viernes, 31 de enero de 2014

La Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local y su incidencia sobre el medio rural.

Esta ley nos llega en un momento, en el que la Europa rural, y particularmente la España rural, gracias a la labor de muchas personas que han dedicado parte de su vida al desarrollo de los territorios rurales, estaba en un proceso de cambios positivos y de profundización de la democracia.
La sociedad en su conjunto, está cada vez más interesada en lo rural como complementario de lo urbano, con una menor identificación de lo rural solo con la agricultura, y cada vez mayor con el medio ambiente y el paisaje. Se han puesto en marcha legislaciones sobre el desarrollo del medio rural y se han creado departamentos y Consejerías. En una Europa más rural (90% territorio, 57% población) y en continuos cambios, pero insuficientes ante  las demandas sociales que existen, persiste una renta p/c menor a la urbana, y un menor nivel de formación entre sus habitantes en comparación con los de las ciudades. El medio rural ofrece menos oportunidades para jóvenes y las mujeres, y persiste una importante brecha digital rural, y grandes diferencias entre las distintas zonas rurales europeas.
La sociedad rural se ve obligada a  responder a múltiples cambios. Los primeros son los cambios SOCIO ECONOMICOS, como son:Existe ahora una estructura social rural más compleja, con mayor diferenciación dentro y fuera del sector agrario, con mayor diversificación de las actividades y de las profesiones, con una reducción del protagonismo de las élites agrarias tradicionales (lo  que  propicia el ascenso de nuevas élites rurales). Además ha de hacer frente a una nueva dinámica social, a la aparición de nuevas oportunidades para la acción política. En muchos casos, se dan situaciones locales marcadas por la cooperación o la confrontación entre nuevos y viejos actores rurales.
Una segunda respuesta que se le exige a la sociedad rural es posicionarse ante un nuevo CONTEXTO CULTURAL, en el que encontramos una nueva visión del espacio y el territorio. Aparecen nuevos criterios relacionados más con la calidad de vida, que con la producción, junto a una revitalización de lo local como marco  de referencia para la población rural. Estamos ante la aparición de nuevas oportunidades culturales que pueden ser aprovechadas por los distintos actores económicos y sociales según interpretan el actual proceso de cambio.
También se ve obligada a responder a CAMBIOS POLITICOS, entre los que merecen especial mención algunos como la pérdida de importancia de la agricultura en el conjunto de la economía rural, en muchas zonas rurales. A este hay que añadir la reducción de la población agraria en el conjunto de la sociedad rural, el declive de la influencia de las élites agrarias en los centros de decisión, junto con la diversificación de las actividades en el medio rural y la mayor complejidad de su estructura social. También la apertura y liberalización de los mercados, la recuperación de lo local y el fomento de las iniciativas de desarrollo endógeno, y las nuevas demandas en materia de calidad y de protección ambiental, son cambios importantes a los que se exige una respuesta correcta en el momento y en el contenido.
Otra respuesta la exige la nueva COMPLEJIDAD SOCIAL. Así, la diversificación de las actividades económicas, el aumento de la pluriactividad de los agricultores, el avance del sector agroalimentario y del sector terciario, el aumento de servicios públicos ligados al estado del bienestar, y la multifuncionalidad rural (función recreativa, de ocio, ambiental), deben de ser afrontados, Otro fenómeno fundamental es ver cómo junto a los tradicionales actores agrarios, conviven y actúan grupos con otros intereses que perciben de forma diferente los procesos de cambio.
Y por último, también exige una respuesta  el cambio que supone la existencia de unas NUEVAS FRONTERAS DE TRABAJO. En el medio rural, el tiempo pasa más rápido de lo que cambian las mentalidades, y así pasamos de pertenecer a un pueblo a ser  de la comarca. Las decisiones de las personas sobre donde trabajar, vivir, o descansar tienen lugar sobre territorios más amplios (los mercados de trabajo ya incluyen a las ciudades), lo que conlleva que existan diversas condiciones de ruralidad en España (áreas más periféricas, pueblos de montaña, etc.) Las estrategias de vida tienen que adaptarse a una realidad cambiante.
En este escenario, el 30 de diciembre de 2013 en el BOE se publica la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, más conocida como LEY DE LA REFORMA LOCAL
¿Que implica esta Ley? Habría que comenzar diciendo que lo más importante que implica es que viene a desmantelar la democracia de nuestros pueblos y ciudades. Implica un cambio de modelo de Estado que termina con el municipalismo, que los Ayuntamientos dejarán de ser instituciones autónomas locales para ser gestores de lo que dictan otros. Implica  una recentralización que es contraria a una democracia avanzada, descentralizada, cercana a la ciudadanía, y un frenazo en la profundización de la democracia en nuestro país.
Esta Ley es la vuelta a la tutela sobre los Ayuntamientos. Es un desprecio a los Ayuntamientos al no considerarlos una parte del Estado igual que las demás administraciones, y un ataque al modelo autonómico, al ignorar las competencias locales que se recogen en los nuevos Estatutos de Autonomía. Esta reforma, es parte del proyecto del PP de re centralizar el Estado y poner fin al Estado de las Autonomías, puesto que no respeta la Autonomía Local ni los EE AA, que forman parte del bloque de constitucionalidad ya consolidado.
Puede decirse sin temor a equivocarse que es una intervención a la autonomía de los Ayuntamientos, dándole el poder a las Diputaciones.  (Explícitamente,  a los < de 5.000 habitantes e implícitamente los < de 20.000 habitantes). Especialmente significa  una amenaza directa a las Entidades Locales Menores, que pierden tal consideración.
Entre sus repercusiones económicas están que consagra todo a la sostenibilidad financiera, y no al servicio de los ciudadanos. Es la privatización de los servicios públicos municipales, estableciendo el  llamado "coste efectivo" de los servicios, que se fijará bajo criterios del Ministerio de Hacienda y AA.PP. Los servicios sociales son los más afectados, ya que no serán atendidos por los Ayuntamientos. A su vez, la Ley favorece literalmente “la iniciativa económica privada” y “ajustarse a los principios de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera reconocidos por la Constitución en su artículo 135 (Prima el pago de la deuda sobre cualquier consideración política o social).  Las privatizaciones y recortes de servicios públicos municipales supondrán precariedad, pérdida de calidad y de aproximadamente 200.000 puestos de trabajo.
Sobre la estructura administrativa municipal, produce la recentralización del funcionariado, ya que las funciones de Secretaría, Intervención y Tesorería pasan a depender del gobierno central. Así mismo implica la insuficiencia financiera para atender los aspectos sociales de los ciudadanos, y conlleva  la desaparición de unos servicios públicos de calidad.
En resumen, esta reforma convierte la experiencia de los Ayuntamientos democráticos en una excepción en nuestra Historia.
 
Como muestra de un cinismo desbordado, la reforma se ha planteado como “una gran necesidad”, lo que se justifica en base una serie de falsedades que es necesario desmontar.
Justifican la reforma por la estabilidad financiera y la eliminación de duplicidades, lo que resulta FALSO, puesto que la mayoría de ayuntamientos han cerrado en positivo, porque el endeudamiento proviene del Estado. Se argumenta la pretensión de que se dejen de prestar servicios duplicados, también FALSO, puesto que los municipios han colaborado y han sido los más comprometidos en evitar duplicidades, porque carecían de recursos. Se afirma que los Ayuntamientos son un escalón en la estructura del Estado, lo que resulta también FALSO para cualquiera que conozca el municipalismo en España, puesto que los Ayuntamientos no son un escalón, sino la pieza fundamental.
Afirman que la reforma supone una apuesta por la igualdad de los ciudadanos, otra nueva FALSEDAD, puesto que supone un recorte de derechos sociales, perjudica a los más vulnerables, y crea municipios de primera y municipios de segunda. Dicen sus defensores que es una apuesta por la cercanía de la Administración, lo que también es  FALSO, puesto que en realidad es un  golpe de estado de guante blanco  al municipalismo, y el ataque más grave y directo de la historia a los ayuntamientos. Un último argumento de quienes apoyan esta reforma es que va a suponer una mejora en la prestación de los servicios públicos. También es FALSO, porque lo que supone en realidad es un cambio de modelo hacia la privatización de los servicios, especialmente de los servicios sociales.
En cualquier caso hay algunas cuestiones innegables de esta reforma. Entre ellas debemos destacar varias: Menosprecia a los Ayuntamientos, sobre todo a los más pequeños, y los relega a administraciones de segunda; Es una oportunidad perdida porque no afronta el verdadero problema: la financiación local; Tira por tierra los avances conseguidos entre las Administraciones a través del dialogo; Tiene muy difícil su aplicación, de hecho ya aplaza algunas medidas (post elecciones); Responde a una táctica política; Aleja al ciudadano de la Administración, y más a los ciudadanos rurales;  Afecta especialmente a los ayuntamientos que ya tiene problemas económicos, sobre todo a los pequeños; Los alcaldes, más aún los de pueblos pequeños, deberán pedir permiso para hacer determinadas políticas, pese a que dispongan de suficientes recursos;  Priva a los ayuntamientos de prestar los servicios sociales de proximidad que los ciudadanos necesitan, tan necesarios en un medio rural envejecido.
¿Qué hacer frente a una reforma “ideológica” y hecha al margen de los verdaderos problemas de los ciudadanos (la desigualdad, el desempleo y el baja calidad de nuestra democracia)? La respuesta la hemos encontrado en Gamonal y en las Mareas blancas de la sanidad madrileña: Movilizaciones ciudadanas, recursos judiciales. Y aprender de los errores del pasado: no votar a quien defiende un modelo de país centralista y centralizado, donde los ciudadanos ni pinchan, ni cortan.
 

martes, 28 de enero de 2014

Contentos, pero no confiados


La mayoría de los sanitarios de este país, hemos recibido con satisfacción la decisión del TSJM de suspender la privatización de la sanidad en Madrid, fruto de quince meses de protestas en las calles y muchos argumentos en los tribunales. Destacable por su sencillez, con independencia de los argumentos jurídicos, la motivación de esa decisión: por los "daños irreparables" que ello podía suponer. Hasta los jueces madrileños, (no precisamente sospechosos de ser demonios comunistas con rabo) reconocen que las reformas impulsadas por el PP, como la sanitaria (pero le es aplicable a la educativa, laboral, fiscal, etc.) no tienen freno y marcha atrás, especialmente para los ciudadanos de menos recursos.

Lasquetty dimite, buen viaje lleve.  Ha sido penoso, que la decisión se adopte por las presiones ciudadanas y las resoluciones judiciales, y no como fruto del dialogo, ese que Rajoy prometía cuando ejercía de candidato. Se puede ver, como a pesar de esta enésima resolución judicial contraria a su propósito, el gobierno de la Comunidad ha echado mano del socorrido "respeto pero no comparto" y argumenta de nuevo sobre la legalidad y la viabilidad de su propuesta. Dicho de otra manera, siguen erre que erre.
Conscientemente, el presidente madrileño nos lanza un mensaje claro: si cesan las presiones, volverá a intentar colar la pelota en la portería. El dialogo era una pose antes de las elecciones, y lo más grave, sigue siendo una pose pese a lo acontecido. Que se exprese así tras el auto paralizador, solo es concebible si a Ignacio Gonzalez le va la marcha.
La otra explicación posible es que también esto sea parte de la cortina de humo con la que quieren tapar sus vergüenzas en la Gurtel o en Marbella. Si es así, es ya demasiado humo para los españoles, y para los madrileños en particular. Ser madrileño y tener a Botella y a este tipo al frente de las instituciones solo puede ser fruto de un mal sueño para la gente de bien.

Ambos máximos representantes, lo son como resultado de las componendas de su partido, pero en ambos personajes es evidente su fobia al diferente, al que piensa distinto, al que no es de su cuerda, y mucho mayor aún, contra quienes fueron de su cuerda y ahora están enfrente. Las hemerotecas están llenas de sus calificativos a profesionales sanitarios y asociaciones que no han querido aceptar su modelo, carente de bondad asistencial para muchos, y cegado por lograr el beneficio económico para unos pocos.
 La resolución debe animarnos a seguir defendiendo la sanidad y los demás servicios  públicos de todo el país, pero será muy difícil recuperar lo que en dos años este gobierno se ha llevado por delante. No puede cesar la lucha contra los recortes de derechos, porque pese a esta y otras resoluciones judiciales, cualquier día podemos despertar sobresaltados viendo como para el PP el proyecto de privatización de la sanidad no estaba muerto, solo mal enterrado.

domingo, 26 de enero de 2014

¿Que el PP pierde intención de voto europeo? Un engañabobos

Esta mañana, nos desayunábamos con una encuesta que daba ventaja de más de un punto al PSOE sobre el PP en las próximas elecciones europeas, porque el PP baja mucho. Esa es una forma de verlo, la otra es que el PSOE pierde diez puntos respecto a los últimos comicios de la UE. Si algún socialista se siente satisfecho con esta predicción, debería revisar sus neuronas y quizás llegue a la conclusión de que necesita resetear su cerebro.
Otra lectura de la encuesta es que hay una subida importante de IU en esa intención de voto. Igual le diría a sus militantes satisfechos, puesto que si con la que está cayendo sobre los ciudadanos en la última legislatura de Zapatero y en los dos años que llevamos de Rajoy, IU no es capaz de pasar de un 15% en intención de voto, también deberían no estar satisfechos con esa previsión.
Yo sigo convencido, como otros muchos, de que en la izquierda hay capacidad de actuar, pero también de que la desafección a la política de los ciudadanos es cada día mayor, y el dato de un previsible 54% de abstención es una muestra de que para muchos la política es parte de un sistema corrupto. La política nunca ha servido a los pobres, y como cada día más ciudadanos engrosan el colectivo que sufre carencias básicas, el desapego está garantizado e in crescendo.
Algunos ven la solución en la salida del sistema, pero por mucho que nos apeteciera esa salida, tanto del monetario como del político, los países que han intentado salir, hoy son los más perjudicados precisamente por su aislamiento. Si hoy nos abruma pensar que el gobierno imponga una ley mordaza, en ese supuesto, la mordaza resulta total, careceríamos de voz, y nos convertirían en una especie de país en peligro de extinción.
Una proyección de los datos de la encuesta citada, a un escenario de elecciones generales, con los matices de circunscripciones que esa proyección de voto implicaría, abre en España tres posibilidades de alianzas. La primera debe ser descartada por ser su planteamiento el haraquiri del PSOE, la coalición a la alemana PP-PSOE. La segunda es la alianza PSOE-IU, la coalición a la andaluza, difícil pero factible. La tercera es la alianza a la extremeña PP-IU que también sería la inmolación de IU a nivel estatal.
De darse la segunda, en ningún caso puede verse como resultado de la misma, un gobierno fuerte de izquierdas. Un avance hacia posicionamientos de izquierda estaría asegurado, pero está claro que al no obtener una mayoría absoluta, se permitiese cambiar las cosas a la velocidad que el PP lo está haciendo en esta legislatura.
Valdría la pena, aunque solo fuese por perder de vista al actual gobierno, más próximo en algunas políticas al fascismo que al neoliberalismo, pero muchos de los planteamientos que se harían carecerían de recursos económicos para llevarse a cabo, porque si el actual gobierno se excusa en la herencia recibida del anterior, el próximo recibirá una herencia aún más precaria que la recibida por el actual.
Volviendo a la encuesta europea, estas elecciones tienen mucha importancia, porque cambiar las mayorías en el Parlamento Europeo, permitiría intentar cambiar la actual política económica de la UE, aunque mientras siga en vigor el modificado artículo 135 de la Constitución, seguiremos dominados por Alemania, a quien habrá que abonar primero la deuda que tenemos antes de poder usar los recursos en políticas sociales, hará que ese cambio en Europa resulte insuficiente.
Mientras IU crece, para el PSOE, el dilema en estos comicios es si se nos sigue viendo como más de lo mismo, o logramos dar un vuelco interno capaz de sorprender al electorado, y que permita el paso de la indiferencia actual de los ciudadanos a lograr su interés por las propuestas. Retrasar los cambios que la gente espera en la calle, solo aumenta la indiferencia. Independientemente de los números, eso es lo que dice esta encuesta.

martes, 21 de enero de 2014

Con reproches no habrá unidad de la izquierda


Ayer tarde asistí a la conferencia que pronunció en Albacete, Juan Carlos Monedero, profesor titular de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Complutense de Madrid. Además de su labor universitaria y de un amplio currículo profesional, en los últimos días su nombre ha saltado a los medios de comunicación como impulsor, junto al también profesor universitario y tertuliano Pablo Iglesias, de la iniciativa PODEMOS con el objetivo de aglutinar a la izquierda española, de cara a los comicios europeos de dentro de unos meses.


Aunque desde PODEMOS se manifiesta esa voluntad aglutinadora, su aparición en el panorama político, viene a poner sobre el escenario una opción más ante los electores. Con esta formación, son ya varias (más de cuatro) las candidaturas de izquierda que se perfilan para las elecciones europeas, con lo que puede que en lugar de aglutinar, acabe agravando aún más el eterno problema de la izquierda, especialmente de la española: su fragmentación.
Con una oratoria amena, expuso un diagnóstico a mi juicio acertado de cómo hemos llegado hasta aquí, reconociendo el aspecto sistémico e integral de la crisis que sufrimos, y la incapacidad de la izquierda para (tras hacer un buen diagnóstico) ser incapaz de aplicar una respuesta acertada a los problemas. Así mismo la actitud de pesimismo esperanzado ante la situación política que expuso, creo que es compartida por muchos ciudadanos.

La unidad de la izquierda, sigue siendo el gran reto a cuya resolución se  deberían dedicar todas las fuerzas posibles. Y en teoría, no debería ser difícil de alcanzar, puesto que son más los principios que nos unen que los que nos separan, aunque no es menos cierto que son más los personalismos que nos separan, que los que nos unen. La respuesta está en el dialogo, y la cuestión a plantear es si hay voluntad de dialogar o no la hay.  Si el dialogo se produce, lo que sería deseable, deberían ponerse sobre la mesa propuestas concretas que todas las partes considerasen viables a corto plazo. No puede plantearse un dialogo sobre metas a medio y largo plazo, ni perdernos en teorizar, porque eso no permitiría ni tan siquiera iniciar el camino del dialogo.

Pero la gran dificultad está en que al discurso de cada parte, siempre se añade el reproche hiriente a las otras, y lo que ha sido un reproche frecuente de Izquierda Unida hacia el PSOE, en la conferencia a la que hago referencia se convirtió en un reproche de PODEMOS no solo hacia el PSOE, sino también hacia Izquierda Unida. Y si esa percepción personal que tuve, es real en una de las cabezas visibles de PODEMOS, el encuentro y el objetivo de la recién aparecida iniciativa me parece difícil de conseguir. En el fondo el conferenciante, acabó cayendo en el error que criticaba.

Cuando se busca la unidad para alcanzar cualquier objetivo a través del dialogo, ese dialogo nunca puede plantearse con matices, sino que debe ser abierto y claro. Todos podemos encontrar reproches hacia el otro o los otros, pero la unidad que en alto proclamamos desear, no puede buscarse desde la exclusión de nadie. Al PSOE pueden reprocharse ciertas actuaciones de sus dirigentes, como al resto de fuerzas de la izquierda, pero la unidad de la izquierda, no es una unidad de dirigentes, sino la unidad de las bases, de los ciudadanos de izquierda. La unidad alcanzada desde las direcciones, solo representará la continuidad del actual sistema, y suscitará el rechazo de los ciudadanos.
Si se quiere trabajar por esa unidad, debería desaparecer de quienes la promueven, la consigna PSOE y PP son la misma cosa, no solo por hiriente, sino por falsa. Dos años de PP deberían ser suficientes para demostrar que tal afirmación es disparatada a todas luces, aunque la modificación constitucional contase con el beneplácito de ambos partidos. Comparto con PODEMOS que es el momento de nuestra historia en el que estamos obligados a unirnos, o como mínimo, a intentar unirnos, pero si realmente quieren lograrlo deben empezar por desterrar las exclusiones de su discurso. Nos jugamos mucho, y como dice la frase, “sino vamos juntos nos ahorcaran por separado”.
La calle espera una oferta única de la izquierda que le devuelva la esperanza de que cambiar el rumbo es posible. Si no se consigue esa unidad, el discurso que va a seguir transmitiéndose a la sociedad es el mismo que lleva años haciendo fuerte a la derecha: que cada cual se las apañe como pueda. Es el discurso neoliberal del individualismo frente al de la cooperación de los progresistas. 
 

lunes, 20 de enero de 2014

Sobre el Reglamento de Primarias del PSOE

Ayer leí con detenimiento el reglamento de primarias aprobado el sábado por el Comité Federal, y aunque algunos aspectos podrían haber sido mejor clarificados, y contempladas algunas situaciones, incluso como excepcionales, creo que procede respetar lo aprobado por una mayoría, en lugar de dilapidar energías recurriendo contra su contenido, o desgastando a la organización con críticas públicas, que aún fundadas, solo benefician al rival político, por la izquierda y por la derecha.
Personalmente considero que haber conseguido en el PSOE las primarias es el fruto del trabajo de muchos colectivos socialistas que desde unas posturas aperturistas, han presionado frente a la oposición de los órganos de dirección,  para que hoy, con todas sus imperfecciones, las primarias sean una realidad. Son entre otras cosas, resultado de iniciativas, entre otras, la de  “un militante, un voto”, por la que muchos hemos peleado desde años atrás, encontrando el no por respuesta.
He leído críticas a la necesidad de firmar un documento para participar. A mí me preocuparía que no se tuviera que firmar nada, porque quienes participen deben compartir al menos unos principios. Y tampoco es descabellada una cuota simbólica por participar, que no veo como una barrera, porque organizar una elección de esta envergadura no es ni fácil ni barato, por lo que colaborar en los gastos con una pequeña cantidad con persona parece razonable. Quizá debería haberse establecido alguna exención de ese pago, y permitir participar  sin pagar, por ejemplo a los desempleados sin subsidio u oros colectivos, porque mucho de nuestro potencial electorado está dentro de esos colectivos.
También creo necesario un censo previo, aunque disminuya el número de participantes, puesto que la dispersión geográfica de estos, permitiría irregularidades difícilmente rebatibles, al poderse votar en varias localidades próximas si no existe ese censo. Si además hay que poner mesas electorales con un número máximo de participantes por mesa, o se conoce el censo previamente o el caos organizativo estaría garantizado.
Hay aspectos que me resultan más discutibles. Creo que lo hubiera mejorado que fuese a doble vuelta, participando en esa segunda ronda los dos aspirantes más votados, pese al riesgo de incrementar las tensiones personales entre los participantes como candidatos, que se incrementarían al realizarse a doble vuelta. Tampoco veo claro exigir un mínimo del 5% de avales con un tope del 10% máximo, porque restringe la participación de candidatos, aun sabiendo que para el que tenga respaldo en la organización, ese mínimo no debe ser obstáculo, y si no lo tiene, difícilmente será el electo.
En cualquier caso, las primarias eran una iniciativa necesaria demandada por del conjunto de la militancia, y que la dirección federal ya no podía eludir. Pero la Ejecutiva Federal, debe ser consciente de que su gran reto una vez aprobadas, es que funcionen, y para lograrlo este proyecto deben hacerlo ilusionante no solo para la militancia, sino para la ciudadanía. Es el momento de hacer pedagogía del reglamento, de explicar bien los contenidos del documento a firmar por los participantes, de cómo será la votación y, sobre todo, dejar claro qué somos un partido participativo, y que representa a personas.
La puesta en marcha del proceso de primarias abiertas, supone una declaración de buenas intenciones, aunque el pasado lastre nuestra credibilidad. Para evitarlo, la presentación del sistema de primarias abiertas, debería acompañarse de una declaración de principios acorde con los contenidos aprobados en la Conferencia Política, en la que se acordó su implantación.

domingo, 19 de enero de 2014

La Ley de Interrupción del embarazo de Rajoy

Aunque me afecta también como médico, no he realizado ninguna entrada al blog sobre el tan actualmente mediático asunto del aborto. Y no lo he hecho, no porque no tenga opinión al respecto, sino porque estoy convencido de que plantear esta reforma, y en este momento, es solo una maniobra del PP tratando de desviar nuestra atención de otros temas de mayor calado político, aunque menor impacto social. Una amiga me ha pedido opinión al respecto, y mi  comentario es breve.
No creo que esta sea una ley de Gallardón, sino una ley del gobierno de Rajoy, y por tanto del propio Rajoy, que se escuda en su ministro para evitarse el desgaste político que sabía le supondría al PP su tramitación. Las encuestas muestran ese desgaste del PP, y él ha colocado delante el parapeto de Gallardón para que los golpes no le alcancen.
Indiscutiblemente es una ley regresiva, y que nos retrotrae a mis épocas de estudiante, (casi cuarenta años atrás), cuando solo podían abortar quienes disponían de recursos económicos para viajar fuera de España, y en la que las mujeres con menos recursos se la jugaban con métodos que ponían en riesgo su vida. No entiendo que el ministerio de sanidad guarde silencio en este asunto que le afecta directamente, salvo por la obediencia debida, ya que, repito, es una decisión personal del presidente del gobierno.
El PP se ha acostumbrado a mentir, y aquí también lo hace. Se miente cuando argumentan, que se pretende volver al consenso, (según el PP alcanzado en el 1985), cuando la hemeroteca demuestra que entonces tampoco hubo consenso con la ley promovida por el gobierno socialista.
No satisface a nadie. No es una ley que satisfaga a nadie en la izquierda, y curiosamente tampoco a toda la derecha, puesto que la ultraderecha integrada en el PP, la considera corta de miras desde su planteamiento de integrismo ultra católico.
Tampoco puede ser válido el argumento de que con esta reforma se busca la defensa de la vida. Por mucho que disfrute Gallardón mostrándose como el meapilas que es, para la iglesia nunca será admisible regular el aborto puesto que regular es admitir abortar en algunos supuestos.
Y para finalizar, es vergonzoso que una ley que afecta a hombres y mujeres, se redacte por una comisión compuesta exclusivamente por varones. Que un político del PP de los que han formado parte de esa comisión, se pronuncie en público diciendo que si su futuro hijo tuviese una malformación, lo tendría, entraría dentro de lo razonable y de lo respetable, puesto que entiendo que obedecería a sus creencias. Pero le guste o no, él no podría decidir, sino que sería su mujer la que tendría que hacerlo.
El problema personal de Gallardón y de quienes apoyan esta ley, es que consideran que tienen derecho a decidir e imponer sus criterios a sus parejas. Esta ley es una muestra más, de la carencia del principio de igualdad de las políticas del PP, y de lo poco que valoran la salud de las personas, en este caso de las mujeres.
Con esta reforma, pretenden cumplir un punto, el único, de su programa electoral del que parecen acordarse después de dos años incumpliendo el resto, y lo que han hecho es crear un problema donde no lo había.
Desde esa perspectiva, es evidente que el PP solo pretende recuperar el voto de sus votantes más conservadores, aún a costa de la salud de las españolas, y de hacer el ridículo ante los ojos del mundo mundial con una ley propia del siglo pasado.

 

sábado, 18 de enero de 2014

Debe ganar el socialismo, no que pierda la derecha


Somos muchos los que pensamos que el bipartidismo no es bueno, puesto que la sociedad española es mucho más diversa y diversificada de lo que solo dos partidos representan. Pero no es menos cierto que, ante la brutal agresión que la ciudadanía está sufriendo en forma de recortes de derechos y recursos, la derecha gobernante necesita de una alternativa fuerte  que se le oponga.

No creo que el PSOE sea a los ojos de la mayoría de los españoles esa alternativa en la actualidad, pero eso no puede significar que este país no necesite de un PSOE, fuerte, unido y con nuevas ideas. Agua pasada no mueve molino, y no podemos quedarnos anclados en un pasado con desaciertos de pensamiento, de gestión y de maneras. El PSOE se debe adaptar a los tiempos de hoy.
El Comité Federal de hoy, ha aprobado el calendario para el proceso de primarias abiertas y su reglamento. Como cualquier reglamento podría ser mejor, pero es el democráticamente aprobado por la dirección. Ya está, es el momento de caminar, porque queramos o no, los ciudadanos han podido tener la sensación de que con las primarias nos hemos estado mirando el ombligo, como si en la calle no pasara nada. No se puede continuar enzarzados en fechas o reglamentos más tiempo, mientras los ciudadanos tienen demasiadas urgencias.
Parece que por nuestros asuntos internos, nos hemos olvidade de hechos como que desde que gobierna Rajoy la deuda pública ha aumentado del 70% al 94%, de que con el dinero que se ha usado para salvar a la banca no habría  hambre en el mundo durante seiscientos años, o de que en España la grave no es que exista corrupción, sino que exista impunidad para ella. Mujica, el Presidente de Uruguay, afirmaba que Los que comen bien, duermen bien y tienen buenas casas, probablemente piensen que el gobierno gasta demasiado en políticas sociales”, esa es la base del  pensamiento político del gobierno Rajoy.
Frente a esa España que pretende afianzar el PP, el socialismo se convierte en la esperanza de los ciudadanos, y el PSOE no puede asumir sin sonrojarse que la nuestra es una democracia de calidad, mientras este modelo solo sirve para enriquecer a unos pocos y empobrecer a la mayoría. Pero volver a ser un partido grande, significa que hay que estar con la gente, no sobre la gente, y para eso tienen que cambiar muchas cosas. Bastaría con aplicar la idea de Pablo Iglesias que figuraba en el carnet de militantes, para ese cambio necesario: “No solo hacen adeptos los partidos con sus doctrinas, sino con los buenos ejemplos y la recta conducta de sus hombres”.
Para el socialismo español ya acabaron excusas de Conferencia Política o Comité Federal pendientes. Ya son pasado, y hasta que no se celebren las primarias, toca trabajar y hacer cosas con dos principios muy claros: el primero que las ideas no se imponen, sino que se proponen; y el segundo que quienes nunca se equivocan, son los que no hacen nada.
 
Si el PSOE quiere ser protagonista del futuro, y no otra víctima más de la desafección de los ciudadanos a la política, que no pierda el tiempo culpando al PP, y que utilice todas sus fuerzas  en dibujar la España que quiere. Dispuesto a convencer, no solo a defenderse.
Es la hora de que el PSOE levante la moral a los ciudadanos dando ejemplo de honestidad, porque la derecha gobernante solo les está haciendo sufrir.
 
 
 

 

jueves, 16 de enero de 2014

La reforma de la Incapacidad Laboral Temporal, no es una más.

Hoy he llegado a casa bastante enfadado por la modificación que hemos sufrido en el sistema informático que se utiliza para la consulta de Atención Primaria en Castilla La Mancha. Todos los compañeros con los que he comentado este asunto, manifiestan su rechazo al cambio implantado por el incremento burocrático que el mismo supone, Cada vez dedicamos menso tiempo a la exploración con nuestras manos de los pacientes, y más al uso del ordenador. Debe ser la consecuencia del avance tecnológico, que mejorará los registros pero no la percepción de mejora asistencial por los usuarios, que no clientes. El tiempo dirá cuál será el resultado de este cambio.
 
Pero hacer este comentario en el blog, surge por la noticia de que el  Ministerio de Empleo ha remitido el borrador del futuro Real Decreto sobre Incapacidad Temporal a los agentes sociales. Ese borrador sustituye el sistema actual de partes semanales al paciente que emitimos los médicos, por un sistema en el que por otro con distinta periodicidad en la expedición de los partes, en función de agrupar las causas de baja laboral en cuatro grupos de procesos. Señala el borrador que esta medida supone una simplificación burocrática para los Servicios Públicos de Salud, y ahorrará tiempo a los trabajadores.

Lo primero que me llama la atención es desconocer, si por parte de algún grupo de la oposición o de algún sindicato, se ha puesto sobre la mesa alguna alternativa a lo planteado por el Ministerio, supongo que corresponde a ellos hacerlo. A mí son muchas las dudas que me asaltan de su lectura, puesto que me parece evidente la mano de la patronal detrás de esta modificación, y supongo que a ellos serán más numerosos los recelos a esta propuesta. Quizás, como en la película, debamos preguntar a oposición y sindicatos aquello de ¿Hay alguien ahí?  

Cualquier simplificación administrativa parece lógica, pero esa no puede ser la causa de que se acepte la arbitrariedad de un diagnostico por la administración no sanitaria, por muy acertado que este sea, sin atender al criterio de quien está más capacitado para calibrar el estado de salud de su paciente: el médico de familia. Cosa distinta es que ese médico no cumpla con su papel y su responsabilidad en el seguimiento de estos procesos.

Como en todas las reformas de este gobierno, no puede causar extrañeza que se oculte la voluntad política de delegar esta competencia en manos privadas, con lo que la inseguridad jurídica del trabajador está garantizada.

Hasta ahora los diagnósticos se formulan mediante un código de tal manera que la confidencialidad del proceso queda garantizada para el paciente. Ahora será la administración no sanitaria la competente, pese a que la información se pida al médico este no la puede facilitar, porque  esa información solo le pertenece al paciente.

También merece la pena pensar la situación que la actual reforma laboral unida a esta de la IT pueden generar,  puesto que nada impedirá a un empresario despedir al trabajador que supere la duración fijada en esos cuatro grupos. Así se consolidaría otro ataque a la seguridad en el empleo dándole al patrón otro instrumento para el despido por si todavía tiene pocos.


Mucho me temo, que tras esa justificación de menos burocracia para médicos y trabajadores, lo que no se dice es que esta reforma va a servir exclusivamente para darles a las mutuas la capacidad de acortar los tiempos de baja por enfermedad común. Y si no te interesa, a la calle.

miércoles, 15 de enero de 2014

Elecciones Europeas ¿habrá unidad de la izquierda?


En unos meses, este 2014, tendremos Elecciones europeas. Se abre el espacio para que la gente decente, esa que no quiere estar por encima de nadie, se de una oportunidad para el reencuentro dentro e la izquierda española. Es el momento de la gente decente que solo quiere tener una vida decente, y la oportunidad para salir del modelo al que nos está llevando el neoliberalismo que los poderes económicos imponen, a través de sus mejores armas de destrucción masiva que son en lo que se han convertido los distintos gobiernos de derechas de la vieja Europa.


En España, el trabajo que ha costado (treinta y cinco años desde la Constitución) poner en marcha el contrato social que nos permitió reconstruirnos como país al salir del franquismo, en solo dos años, el PP ha conseguido cambiarlo. En otros países europeos, ha ocurrido algo similar. Los ciudadanos lo vemos, pero asistimos impotentes y resignados a ese destrozo, destrozo que se ha convertido en una rutina, rutina que es el mayor enemigo de cualquier reacción ciudadana, a la que, en nuestro caso, el gobierno del PP suma su capacidad de coacción con su mayoría absoluta convertida en patente de corso para hacer lo que le plazca.
Pero si se mira fríamente, esa mayoría la obtiene con un programa electoral que no cumple, actúa rompiendo todo lo conseguido en los años de democracia, y subyugándonos con recortes de derechos y represión policial. ¿Por qué no hay una contestación ciudadana a este agravio? Parece que la respuesta solo puede ser una: nos conformamos con las migajas que nos den, por temor a que ni siquiera permitan que nos caigan sus migajas.
Sin embargo, algunos hechos (como la revuelta ciudadana en Burgos estos días), parecen una señal de que decir ¡basta ya!, cada día gana más espacio.  Si aquello de que el pueblo unido no puede ser vencido, es uno de los principios de la izquierda, nuestra respuesta a estas agresiones no puede ser dada desde una izquierda dispersa. Unidos si somos temibles y temidos, divididos, somos la garantía de que esta derecha gobernante nos ahorcará por separado a cada uno de nosotros.
No nos engañemos porque les veamos subidos de tono. Siempre ha existido un temor de la derecha a la unidad de la izquierda. Y es un temor real, de no ser así, no habrían llevado al Parlamento la modificación de la Ley de Seguridad que hace que una protesta pase a ser delito por ley, u otras modificaciones legales buscando que se pueda calificar de terrorista a cualquiera que grite más alto de la cuenta.  Y como culminación de su maniobra, unos medios de información parciales, proyectando la nueva dialéctica de la realidad: no somos pobres, sino carentes de recursos para actividades ociosas; no emigran nuestros jóvenes, sino que van a la aventura; y otras muchas lindezas similares.
Todos nos preguntamos, como es que ante la mayor crisis de nuestro pasado reciente, y los mayores ataques a los derechos ciudadanos, no existe una respuesta política potente desde la izquierda. Cada vez resulta más cuestionable si la Conferencia Política del PSOE ha servido para algo, o si la actitud de IU es algo más que retórica y burocracia dentro del mismo sistema al que dice querer cambiar, o si la izquierda nacionalista es más nacionalista que izquierda, con lo que deja de ser izquierda. La izquierda no puede pedir a los ciudadanos que cambien de actitud ante estos abusos, si ella no cambia previamente no solo de actitud, sino desde dentro de sus estructuras.
No es hora de las demandas de siempre, sino de las de una nueva forma de ver nuestra sociedad. No es hora de verdades absolutas ni de intransigencias dentro de la izquierda. Si es hora de acabar con la corrupción, de respetar la naturaleza cuando se hagan planteamientos de crecimiento económico, y de poner a la economía al servicio del ciudadano, y no a este al servicio de aquella. Es hora de buscar la unidad de la izquierda
En ese escenario, las próximas elecciones al Parlamento Europeo se convierten en una oportunidad para intentar esa unidad de la izquierda. Ojala sus dirigentes quieran verla como una oportunidad para toda la izquierda, y no solo para su parcela de poder correspondiente. Los ciudadanos progresistas estamos a la espera de ver como mueven sus fichas.

domingo, 12 de enero de 2014

La anti política


Difícil de entender, y lo peor, cada día más difícil. Me refiero a comprender lo que nos está pasando a los españoles como país. Somos conocedores de que la realidad de la calle es otra totalmente distinta a la que se nos intenta hacer ver. Nadie que sea mínimamente objetivo, y con un mínimo de sentido común, puede creer a los que nos anuncian que hemos entrado en la recuperación, mientras en la calle vemos cómo andamos inmersos en una situación de deterioro social y político.  Al menos es difícil para mí.

Hemos pasado de que todo era culpa de Zapatero, a que desde hace dos años la culpable de todo es la situación internacional, y no de Rajoy que ha sustituido a Zapatero. Vemos como ante cualquier dificultad no se aportan soluciones y se sigue recurriendo a la justificación de la herencia recibida, como si antes de llegar este gobierno al poder, no conocieran la situación, y si no la conocían no debieron llegar por inútiles. La culpa aún es de los socialistas, aunque el tiempo ha demostrado que entre Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, Comunidad Valenciana y Bankia concentraban más de la mitad del déficit del que se acusaba al gobierno socialista, eran gobernados por el PP y tenían los cajones llenos de facturas sin contabilizar, que aparecieron tras el 20-N.
Pero el punto de inflexión del deterioro de nuestra joven democracia, ha sido el hecho de que desde hace dos años nos gobiernan con las promesas incumplidas sin que ocurra nada. Nuestra realidad de país es la consecuencia de tolerar que se acceda y permanezca en el gobierno con un programa que en su cien por ciento se ha incumplido (parece que solo cumplirán la reforma de la Ley del aborto). El deterioro social que se está produciendo,  hoy solo se atisba, pero se percibirá plenamente mucho más tarde, cuando la recuperación sea casi imposible.
Hemos pasado de ser un país de elite, a país mediocre casi por arte de magia, pero indudablemente por méritos propios. Hemos cedido al miedo, nos permitimos la manipulación y la censura informativa, y hasta la desinformación. A nuestra indignación y crispación, le respondemos ampliando nuestras tragaderas. Nos cabreamos y nos consolamos con agua. Asumimos sueldos  y derechos laborales más propios de países subdesarrollados que europeos, con una sonrisa, asumiendo que más vale esto que nada.

La estrategia de la derecha gobernante ha sido fácil, convencernos de que el origen de este deterioro está en que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades, habiendo conseguido que incluso los ciudadanos nos creamos culpables de la corrupción de ellos, que padecemos nosotros. La realidad es otra: unos pocos nos han robado por encima de nuestras posibilidades.
Se puede afirmar sin temor a equivocarnos que nuestro sistema de partidos está sucio, principalmente dentro del partido del gobierno. Está claro que en España hay políticos corruptos y entornos institucionales que han favorecido la corrupción. Es innegable por demostrado, que el presidente del gobierno miente, y que tenemos unos ministerios con una gestión pésima de sus competencias, prevaleciendo el sectarismo sobre la razón y el consenso.
Tampoco a la corrupción escapan las organizaciones empresariales ni los sindicatos. Los primeros, aprovechando el trato de favor a las grandes empresas y los grandes lobbies de las políticas del gobierno, en deterioro de la clase trabajadora inmersa en la pobreza y la miseria. Los segundos cediendo a la tentación del ingreso fácil, olvidando cuál es su papel en este sistema.
Un poder judicial que no garantiza la justicia y que filtréa con el poder político, evidenciado en el trato desigual que reciben unos (los Blesa, Barcenás o  Gurtel) frente al del resto de ciudadanos. Y si mencionamos el trato a la Casa Real, entonces apaga y vámonos.

Tampoco se escapa al deterioro el papel de la oposición, que no ha dado muestras de buena práctica en su labor, ni como oposición, ni cuando la corrupción ha puesto la sospecha en sus filas. Y son oposición también, el tercer y cuarto partido y los nacionalistas, mirando su ombligo, en lugar de a los ciudadanos.
Puede resumirse todo lo anterior, en la constatación de lo injusto que en nuestro país es el reparto de la riqueza, el silencio que ante ello guarda la justicia, o la pasividad de los electores ante la sistemática aniquilación de nuestros derechos y libertades, en nombre de una recuperación económica que solo la perciben la banca y los grandes oligopolios.
Difícil resulta tras lo expuesto no deducir, que es necesario un cambio del actual sistema y una revisión a fondo de nuestro modelo de democracia, porque empieza a no parecerse a una democracia. Y ese cambio es urgente, porque el descredito de la política que la corrupción del sistema, está provocando entre los ciudadanos, permite que llame a nuestra puerta la anti política.
No es verdad que todos los políticos sean corruptos, impútese y castíguese a los que lo sean. Permitir la llegada de la política de la anti política, es entrar en un callejón con una sola salida, la del populismo, la del salvador de la patria, la de los Franco, Mussolini o Hitler. La de la no democracia.
 

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