martes, 5 de enero de 2016

5 de enero.- ES MEJOR CAMINAR, QUE SENTARSE Y PONERSE A ESPERAR


El PSOE ha calificado de definitiva su negativa a apoyar un gobierno del PP. A partir de este momento, empieza a cobrar toda la importancia ser capaces de comenzar a superar las diferencias existentes con Podemos y avanzar para ver si es posible alcanzar una coalición de izquierdas, que será la única manera de que se vuelva a gobernar en favor de una mayoría social de izquierdas. Esa es además la opción de gobierno que cuenta con el apoyo de más de un veinte por ciento de los españoles.

El PSOE está obligado a intentarlo y a hacerse cargo del deseo de cambio existente en el conjunto de los votantes progresistas, y si es posible, incorporar a ese acuerdo a los partidos a su izquierda dispuestos a apostar por intentar formar gobierno. La aritmética no hace verlo como algo fácil de lograr, pero sí que es posible, y la sensación que transmiten los partidos con su actitud de estar a la espera, es que no hacen nada, mientras entre los ciudadanos crece la incertidumbre.

Al margen de si los números acabaran permitiendo un gobierno posible, en una democracia parlamentaria la pregunta fundamental es ¿en qué materias es posible pactar para formar un gobierno? Son muchas las cosas comunes en los programas electorales de PSOE y Podemos: la lucha contra la desigualdad, los desahucios, la pobreza energética, mejorar la redistribución de la riqueza, la recuperación del estado de bienestar, abordar la mejora del mercado laboral, las relaciones laborales, la formación que mejore nuestro modelo productivo, muchos de estos aspectos están detrás de la derogación de la reforma laboral del PP. Todos son temas en los que el acercamiento y alcanzar el pacto parecen posibles, y son las grandes demandas que exige esa mayoría social.

También debe abordarse la agenda territorial. Si ahora hablar de referéndum en Cataluña es algo no asumible por una parte, si puede serlo pactar una reforma constitucional a medio plazo que desbloquee la situación catalana. Esa reforma puede incorporar el derecho de los españoles a votar sobre su futuro, con todas las garantías de legalidad. Sin miedos y buscando dar una solución definitiva a lo que son reivindicaciones históricas no solo de Cataluña. Pero forzar la exigencia de una reforma constitucional ya, seguramente es el mejor motivo para no avanzar en los cambios económicos y sociales que  necesitamos los ciudadanos.

Para que un acuerdo sea posible, los responsables de ambos partidos deberían empezar por  encerrarse desde ya, y ambos ser capaces de no arrojar la toalla y de no levantarse de la mesa hasta que tengan definidas las medidas concretas que se pondrían en marcha, incluyendo propuestas de ambas formaciones, desde las que ya son de principio compartidas, algunas de ellas forman parte de la llamada ley de emergencia social, pero también otras que el dialogo puede propiciar. No deberían incluirse aquellas que choquen con los planteamientos europeos actuales, pero que sí podrían ser incluidas en un bloque junto al compromiso de su negociación posterior.

Son muchos los retos y reformas que hay por delante, y que deben someterse al consenso. Partidos que se califican de izquierdas no pueden cerrarse en sus posiciones iniciales, mucho menos si ambas formaciones se definen como republicanas, federalistas y demócratas. Ni PSOE ni Podemos pueden abandonar a sus votantes permitiendo que gobierne de nuevo el PP. Es hora de aparcar lo que hasta ahora han sido exigencias irrenunciables, que si se analizan bien, tienen poco que ver con los principios políticos de ambas formaciones. No estaría demás mirarse en lo realizado en nuestro país vecino, a lo que se debe incorporar IU como han hecho los portugueses

Si es la postura de Podemos o la de otros, la que no permite alcanzar un gobierno progresista, serán esas formaciones las que tendrán que explicarlo a sus votantes durante la campaña electoral que de no alcanzarse ese acuerdo va a suponer. Aunque aún nadie ha arrojado la toalla por considerar imposible la formación de un nuevo gobierno, la realidad es que para algunos es como si la pre campaña se hubiese iniciado ya la noche del 20 D. Basta leer declaraciones y ver algunas actitudes para apreciar que son muchos los que desde ese momento, andan preocupados en que los ciudadanos les vean lavarse las manos, para no aparecer como responsables de unas nuevas elecciones.


El PSOE debe demostrar que los socialistas habrán hecho todo lo posible para evitar que esa repetición se produzca. Eso sí, todo menos que debamos suicidarnos políticamente apoyando al PP, por eso es tan importante la negativa ratificada hoy como definitiva.

 Ha llegado el momento de empezar a caminar, no más esperas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CAMBIO DE FASE

Se acabo la fase uno con Feijoo. Entramos en la siguiente fase, esperemos que, con Sánchez, porque el monarca es competente para darnos sorp...