miércoles, 20 de enero de 2016

20 de enero.- EL REFRANERO, LO MEJOR DE LA MARCA ESPAÑA


Pese a las patadas que se lanzan entre los partidos de la izquierda, alguien debería ir pensando en que es la hora de la colaboración entre todos, y cada día parece mas imprescindible si se desea alcanzar el objetivo de ver fuera al actual inquilino de la Moncloa. Hoy hace un mes que hablamos en las urnas, y nadie parece haber entendido el mensaje de los ciudadanos.
Ni el PP ha movido una sola ficha, limitándose a decir que los demás son irresponsables (no recuerda lo irresponsable que el ha sido cuando ha sido gobierno), ni el PSOE ha podido mover sus fichas en el tablero como pensaba que podría hacerlo, ni Podemos tiene fichas suficiente para lanzar su pretendido jaque, e IU cuenta solo con un numero de fichas testimonial. El PSOE es la pieza de todos los encajes, pero nadie quiere encajar con él y con quien si lo quiere, el PSOE no lo desea.
Sobre la posibilidad de un acuerdo de izquierdas para formar gobierno, este no se antoja cercano. Es clave para eso, que se produzca un acercamiento PSOE -Podemos, que no se imagina hoy aún posible. Parece que en Podemos no acaban de encajar, que no ha conseguido dar el sorpasso al PSOE., ni tampoco hacer desaparecer a IU, ni a los otros pequeños partidos con vinculación territorial. Pese a eso, aún sigue queriendo arrogarse el titulo de ser el representante de la izquierda. El discurso que ayer, tras la constitución de su grupo parlamentario, pronunció el portavoz de Podemos, daba la sensación de que ya tienen decidido que se repitan las elecciones.
En esa dirección apuntaba con su intervención Errejón, puesto que señalaba al PSOE como causa de todos los males de esta semana para Podemos, pero sobre todo, lo que resultó más sorprendente fué que le criticase por facilitar grupo a ERC. Todo menos hacer autocrítica y darse cuenta de que no tienen patente de corso sobre sus formaciones allegadas, sino que eso corresponde solo a ellas y a sus miembros. Tampoco IU ha escapado a las criticas de Podemos. A IU puede reprocharle que no haya sido hábil en su negociación con ellos, pero no puede culparla de todos los males que no pueda imputarle al PSOE.
Parece difícil para todos, asumir que la situación que vivimos es nueva, tanto para los electores como para los electos. Los primeros tenemos bastante con vivir la incertidumbre, pero los electos no pueden ir a su bola, haciendo que a un mes de las elecciones no se atisbe luz en la noche. Y lo que a ninguno parece importar es que mientras eso ocurre, Bruselas pregunte ¿que hay de lo mio? al exigirnos más recortes, y sobre Cataluña no parece que nadie este dispuesto a poner sobre la mesa una salida que satisfaga a todas las partes,.
A quienes esperaban un nuevo gobierno del PP, se les ve frustrados por la imagen que les transmite un presidente en funciones que sigue ivernando inmutable, también ahora, y no solo los pasados cuatro años. Eso les transmite que no tiene esperanzas de poder gobernar. El único consuelo a su españolismo lo encuentran en el líder de Ciudadanos, que le atusa el cabello al presidente agonizante junto a su lecho. Hoy sin ir más lejos, les ha administrado una dosis de unidad patria, al oponerse a un grupo de ERC BILDU IU, aunque jurídicamente fuese posible constituirse. Pero de ahi a darle su voto a favor de investir, nada de nada.
Y a quienes desean encontrar la solución por la izquierda, algo parecido. Tienen a Sánchez en su intento por llegar a gobernar a toda costa, pero lastrado por problemas que le airean desde su casa y problemas que le crean aquellos que podrían ayudarle desde fuera,. Luego está Podemos, que ya ha empezado a enterarse de que el 20 D no alcanzó los cielos y eso le hace aparecer cada día menos ambicioso, incluso puede que debilitado por sus allegados regionalistas, que empiezan a ser solo sus conocidos, a lo que se le añade que ya no flirtea con IU. La situación no parece la mas propicia para el objetivo de derogar las leyes de cuatro años, que han puesto a los ciudadanos al servicio de la economía, en lugar de hacer todo lo contrario.
Pocos ciudadanos de izquierda entienden que los partidos a los que han votado se miren su propio ombligo, mientras postergan la regeneración de nuestra democracia y alcanzar el consenso en un programa de mínimos, que parece lo que ahora tocaría hacer. Todo nos indica que lo más valioso de la marca España es el refranero: entre todos la mataron y ella sola se murió. Aunque otro dice: la esperanza es lo ultimo que se pierde.

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