martes, 25 de junio de 2013

Bajada de pantalones de Rajoy, pero eso sí, por dinero.



Levantarse y leer que el Gobierno ha encargado a la Abogacía del Estado, las  posibles alternativas para permitir el tabaco en Eurovegas, causa como mínimo vergüenza. ¿Hacia dónde nos lleva este Gobierno? ¿Esto es defender la marca España? ¿Qué pensaran de nosotros fuera?
 
Parece que las CCAA no pueden modificar leyes para comprar más baratos los medicamentos, o para dar de comer a los niños sin recursos, pero sí pueden hacerlo sí lo exige un millonario. ¿Qué clase de país somos? La respuesta parece cada vez más clara: un país capaz de sacrificar la salud de sus ciudadanos, por dinero.
 
Nadie puede negar que si tanto le importa el negocio al PP madrileño, nos surja la duda. Primero se han privatizado los hospitales madrileños, y para fabricarles pacientes y que no tengan problemas de demanda asistencial, ¿ahora de nuevo se permite fumar y que con ello aumenten los procesos cancerígenos y cardiovasculares? ¿Y por qué no va a ser esa la estrategia? ¿Por cuantos puestos de trabajo se legalizará la prostitución, las drogas, o lo que se les ocurra?
 
En realidad es el dinero a costa de la SALUD de cientos de miles de personas ¿Han pensado que esto incrementará en pocos años el gasto sanitario, ese que dicen que tanto les preocupa, que hasta les obliga a ahorrar en nuevas terapias contra el cáncer?
 
Levantarse y leer que el Gobierno de mi país, aunque no lo haya elegido yo, ha perdido el rumbo, y carece de vergüenza, realmente revuelve las tripas. Que este gobierno de la Gürtel, los fabras, los baltares, y otras especies populares está cubierto de corrupción, no puede resultar para cualquier ciudadano honesto, indiferente. Es necesariamente  un gobierno de vergüenza.
 
Como profesional de la salud, mucho más grave me resulta  tener por máxima autoridad sanitaria a una ministra de sanidad que ante esto no tiene nada que decir, y se encuentra desaparecida averiguando de quien es el coche aparcado en su garaje. Pero también es vergonzoso lo que muchos se preguntan ¿Dónde está la oposición ante esta corrupción?
 
En la dictadura franquista, entre el movimiento estudiantil había una máxima, que hoy cobra de nuevo actualidad: antes leyes corruptas, solo cabe la insumisión.

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