sábado, 1 de agosto de 2015

AHORA TOCA MARIANO EL BUENO

Ultimo viernes de julio y Consejo de Ministros. En rueda de prensa el mismísimo Mariano Rajoy. No solo hace alarde de sus aciertos, sino que en materia de “presencia pública” continúa tirando la casa por la ventana. Ha pasado de cuatro años tras el plasma para que no le preguntasen por sus errores y sus prácticas de nepotismo (trato de favor hacia familiares o amigos, otorgándoles cargos o empleos públicos por el mero hecho de serlo, sin tener en cuenta otros méritos), a cuando se acercan las elecciones generales, aparenta sufrir un arrebato de “necesidad de hablar”, de mostrarse bondadoso y comprensivo con el maltratado españolito, pero porque precisa de su voto. Ahora Mariano ya no es el de los recortes, ahora ya es Mariano el bueno.

Hoy ha aprobado los Presupuestos del Estado para que quien le suceda apechugue con su herencia. Si ayer anunciaba subida de sueldo a los funcionarios, hoy habla de nuevas rebajas de impuestos. Luego no recoge esos compromisos en los presupuestos que aprueba, pero así comienza la campaña electoral oficialmente  abriendo el tarro de las promesas electorales. No le importa que su postura resulte impresentable e increíble después de cuatro años para los que prometió lo que el viento se llevó. No le importa,  que esta haya sido la legislatura de la miseria, de la pobreza y de una deuda impagable. De nuevo promete el cielo.

Solo que piense que el pueblo español es ciego, puede justificar sus promesas. No le queda credibilidad y parece que no sabe de lo que habla con la que está cayendo en la calle. Tal vez piense, que a nadie se le pasa por la cabeza que en lugar de bajar los impuestos a las rentas más altas, hubiese sido mejor para todos aumentar el personal sanitario y el educativo, o apoyar a nuestros investigadores para que no sigan teniendo que irse fuera del país. Hace las mismas promesas que hace cuatro años, pero además ahora las acompaña presumiendo de logros económicos aunque estos no se perciban por la gente, y mientras, sigue mirando para otro lado ante la corrupción

Y es que por mucho que los asesores le cambien el decorado en sus intervenciones televisivas, sigue siendo Mariano, el de tantas sus meteduras de pata, el que ni con brillantes comparecencias logrará lavar su imagen de político de obviedades, escaqueos y tics antes de mentir. Puede que su sobreactuación actual de bondadoso que demuestra desde las municipales, acabe volviéndose en su contra. Ha pasado de ser un presidente al que no se le vea el pelo, a que nos encontremos tu foto hasta en el rollo del papel higiénico, y eso lleva al hastío del votante. Ha pasado de ser el más crítico contra el populismo, a ser el mayor de los populistas. Pero su problema es que son tantas sus promesas incumplidas que ya no le cree nadie, salvo los que le deben la teta de la que se amamantan.

No discuto que hay una mejora macroeconómica en España, pero se debe a decisiones externas y no a las suyas. La austeridad de la política de este gobierno nos hubiese hundido, si no existiese una protección al euro que ha realizado el BCE, sin la depreciación del euro que ha relanzado la exportación, o los bajos precios de los combustibles, pero nada de eso es gracias a Rajoy. Él ha malvendido lo que era de todos para cuadrar las cuentas del Estado y no lo ha conseguido. El teléfono, la luz y los carburantes están más caros que nunca, sin corresponderse con su coste real. Y si, puede presumir de boom turístico español, pero porque detrás de ese boom están los atentados en países árabes o la crisis griega. Si esas circunstancias externas cambian, la recuperación de Rajoy se nos va por la alcantarilla.

Pero mientras eso no ocurra, Mariano habla ahora más que nunca. Europa en público calla, pero no por respeto, sino por su  interés en que Rajoy continúe de presidente, porque en la UE saben que ningún otro candidato español le será tan útil y dócil para los intereses de las multinacionales y los gobiernos de derecha como lo es Rajoy. Mientras, en privado, esa  Europa le está pidiendo a Mariano más recortes, pero entiende que los aplace  por las elecciones. A esa Europa no les preocupa que el gobierno de un país socio este sostenido sobre un partido político con casi todos sus líderes implicados en casos de corrupción, ni le importa que en ese país lo estén pasando mal los mayores y los jóvenes, o que las políticas de recortes hayan sido indignas para con personas honradas en paro que no perciben nada, o que sea un país con la tercera parte de sus trabajadores con retribuciones inferiores a los setecientos euros mensuales.

No debería estar tan  satisfecho como aparenta, porque Rajoy todavía nos deja con los impuestos y el paro más altos que los que "heredó", y con un empleo de mucha peor calidad. Deja una España que aún se gasta más de lo que se ingresa, y con una economía sumergida de la que no quiere oír hablar porque vienen elecciones. Hay que ser muy hipócrita y mentiroso para dar la rueda de prensa que ha dado: hipócrita por decir que creceremos el cuatro por ciento, pero las subidas que aprueba son miserables para pensionistas y nimias para los funcionarios. Miente negándose a admitir que los beneficios obtenidos por unos pocos, los hemos pagado los demás.

Cospedal y Rajoy han gobernado al dictado de la avaricia, y han conducido a una ruina social lamentable a esta región y a todo el país. Ella ya se fue, y él tiene toda la pinta de que se irá. Aunque se vista de seda…

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