Hoy revisaba prensa de hace unos días,
y hay que ver como lo que a muchos en la conferencia del PSOE nos
ha parecido “un pequeño avance hacia la izquierda, y solo en algunos aspectos”,
para el PP y sus periódicos
aduladores, ha sido una radicalización del PSOE. Siempre se ha dicho que cuando un
maestro en alguna materia, emite un dictamen sobre un hecho de esa materia, debemos
hacerle caso, y si el PP dice que el PSOE se ha radicalizado, más que hacerle caso, significa
que debemos estar ante la excepción que confirma toda regla.
Lo veo así, porque poca gente
puede ser tan radical como los cachorros y jefes del PP, y a su frente Cospedal.
Ellos si son
maestros del radicalismo: radicales creando parados en la región,
radical cerrando escuelas rurales, radicales recortando en sanidad, radical
recortando en dependencia, radicales quitando la paga complementaria a las
viudas, radicales colocando al radical Nacho Villa en la televisión regional, radicales
colocando de asesores a amigos y familiares, radicales metiendo la religión católica hasta en la
sopa, radicales en la mantilla y la peineta, radicales mintiendo en la
financiación de su partido, y así un largo etcétera de actitudes radicales. Que ellos califiquen al PSOE de
radicalizarse solo puede ser calificado de excepcional.
Cualquiera que con interés mire
la documentación de la Conferencia a la que se va accediendo, verá
que el radicalismo solo brilla por su ausencia. Porque declararse
partidario de un modelo laico de Estado, no puede ser radical, si paralelamente se sigue ayudando a
la iglesia a través de la
declaración de la renta, con marcar con una equis el recuadro a tal efecto, se
le permite que continué con bienes públicos que Aznar le permitió inscribir en
el registro de la propiedad, o se le sigue dando ayuda a los colegios
religiosos, manteniendo la simbología católica en las clases.
No puede ser
radicalismo que se asuma la monarquía cuando se dice tener un sentimiento republicano
sin poner esta cuestión en referéndum para que sea el pueblo español quien decida qué
modelo de Estado quiere. Que se hable de economía de mercados y de
cómo salir de la crisis, y no plantear que quienes nos condujeron a esta
situación acaben con sus huesos en la cárcel, o los bancos y cajas rescatados
nacionalizados, no parece un ejercicio de radicalismo.
Que ha habido pronunciamientos de acercamiento a la
socialdemocracia sí, pero que no se explicita como recorrer ese camino, también.
Por eso no acabo de ver claro que la confianza ciudadana regrese al
socialismo, pero no por su radicalización. Puede que la frustración de los últimos años en el
votante socialista, no se revierta con pasitos cortos como los dados en la
Conferencia.
Puede que lo que haga falta sea precisamente
aquello que según el PP dice que sobra: un mayor radicalismo que haga el cambio
que se anuncia creíble.
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