sábado, 8 de junio de 2013

Privatizar hospitales. Antes si, ahora no


A veces uno no sabes, el porque una buena noticia puede hacerte pensar que te están tomando por imbécil. Digo esto porque el pasado viernes Cospedal anunciaba que, “gracias a los ahorros que se han generado por una "gestión eficiente  de su gobierno, no va a privatizar ningún hospital". Y lógicamente la alegría de continuar con una asistencia sanitaria pública, se me mezcla con lo de la buena gestión que ha hecho su gobierno, solo creíble por tontos y fanáticos de Mari Loli.
 
Nadie voto a Cospedal para que recurriera al sector privado en la gestión de los hospitales de Almansa, Villarrobledo, Manzanares y Tomelloso con la escusa de "salvaguardar su continuidad y supervivencia" porque resultaban inviables.
 

Su marcha atrás de ahora, la justifica en que "gracias al enorme esfuerzo llevado a cabo estos años debido a una gestión sobria y eficaz por parte de la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales, Castilla-La Mancha no va a privatizar ningún hospital". Ni ella se lo cree, pero lo dice para quien se cree todo lo que dice.
 
También merecen citarse, las afirmaciones de la gerente del Hospital de Almansa que justifica la no privatización en que "la implicación, el esfuerzo y la profesionalidad del conjunto de la plantilla, junto con la remodelación de los servicios, han logrado hacer cambiar la situación".
 
Es curioso que aquellos que nos lapidaban en los medios de comunicación a quienes defendíamos la continuidad de la gestión pública en estos hospitales, mediante manifestaciones, recogidas de firmas, conferencias, etc., ahora sean los que se imputan el merito de mantenerlos sin privatizar. Esto se llama cinismo, desfachatez, falta de vergüenza, falta de honestidad, y otros calificativos que nuestra rica lengua permite.
 
Pero la tozuda realidad, lo que nos dice, es que sus amigotes, a los que iban a adjudicar la gestión de estos centros, han considerado que el bocado económico era poco goloso, y los problemas sociales y las trabas administrativas, en caso de cambio de gobierno en Castilla La Mancha, podían ser, como mínimo, un desgaste innecesario para ellos.
 
Y es que como al final todo acaba sabiéndose, algunos técnicos de las supuestas empresas de gestión sanitaria interesadas en concursar a la gestión, en conversaciones de café o despacho, afirman que no lo han hecho porque no ganaban dinero en esas adjudicaciones. Que gestionar la salud y a la vez ganar dinero, no es nada fácil, lo sabe todo el mundo, y ellos por obligación.
 
Las conclusiones de todo este proceso que ha durado casi dos años son sencillas. La primera es que si no concursan porque no se gana dinero, lo que están diciendo es que la asistencia les interesa poco, y lo que perseguían era el fin crematístico.
 
La segunda es, que si aquí no se han privatizado por una gran gestión del gobierno regional como dice Cospedal, está poniendo a los pies de los caballos a su compañero de partido y Presidente madrileño Ignacio Gonzalez, que como ha privatizado los seis hospitales, es que está gestionando muy mal la Comunidad de Madrid.
Tercera es que la presión ciudadana y del personal sanitario se la trae al fresco si hubiesen sacado tajada económica, pero como no es así, ahora se da la orden de alabar su buen hacer profesional como causa de la no privatización.
 

Y por último, la más grave, Cospedal sigue tomándonos a los castellano manchegos por tontos, antes con la intención de privatizar, y ahora con el hecho de no hacerlo justificándose en lo bien que gobierna, y mientras se continúan los recortes en primaria, educación, dependencia, etc. en toda la región.
 
Menos mal que el tiempo acerca inexorablemente las próximas elecciones regionales, y ya queda menos gente que no conozca el donde dije digo, digo diego, de doña Maria Dolores.
 

 

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