. Y eso, después de haber dicho que no se entendería que él Psoe y Podemos no llegaran a un acuerdo.

Decía Marx, no Carlos sino Groucho, que la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados. Estamos ante la demostración de esta teoría. Si sale un “no” en la consulta, Sanchez quedará desautorizado, pero si sale un “si” lo que se va a desautorizar, es la idea de que las bases socialistas son de izquierda. Plantea una pregunta sobre varios acuerdos, pero solo tiene uno con Ciudadanos, si existiese un segundo acuerdo por la izquierda, estaríamos muy probablemente ante un “si” mayoritario, y muchos pondrían en valor su centrismo frente al frentismo. Consultando sobre el único acuerdo que existe hoy, el resultado no es tan claro, y sea cual sea la respuesta implicará riesgos internos.

Naturalmente, hoy lo fácil es flagelar a Sánchez, dentro y fuera, pero para quienes disfrutan haciéndolo, no estaría de más que se preguntasen esto: ¿Alguno ha pensado, si en la mesa a cuatro, en algún momento alguien jugaba con las cartas boca arriba? La respuesta es que ninguno de los negociadores lo ha hecho, y si alguien había osado enseñar las suyas, ese era el PSOE, con su negociación con Ciudadanos, precisamente lo que le ha cerrado las posibilidades de negociar.

Ahora todos se animan a afirmar que la culpa siempre es del otro, y nadie se acuerda de una buena costumbre en política, hacer autocrítica. Han sido demasiadas tácticas y demasiadas estrategias partidistas, de todos, para que al final saliesen todos con bien de la partida. Tal vez, si se analiza la poca libertad que puede tener el gobierno de un país, con el endeudamiento del nuestro y con la Troika marcándole los pasos para reducir el déficit, alguno habrá pensado que lo mejor es elecciones en lugar de estar en el gobierno.

Si el error del PSOE ha sido iniciar la negociación por Ciudadanos, el de Podemos ha sido su exceso de espectáculo. A Podemos, las críticas hoy se le pueden hacer solo a las formas, pero difícilmente al fondo, puesto que se ha mantenido en su programa, mientras que al PSOE se le hacen al fondo y no a las formas. Sabemos cómo ha actuado Podemos no estando obligado a negociar en busca de apoyos, como ha tenido que hacer Sanchez. Iglesias no se ha visto obligado a hacer ninguna concesión, pero no tengo dudas de que si él hubiese sido el candidato a la investidura, a sus líneas insalvables les habría aplicado kilos de goma de borrar antes de sentarse a negociar.

A posteriori, se puede pensar que Sánchez debería haber cambiado el turno de negociación, y hacerlo primero con la izquierda y luego con Ciudadanos, pero también se debe reconocer que establecer ese orden de reuniones tampoco ha contado con facilidades por parte de Podemos. Y aunque algunos hoy l hacen, tampoco se le puede criticar a Podemos por no alcanzar un pacto en cuya redacción no ha querido intervenir, pero no es menos cierto que aunque quede muy bonito mantenerse “purista” y sin "mancharse", con eso no cambiamos la realidad de la calle.

Creo, y me puedo equivocar, que es un error por parte de Podemos, su posicionamiento en un “conmigo o contra mí”, pero eso no puede ser motivo para dibujarlo como el diablo. Que PP y Podemos acaben votando juntos en la investidura, nunca significará que ambos sean lo mismo como algunos esta mañana señalan, pero bien harían en reflexionar en Podemos, sobre cuantas veces por votar lo mismo PP y PSOE, ellos han repetido la acusación de que PP y PSOE son lo mismo. Nunca digas de esta agua no beberé, que dice el refrán, o que quien esté libre de culpa tire la primera piedra, pero ahora toca recordar aquel de “los unos por los otros, la casa sin barrer”.

Mientras entre los votantes socialistas y los de Podemos nos lanzamos improperios, o dilucidamos si son galgos o podencos, al PP se le llena la boca de saliva pensando que se dará el gusto de votar no a Sánchez, y de esa manera podrá continuar en funciones el tiempo que haga falta. A ellos, los contenidos del acuerdo entre Ciudadanos y PSOE, se la traen al pairo, puesto que lo único que desean es que esto se alargue. Mientras pase el tiempo, ellos mantendrán esperanzas de que en unas nuevas elecciones las circunstancias les cambien, soñando en que para entonces haya amainado la tormenta de sus casos de corrupción que salen a la luz.



Todos sabemos que es necesario que haya gobierno, pero un gobierno no puede formarse a cualquier precio. Como todo hace pensar que el partido va a ser aún largo, la mejor recomendación es que sepamos controlar la ansiedad, convencidos de que no hay mal que cien años dure.

miércoles, 24 de febrero de 2016

DEMASIADO PROTAGONISMO Y DEMASIADOS DIOSES


No era mi opción el acuerdo PSOE-Ciudadanos, prefería y prefiero un acuerdo por la izquierda. Peco de optimismo, pero pese a lo ocurrido esta tarde, me resisto a perder toda esperanza de que no se acabe alcanzando un acuerdo entre los partidos de izquierda.

Pero dicho lo anterior, también debo decir que muchos puntos del acuerdo PSOE -Ciudadanos pueden ser aceptables, sin negar que otros no me gustan en absoluto. Pero de ahí a ser el motivo para que Podemos se levante de la mesa hay un trecho importante, y si lo han hecho, lo que si se, es que para ser negociador hace falta un fuste que alguno de esos negociadores no debe tener. Cosa muy distinta es, si desde el principio se tiene claro que no se quiere un acuerdo, sino buscar como culpabilizar al otro por no decir que si a lo que tu le propones.

Antes de levantarse de la mesa, creo que alguien debería haber planteado cuestiones como ¿Qué instituciones democráticas vigilarán la aplicación del acuerdo? o ¿Cómo se puede revocar si no se cumple lo firmado? Igual era oportuno sugerir que sea el Defensor del Pueblo quien vele por su cumplimiento.

Desde el encargo a Sánchez, incluso antes, se ha estado afirmando por Podemos que el PSOE deseaba la gran coalición antes que acordar por la izquierda, y que la negociación con Ciudadanos era para que luego la apoyase el PP. Si ya existía desconfianza en el PSOE hacia Podemos, esas afirmaciones y excesos de teatralización desde el 21 D no han ayudado a crear ese clima de confianza. Desconozco las interioridades de la negociación, pero hay algunas cosas que son demasiado llamativas para no cuestionarlas.

No entiendo cómo Podemos desconfiando, hace solo unas semanas decía que si el PSOE no dejaba de hablar con Ciudadanos no podía hablar con ellos, para hace dos días decirnos que no les importaba que hablasen con Ciudadanos. Ayer mismo, Iglesias decía que ellos no se iban a levantar de la mesa y que se iban a dejar la piel, hoy que se levantan y no negocian más. Permítaseme decir que ya no pueda sorprenderse si mañana dicen que quieren volver a negociar. Eso no es una negociación, más bien suena a no tomarse en serio negociar principios ideológicos inamovibles.

Aunque esa no fuese su intención, la sensación es que desde el principio para Podemos, el objetivo era repetir elecciones, convencidos de que eso les puede favorecer, que puede que sea así, pero de eso hoy ya no está seguro nadie. Seguramente todo les pasará factura a todos. En cualquier caso las exigencias publicas de puestos de ministros y vicepresidencia, o errores en su documento respecto a la independencia judicial, o aparecer en exceso pendientes de los focos, pueden no ser tan rentables electoralmente. Si todo eso se hubiese realizado en una mesa de negociación, posiblemente el desgaste de toda la izquierda hubiese sido menor.

Y la de esta tarde, anunciando que no negociaban, cuando esta mañana ya conocían el contenido del acuerdo PSOE Ciudadanos, y esperar a decirlo a la hora fijada para la reunión, suena a ataque de celos, y ya se sabe que es muy fácil que cuando el amor es de conveniencia, se convierta en odio. Cuando entre dos hay exigencias y ninguneo de uno hacia el otro, siempre acaba levantándose un muro infranqueable.

Todo apunta a que dentro de unos meses tendremos elecciones generales, y entonces sabremos quién habrá rentabilizado más esta tragicomedia. La pena es que la gente que lo está pasando mal, y que podía empezar a ver la luz, va a tener que esperar unos cuantos meses más soportando un gobierno en funciones que no ha cambiado ni un ápice su plan de austericidio .


Demasiado protagonismo. Demasiados dioses.

lunes, 22 de febrero de 2016

NUEVO ACUERDO ENTRE RU Y EUROPA

La sensación que me produce el acuerdo entre la UE y, su por ahora miembro, el Reino Unido (RU), es que los gobernantes de la UE nos han tomado a los ciudadanos como simples mercancías. No me parece que el viaje emprendido nos lleve buen puerto, pero no culpo de ello al RU, sino al resto de países que han aceptado el chantaje de David Cameron, entre ellos el nuestro. Lo lógico hubiese sido una respuesta en la línea de ¡Váyanse y regresen cuando estén dispuestos a aceptar las normas que todos nos hemos dado! Claro que para eso deberían previamente aceptarlas los demás, y son múltiples las cuestiones en que para muchos de sus miembros las normas comunes son simple papel mojado.
Si todos los miembros de la UE tenemos derecho a ser tratados como excepciones, a la vuelta de unos años la UE será un recuerdo. El RU siempre fue muy particular (por no calificarle de desleal) dentro de la UE, desde que no aceptaron el euro y otros principios de la UE, por lo que no es de extrañar que ahora pidan suprimir las ayudas sociales a los emigrantes europeos. No sería extraño que en unos años, si continúan como miembro de la UE, no exijan el visado para trabajar allí. Para el RU los valores europeos son secundarios, y lo que exigen para permanecer es una Europa a la carta.
Lo que es incomprensible es que sea la propia UE quien permita que a ella pertenezcan varios tipos de ciudadanos: en un trono los británicos, en un sillón los alemanes, en sillas los centroeuropeos, mientras los ciudadanos del Sur debemos estar contentos con que nos permitan sentarnos en el suelo. A Rajoy eso le parece bien, puesto que lo ha aprobado, y comparte que el RU haga un referéndum sobre lo acordado. Una paradoja con su empeño en no aplicarle ese el mismo criterio al caso de Cataluña ¿Por qué un referéndum en el que votan solo los ciudadanos del RU y no todos los ciudadanos europeos? O visto de otra manera ¿Para cuándo un referéndum en Europa sobre si se debe expulsar de la UE a RU si no admite que sus ciudadanos tengan los mismos derechos y deberes que los demás europeos?
Aunque el acuerdo se haya alcanzado, la postura del RU socava los cimientos de la UE como unión social, puesto que el acuerdo cambia el principio de no discriminación laboral por razón de nacionalidad recogido ya en el Tratado de Roma, bastantes años antes de la unión monetaria. El RU no cree que estar dentro de la UE le conviene, y su percepción es que su papel se limita al de quien pone el dinero. Las cesiones realizadas al RU para buscar su permanencia, dibujan una UE que parece no saber lo que quiere ser de mayor.
El objetivo de la UE es crear un espacio común de vida en paz en el que se respeten los derechos humanos, para lo que se invierte en solidaridad y cohesión social, aunque aún no se ha logrado, si se ha avanzado en ello. Sin embargo, el déficit democrático de algunas de sus instituciones, la falta de transparencia, la irresponsabilidad de la CE y de algunos gobiernos nacionales en el abordaje de muchos conflictos comunes, o el poder mostrado por las multinacionales en la negociación del Tratado de Libre Comercio con EEUU, no parecen augurar un futuro común de prosperidad en lo social.
Si la UE no afronta los problemas comunes desde la óptica socioeconómica, y lo hace solo desde la exclusivamente económica, se convertirá solo en un espacio exclusivamente económico, que es como lo entiende la derecha británica. Si la UE es solo eso, quienes deberemos plantearnos que estamos de sobra somos los europeos de los países del sur. Si la UE quiere ser un espacio social, buen viaje lleve el RU.

domingo, 21 de febrero de 2016

10 CONCLUSIONES PROPIAS TRAS LA LECTURA DE DIARIOS Y REDES SOCIALES ESTA MAÑANA

1 Podemos y PSOE parecen estar ya en campaña electoral, no solo porque intuyen elecciones anticipadas, no para ganarlas, sino porque se disputan la hegemonía de la izquierda. El objetivo que se aprecia en la pugna entre Sanchez e Iglesias es conseguir culpar al otro de ser el responsable de dificultar el cambio.
2 Los sondeos de intención de voto publicados este domingo, no muestran tendencia al sorpasso de Podemos al PSOE sino lo contrario, y confirman la permanente caída del PP que favorece es a Ciudadanos. De repetirse las elecciones el resultado sería parecido y aunque puede haber oscilaciones de voto, seguirá siendo difícil la formación de gobierno.
3 La estrategia de Iglesias de formar parte del gobierno, suscita división de opiniones entre los suyos, y en unas nuevas elecciones le puede pasar factura. En las redes los votantes de Podemos se empeñan en señalar un acuerdo entre PP y PSOE aun sabiendo que entre ellos no ha habido ninguna negociación.
4 La respuesta del PSOE al documento de Podemos es manteniendo como firmes los puntos de coincidencia y acuerdo con Ciudadanos, Coalición Canaria, IU , y Compromis. En su contestación le señala los temas con los que no está de acuerdo, aquellos en los que hay posibilidad de acuerdo y otros asuntos que el PSOE quiere negociar y que Podemos no recoge en su documento.
5 En el documento de Podemos no se explica cómo se piensa crear empleo en las cifras que se necesitan, y aparentemente el aumento considerable del gasto público choca con el cumplimiento de los objetivos de déficit, y Podemos no tiene en cuenta que solos no pueden abordar la inversión pública que plantean, ni hacer frente a las propuestas de reformas, tanto legales como económicas, de su programa.
6 Un acuerdo en lo territorial y en el enfoque económico planteado en el documento de Podemos, parece imposible de asumir para Sanchez, porque el Comité Federal no lo aprobaría. Lo único que se puede vislumbrar posible sería un pacto de gobierno corto entre PSOE, Ciudadanos y Podemos para organizar el nuevo proceso electoral, porque si el control lo lleva el PP, se quedará en Moncloa hasta octubre controlando con ellos los medios de comunicación públicos, situación que ninguno de los tres quiere.
7 Los votantes socialistas exigen más un giro a la izquierda por parte de sus dirigentes que otra cuestión incluida la territorial. También ven en Podemos exceso de populismo y un exceso de liderazgo, como causas para que persista el desencuentro con ellos. No creen que Podemos haya asumido que sus 69 diputados solo pueden complementar la mayoría socialista, y que la presencia del PSOE es condición necesaria para expulsar al PP del Gobierno. Podemos no se atiene a su fuerza electoral y no acaba de asumir la realidad de sus resultados, y que no es el partido hegemónico, sino un partido más.
8 Para un sector importante de los votantes de izquierda, incluidos los de Podemos, Iglesias está obligado ética y políticamente a apoyar esa alternativa, desde dentro o fuera del Gobierno, haciendo exigencias justificadas pero cediendo para garantizar su viabilidad. Solo se avanzará sumando. La mayoría de analistas políticos comparten que se está ante una oportunidad histórica para constituir un gobierno mayoritario de izquierda, y que un acuerdo para ello no tiene por qué exigir que todos formen parte del Gobierno.
9 Si se produce la repetición de las elecciones, Sanchez podría no ser el candidato, pero la sensación es que se está produciendo su consolidación entre los suyos, pero Podemos podría ver menoscabada su credibilidad como “partido del cambio” por obstinarse en celebrar el referéndum, y no podría negar su parte de responsabilidad en el fracaso electoral de la izquierda.
10 Los ciudadanos creen que se están primando los objetivos partidistas sobre las demandas de ellos: la lucha contra el paro y la precariedad laboral, consolidar los derechos sociales como derechos fundamentales, la lucha contra la corrupción, o la reforma del sistema electoral. Todas esas medidas no son patrimonio de un solo partido, sino que deberían ser de todos.
Estas diez conclusiones se pueden concretar en dos preguntas: 
- ¿Hay verdadera voluntad de giro a la izquierda en la dirección socialista?
- De repetirse las elecciones y en el supuesto de que Podemos le superase en escaños, para obtener el apoyo del PSOE a la investidura de Iglesias ¿Podemos renunciaría al Referéndum, y a otras de sus exigencias?

Buen domingo.

sábado, 20 de febrero de 2016

REFLEXIÓN DE SÁBADO: SOLO HAN PASADO DOS MESES

Hoy se cumplen dos meses de las elecciones generales, y casi tres semanas de que el Jefe del Estado propusiese a Sánchez como candidato a la investidura. La idea de Sánchez es conformar un gobierno de cambio que permita desalojar al PP,  lo que solo será posible si logra el entendimiento con varias de las distintas fuerzas políticas parlamentarias, pero siempre con la idea de que ese acuerdo permita poner en marcha políticas progresistas. Trascurrido ese tiempo, hasta hoy sábado solo está claro el acuerdo logrado con Coalición Canaria, pero eso solo le asegura el apoyo de noventa y un parlamentarios, que es a todas luces insuficiente.

Según las informaciones de los medios, parece que también podría estar próximo un acuerdo con Ciudadanos, pero aun así, el resultado continuaría siendo insuficiente para la investidura. Si a eso se añade que un acuerdo con los de Rivera  le cerraría a Sánchez las puertas a poder alcanzarlo con Podemos, Compromis e IU, las perspectivas de lograr la investidura continúan lejanas. Tras este periodo de consultas y reuniones, el PSOE está obligado a responderse a una disyuntiva: si opta por caminar por la izquierda o por la derecha del desfiladero.

Sea cual sea la decisión que se tome, en Ferraz saben que ambos senderos no están exentos de peligros, y que desde luego, no es lo mismo transitar por un lado que por el otro. Conocidas ya los condicionantes de Ciudadanos como primera opción, y ayer el PSOE decidió explorar la segunda alternativa accediendo a sentarse con los propuestos por Garzón, debiendo el PSOE correr un tupido velo sobre la propuesta que el lunes le hacía Podemos que sonaba más a imposición que a búsqueda de coalición, pero manteniendo dudas muchos socialistas y no socialistas, respecto a si tras la oferta de Garzón, no hay una mano que mece la cuna, y esa sea la mano de Iglesias.

Como estamos en fin de semana, que no nos agobien las prisas por saber la respuesta, porque en unos días  veremos el primer balance, y lo mejor hoy es centrarse en lo importante, que no es otra cosa que explorar el territorio en el que se planeta esa negociación para ver si es posible ese acuerdo. En cualquier caso, piensen los reticentes a ese acuerdo, que con las sumas que se alcanzan por el camino de la derecha, al PSOE está obligado a explorar la otra vía del proceso si quiere ver posible esa investidura. Lo que parece claro es que la opción de Ciudadanos solo no le garantiza la investidura, puesto que ni PP ni Podemos se abstendrían.

Pero llevan razón los escépticos de que las dos vías son para pensarse muy bien donde se apoya el pie para el siguiente paso en el sendero. Decidirse por la primera opción, hará entender que Sánchez está pensando en que repetiremos las elecciones, y que este tiempo de negociación le puede permitir hacerse fuerte en el discurso de “yo le he intentado, y si no ha sido posible es por la intransigencia de Iglesias”. Mientras que si apuesta por el pacto a cuatro, puede lograr la presidencia del gobierno, pero cualquiera que conozca el patio, sabe que los problemas internos están garantizados.

Algo que no debería pasar desapercibido para quienes elucubramos sobre las posibles salidas a esta tesitura, pero que suele olvidarse, es que Podemos también está necesitado de pactar con el PSOE porque en ello está la única oportunidad que tiene para participar en un gobierno. Seguro que eso debe estarse valorando en su cúpula, desde la que ya no se escuchan frases como "casta", o "PP es igual que PSOE", aunque si se sigan viendo en los muros de muchos de sus votantes en las redes. Aunque Iglesias sigue escenificando que es el vencedor de las elecciones, sabe que eso no es así y que por mucho que exija al PSOE que acate todas sus exigencias, su situación tampoco es la ideal para exigir más de lo que su número de parlamentarios le otorga, aunque siga hablando del número de sus votantes.

La propuesta de Garzón obliga al PSOE a decidir, pero también a Podemos a aparcar su soberbia, sus exigencias, sus ultimátum a Sánchez, y el verse con él a solas.  El aceptarla Sánchez ha forzado a mover ficha de Ciudadanos y al PP que ahora han acordado reunirse. Aunque muchos solo vean que el tiempo corre, lo cierto es que el 3 de marzo la cuenta atrás empieza, pero no finaliza ese día. Y será a partir de esa fecha, cuando si alguien hace predicciones sobre lo que puede ocurrir, lo hará con menos opciones de equivocarse que hoy.

Mientras ese día llega, Podemos se muestra con menos prisa que el PSOE, y aparentando que sobre ellos hay menos presiones, en teoría. Por otro lado Ciudadanos juega al intermediario y el PP a decir que o ellos o el caos. Sin embargo, dos meses es mucho tiempo para que alguno no pueda verse obligado a rebajar sus pretensiones y cambiar las cartas. Lo que sí parece claro es que mientras Sanchez no tome una decisión, Podemos y Ciudadanos se verán obligados a hacer concesiones para excluirse mutuamente de la negociación, y entonces puede que las imposiciones se vean como cesiones.


El transcurso de los días pueden hacer hasta que el PP apartase a Rajoy buscando un acuerdo que le permita mantener el gobierno, lo que hoy ya no es descartable porque muchos en Génova empiezan a pensar que hay vida después de Mariano. Si se mira el respaldo mediático que en campaña se le prestó a Rivera, no debería ser una sorpresa que Rivera fuese también el candidato a la presidencia, ya era el deseado por Bruselas y el gran capital, y en Génova obedecen ciegamente a la Troika y lobbys colaterales.

viernes, 19 de febrero de 2016

SEGUIMOS: HABRÁ REUNIÓN A CUATRO


Hace un rato se conocía la aceptación por parte de Pedro Sánchez, para asistir a la reunión a cuatro propuesta por Garzón. Concreta en su respuesta, que acepta reunirse para pactar un programa para la investidura. Es un avance, pero la propuesta de una reunión era para ver si es posible conformar un gobierno, y no solo para pactar la investidura. Veremos en que acaban tantas tiras y aflojas, porque la sensación es que mientras unos hablan de política, otros hablan de poder, que son cosas diferentes.

En las propuestas de contenidos programáticos que conocemos de unos y otros, hay coincidencias que de pactarse en un programa común, cambiarían de una manera sustancial nuestro sistema político en pocos años. Pero exigir poder para controlar comunicación e inteligencia desde Podemos, choca con su discurso de priorizar los contenidos de atención a la emergencia social, y eso suena más a que si se alcanza sea un gobierno de desconfianza, y no de coalición entre socios. Aunque no se confiese, las pretensiones de Podemos dan repelús en Ferraz, y en Podemos se mantiene la desconfianza hacia que el PSOE cumpla sus compromisos, porque para bien o para mal, tiene un pasado reciente.

Y mientras discuten, acuerdan o se pelean, me llama mucho la atención, que no recordemos estos días, que no se disputan el poder real, ese poder verdadero que sigue estando en manos de gente que no conocemos y a la que no votamos. Mejor harían en acordar lo urgente, porque por mucho que se crean que la clave es el ejercicio del poder nacional, desde que se implantó la globalización, es el capitalismo residente en las finanzas quien lo ejerce, y lo hace desde fuera de nuestras fronteras y sin obligación de rendir cuentas.

El ejercicio del poder nacional es hoy solo un mito, pero no es un poder real, y quienes estos días se lo disputan, deberían preocuparse más de encontrar soluciones a los problemas de nuestra sanidad, del sistema educativo, de las pensiones, y de poder garantizar a los ciudadanos un trabajo digno, o la abolición de leyes antidemocráticas, que a ver en qué lugar del escalafón consiguen colocar su silla. Si no anteponen a sus deseos el interés de los ciudadanos, la lucha de poder en la que están embarcados puede acabar viéndose por la gente como algo tan nauseabundo, como la corrupción que ha acabado con el PP.

Los negociadores deberían pensar, que si no se alcanza finalmente un pacto, y llegamos a unas nuevas elecciones, puede que el tiempo trascurrido desde el 20 D hasta hoy, sirva para que los ciudadanos reflexionemos, y en lugar de repetir ciegamente nuestro apoyo a una u otra formación, les demos un nuevo acomodo a las fuerzas políticas que permita conformar un gobierno. O que nos abstengamos hastiados.

De repetirlas, lo que ahora estamos viviendo tiene todos los visos de volver a ocurrir. Y lo peor es que el PP mientras seguirá en la Moncloa. Hasta ese momento, o quién sabe si por más tiempo.

jueves, 18 de febrero de 2016

ALGUNOS CAMBIOS EN EL PROCESO PARA FORMAR GOBIERNO



Cuando todo parecía apuntar a que la salida de Sánchez era buscar el apoyo de Ciudadanos, hoy le ha puesto sobre la mesa una propuesta Alberto Garzón. Consiste en iniciar una negociación a cuatro entre el PSOE, Podemos, Compromís y su formación Unida-Unidad Popular. A falta de una respuesta del PSOE, tanto Iglesias como Baldoví ya han mostrado su predisposición a iniciarla. En Ferraz se piensan la respuesta, seguramente por desconfianza a todo, que es la peor sensación para iniciar una negociación que si en algo debería basarse es precisamente en la confianza.

La propuesta fuerza al PSOE a optar por esta o la salida de Ciudadanos para intentar formar gobierno. Si en la consulta que hay previsto realizarle a la militancia socialista, la cuestión que se plantee es optar entre un gobierno con un programa de izquierdas o un programa con los matices que imponga Ciudadanos, la respuesta se decantaría claramente por la primera opción. En cambio, si la pregunta es ¿quiere usted a Iglesias de vicepresidente para llevar a cabo un programa de izquierdas?, la respuesta puede ser muy diferente.

No es de extrañar esa respuesta, porque Iglesias no se está haciendo querer por las bases socialistas con su actitud, y si realmente quiere que se alcance un gobierno, bien haría con bajar el tono y empezar por asumir los errores que su prepotencia le ha llevado a cometer, si es que quiere que el proceso negociador llegue a buen puerto. El PSOE tiene que retratarse ya, sobre si quiere poner en marcha un proyecto con base en los principios de la izquierda, pero también Podemos tiene que hacerlo y decidir si lo que más les importa es un programa que atienda la emergencia social o el los referéndum de autodeterminación que le imponen sus socios, con independencia a si legalmente hoy es posible su celebración.

Y un detalle no menor, sobre el origen de esta propuesta, mientras  que para Iglesias el acuerdo siempre pasa por su vicepresidencia, mientras que para Garzón, a quien le han ofrecido formar parte del gobierno tanto PSOE como Podemos, nunca lo ha exigido, posiblemente porque su prioridad si es el programa de gobierno, y eso le da valor a su propuesta para lograr un acuerdo. Hasta ahora las tácticas de unos y otros, y las salidas de tono de Iglesias, han impedido que los negociadores de PSOE y Podemos se hayan sentado a debatir.

La propuesta de Garzón puede desatascar la situación y abre la posibilidad de formar el gobierno de progreso y cambio que muchos deseamos. Sin embargo es bueno tener memoria, y no olvidar que Iglesias (el que hasta esta mañana no quería ni oír hablar de la abstención de Ciudadanos), es el mismo que mientras no tuvimos elecciones, se mostraba más cómodo con Rivera que con nadie y hasta dijo que podía apoyar todas sus medidas porque Podemos no era una opción de izquierda o de derecha. Sin embargo,  logrado su primer objetivo de estar en el Parlamento, ahora su nueva meta ya es ser la fuerza mayoritaria en la izquierda, para lo que necesita conseguir votos por su derecha (del PSOE) y de su izquierda (de UP-IU). Ambos harían bien palpándose de vez en cuando  los bolsillos.

Para continuar con la estrategia, a última hora de esta mañana, Iglesias hacia un nuevo viraje no vetando ya a Ciudadanos, Sabe que les puede necesitar para en algún caso cambiar el no del PP por su abstención sobre todo en las medidas de lucha contra la contra la corrupción a las que en su situación no podrán oponerse. Pero sobre todo, detrás de este aceptar pulpo como animal de compañía de Iglesias, está que Rivera es la derecha del futuro, la otra pata de un nuevo bipartidismo al que aspira.


Igual su estrategia alcanza su objetivo, pero en ningún caso es ya creíble que su apuesta es un programa de atención a la emergencia social.

miércoles, 17 de febrero de 2016

HOY VA DE DIENTES


Hace unas semanas era Funnydent y ayer le tocaba el turno a Vitaldent. Ambas han sido las empresas reinas de las ofertas en el campo de la salud bucodental, donde la falta de cobertura por el sistema público para estas patologías, ha creado una situación de inseguridad para pacientes y para profesionales. Los primeros por ser atendidos con materiales cuya calidad en algunos casos es cuestionable, y para los profesionales que se han visto obligados a trabajar en unas condiciones laborales con salarios impropios para una especialidad sanitaria. La mayoría de nuevos profesionales españoles de este campo, se han visto obligados a emigrar a otros países para ejercer dignamente.
Mientras el sistema público atiende solo las extracciones, los procesos infecciosos, y los traumatismos dentales, el resto de patologías (incluida la enfermedad de mayor prevalencia entre los seres humanos, la caries dental), se debe acudir a un sistema privado, en el que prima el negocio sobre la salud. No parece admisible en un país dotado del mejor sistema sanitario público que existe, que la boca no sea parte de la atención a la salud de sus ciudadanos, lo que debilita a ese sistema frente a la oferta desde el negocio privado. Mucho menos justificable aun, resulta que cada Comunidad Autónoma aborde la atención bucodental de una manera completamente diferente.
Ha sido necesario que se produzcan estas noticias sobre dos franquicias, para salir del silencio absoluto que desde hace años ha rodeado a este gran negocio. Gran negocio, resulta aquello que no se atiende desde los servicios públicos, siendo imprescindible, con el agravante de que no todos los españoles pueden permitirse los gastos que suponen mantener una buena salud bucodental, en esto si hay clases. Se hace exigible que se incluyan en el sistema público estos tratamientos, porque no son una cuestión de estética sino de salud.
En un país que reconoce como su mayor problema el paro, nos permitimos callarnos que la mayoría de los odontólogos jóvenes, trabajan como falsos autónomos para muchas clínicas, incluso sin ser franquicias. Otro campo donde la reforma laboral ha causado estragos, sin que nadie alce la voz, pese a que la salud bucodental es una muestra más de las carencias que tiene nuestro estado del bienestar.
Posiblemente persiguiendo el fraude existente, del que los casos conocidos estos días son solo la punta del iceberg, atender esta demanda sería económicamente posible. Al fin y al cabo, dar solución a esta situación es solo una cuestión de voluntad política.

martes, 16 de febrero de 2016

EL PP DE MARIANO


Toda la cúpula del PP empieza a hablar de regeneración, convencidos de que ellos son quienes van primeros en el ranking de los más degenerados entre la clase política española. Muchos saben que aunque apelen a ella, ya no va a bastarle a su partido  con la regeneración interna. Las cosas han llegado tan lejos, que ya necesitan otra clase de dirigentes, y que eso solo será posible si sus afiliados y votantes les obligan a recoger la foto familiar de encima de la mesa del despacho a los actuales, y que emprendan su vuelta a casa.

Contemplan que de nada les está valiendo que en todos sus medios afines, alaben  decisiones como la semi dimisión de Aguirre, o la opción de poner al frente del partido en Valencia y Madrid a gestoras, si mientras mantienen el blindaje sobre Barberá. Oyen a la gente de la calle preguntarse ¿Cuánto puede saber Rita de las tripas de su partido? Y lo que es peor, que se respondan, afirmando que si la cúpula del PP la protege, es porque quiere que no abra la boca, no sea que les salpique.

Mientras esto ocurre en el partido, su presidente está a lo suyo, como si nada fuese con él, como si ser noticia al ritmo de un investigado por día de media, no le importase nada. Se lo esperaba, por eso mantiene impasible el ademan, que de eso él sabe mucho, y no le importa que muchos ya le vean como a Ali Babá en su cueva. Absorto en sus pensamientos, repitiéndose una y otra vez, que él es quien ha ganado las elecciones, y tratando de olvidar que cuando debía aceptar el encargo de formar gobierno, hizo lo que no hacen los ganadores, esconderse.

Esa actitud, que no aptitud, no debe extrañarnos en quien prometió una forma de gobierno propia, cuando su plan real consistía en arrojar a nuestro país en brazos de la Troika y de Alemania, y engañarnos como a chinos. Ahora para Rajoy, todo aquello ya es parte del recuerdo, y hoy su trabajo es mover todos los hilos a su alcance para forzar nuevas elecciones. Sabe que solo si lo consigue, evitará lo inevitable, que deba marcharse para siempre. Cuando ve que puede conseguirlo, se le escapa una sonrisa, y hasta ríe y disfruta viendo a los pesos pesados del PSOE zarandear a Sánchez, y a Iglesias presentándole medio gobierno sin siquiera haberse sentado con él a negociar.


Su afición al fútbol le ha enseñado, que sus posibilidades de clasificarse para la siguiente ronda, pasan porque sus dos rivales no se pongan de acuerdo. Contempla como pasan los minutos y se acerca el final del partido sin que ese acuerdo llegue. Sabe que le toca sufrir, pero que sus voceros le harán el trabajo sucio y lograr hacer imposible ese acuerdo. En ese empeño cuenta también con la ayuda de la Troika y Alemania, de quienes siempre fue un alumno aventajado. 

Ahora les toca a ellos  pagarle por los servicios prestados a sus intereses. 

lunes, 15 de febrero de 2016

EN HOMENAJE A GROUCHO MARX: MÁS MADERA


Podemos sale de su ostracismo de los últimos días, y lo hace mediante la presentación de una propuesta alternativa a la hecha desde el PSOE. Es de suponer que se la habrá remitido no solo al PSOE, sino a las demás formaciones políticas de acuerdo en desalojar al PP del gobierno, como nuevo documento de debate para la formación de un programa común que permita la formación de un gobierno. Un nuevo documento es más madera a la caldera, pero si solo se le ha remitido al PSOE, las matemáticas nos anuncian que no será posible formar ese gobierno.
Podemos, maestro en no desaprovechar ninguna oportunidad que le permita aparecer en las portadas, ahora tiene como objetivo aparentar que maneja la agenda política. Parece difícil que lo logre, porque lo de hoy no se parece en nada a su jugada tras la visita al Jefe de Estado. Lo de entonces fue un órdago, lo de hoy no puede calificarse como tal, porque ya no está en posición de lanzarlos. En común con aquella apuesta, la de hoy tiene que de nuevo manifiestan querer la formación de un gobierno progresista y reiteran la reivindicación de algunos puestos en el consejo de ministros, aspiración legítima a todas luces, aunque paradójica para el Podemos original, que se proclamaba la voz de los indignados.
La que no ha cambiado desde sus orígenes es su hostilidad hacia el PSOE, pero ahora está bañada de una alta dosis de hipocresía. Nada se puede generalizar, porque en todo existen excepciones, pero chirría como han pasado de calificar a los socialistas como casta, para verlos como socios en un gobierno de coalición, mientras que a la vez siguen golpeándolos dialécticamente como si del mismo PP se tratase. Somos muchos los socialistas que defendemos un acuerdo PSOE–Podemos, pero basado en la transparencia y la coherencia, y con el trascurso de los días, ambas siguen brillando por su ausencia.
No es culpable de eso solo Podemos, porque es obvio que el PSOE debe reconocer que algunos líderes socialistas tampoco han sido ni transparentes ni coherentes, pero eso no le otorga a Podemos patente de corso para mantener esa actitud hacia todos los socialistas, porque la propuesta de Podemos hecha hoy, se olvida de que cualquier acuerdo para un gobierno va a ser sometido a la opinión de la militancia socialista, y alguna de sus propuestas debería hacerse buscando no tener ya el rechazo de las bases socialistas desde el principio.
Para empezar una negociación para un gobierno, a nadie se le ocurre siendo el minoritario, atribuirse la capacidad de organizar ya ese posible gobierno, olvidándose que eso le compete a su presidente. Tampoco ayuda que Iglesias mantenga una actitud personal desde la prepotencia, porque así no transmite voluntad de negociación sino de imposición. Todo hace pensar que Iglesias desea actuar como presidente con el cargo de vice, y dejarle a Sánchez el cargo de presidente pero con la capacidad de un vicepresidente.
El documento que hoy han presentado, en su mayoría son propuestas que se han realizado por el PSOE, y por lo tanto el acuerdo es fácilmente alcanzable en ellas. Pueden calificarse como propuestas poco originales, salvo la no financiación de los partidos políticos por la banca, porque el resto son propuestas conocidas y que pueden leerse en los últimos programas socialistas. Hasta ahí todo esperanzador.
Pero luego vienen dos cuestiones que imposibilitan cualquier acuerdo. La primera es no tener en cuenta que mientras no se cambie el artículo 2 de la Constitución (para lo que se necesita contar con varios partidos más), el referéndum en Cataluña hoy no es posible. Puede ser una propuesta a considerar en un futuro, pero no lo es en estas circunstancias, y aferrarse a ella como condición imprescindible para sentarse a negociar, suena más a propaganda pensando en una repetición de elecciones en Cataluña o Euskadi, que a que tengan voluntad de alcanzar un acuerdo.
La segunda es no querer percibir, que si no se cuenta como mínimo con la abstención de Ciudadanos, ese gobierno alternativo no es posible. Afirman que si en el gobierno entra Ciudadanos, ellos votaran en contra, lo que puede verse lógico desde la visión de quien piensa en un gobierno formado por un frente anti derechas, pero no si se busca un gobierno estable, y aceptable por la derecha moderada. Es una forma de decir que poco importan los acuerdos que puedan alcanzarse en la negociación de un programa de gobierno, puesto que aunque Ciudadanos lo aceptara y lo firmase, Podemos plantearía su veto. Eso tampoco parece una negociación, sino imposición.
Y puestos a elucubrar, podría ocurrir, que se alcanzara un supuesto acuerdo entre varios partidos para evitar una repetición de elecciones (PSOE, Ciudadanos, Unidad Popular, Compromis, PNV y Coalición Canaria) y que al tener más de ciento cincuenta escaños garantizase sacar a Rajoy de la Moncloa. Según su discurso, al no contar con su presencia, Podemos lo votaría en contra, posicionándose junto al PP que también votaría en contra. Entonces estaríamos obligados a concluir que el principal objetivo de Iglesias no era sacar al PP del gobierno, sino llevarnos de nuevo a las urnas.
Solo así podría explicarse, y ojala me equivoque, porque eso pondría en tela de juicio su idea de democracia, y con seguridad muchos de sus votantes podrían sentirse engañados.

domingo, 14 de febrero de 2016

ESPERANZA NO TUVO FE, Y SE FUE POR CARIDAD


Para que te amparen en el PP, has de ser amiga de Mariano, y Esperanza no lo ha sido, incluso en muchas ocasiones se convirtió en una piedra en su zapato. Ella que le ha plantado cara a todo el que se le enfrentaba, exultante de toda la chulería que atesora, ha esperado a que la basura le llegase al cuello para darse cuenta que le costaba respirar, para hacer el simulacro de arrojar la toalla.

Pienso que es solo una postura, porque por sus hechos los conoceréis. En esta ocasión, lo hace al revés que en aquel otro momento en que se vio asediada. Entonces, dejó el cargo público y siguió al frente del partido, mientras que ahora deja el cargo del partido pero sigue con su cargo público. Pero, al igual que ha hecho su jefe (que no su protector) en la cuestión de la investidura ella tampoco dimite. Aguirre se limita a quitarse de en medio, a ver si así no le llegan los tentáculos de los juzgados.

Aguirre ha sido una de las figuras que siempre estuvieron ahí desde el tamayazo. Antes fue concejala, pero estaba aprendiendo, y bien que lo hizo porque doña Esperanza nunca apareció en directo, aunque ya sabemos que en el PP hay cosas que deben hacerse en diferido. Todo funcionaba a pedir de boca de su partido, porque mientras ella concentraba los focos mediáticos en su prepotencia, su partido aprovechaba la crisis para sacar tajada de todo lo que gestionaba por sus manos.

Nadie como ella ha sabido utilizar la herencia recibida, porque con esa excusa se han permitido dejar el país como un solar. Ahora es frecuente ver en las redes sociales a los militantes del PP, sacar los ERE y atribuirle cifras inconmensurables de imputados y millones desaparecidos, pero que en otro partido existan chorizos, no convierte a los suyos en chistorra. Lo cierto es que si se suman las mordidas y todo el dinero vinculado al más de medio centenar de causas que implican al PP o a sus dirigentes, los recortes que se decían necesarios para afrontar la crisis, no hubieran alcanzado ni la mitad de la cuantía con la que se hicieron. La única justificación que ya les queda, es que siete millones de españoles parecen haberse acostumbrado a eso.

Pero si en la Comunidad Valenciana resulta difícil entender como se ha tolerado la corrupción, no le va a la saga la de Madrid. Nadie se explica cómo lo soportaron los valencianos, pero tampoco es comprensible como  los madrileños han podido, seguir vivos en el barrizal de corruptelas y mentiras en el que se ha convertido la vida política en esa Comunidad bajo la tutela de Aguirre. No se puede entender el silencio de miles de funcionarios decentes, de cientos de jueces justos, o de innumerables trabajadores y de empresarios honestos. No puede haber ni comprensión ni disculpa para ellos, pero mucho menos para millones de ciudadanos que podían hablar con su voto. Madrid ha parecido este tiempo una ciudad en silencio, pero que hoy se ha roto, solo porque ella lo ha roto.

¿Para cuándo Rita? ¿Para cuándo Cospedal? ¿Para cuándo Rajoy? ¿Para cuándo la ilegalización de un partido financiado ilegalmente? ¿Hay que esperar que salgan más cosas? Igual tenemos que esperar a que se abra el melón en Castilla y León con el asunto de las energías renovables.


¿Cuánto falta para bingo?

CAMBIO DE FASE

Se acabo la fase uno con Feijoo. Entramos en la siguiente fase, esperemos que, con Sánchez, porque el monarca es competente para darnos sorp...