sábado, 5 de marzo de 2022

Macrogranjas

Viendo la polémica suscitada por las palabras de Garzón, independientemente del tema concreto de la calidad de las carnes provenientes de explotaciones intensivas, conocidas como macrogranjas, la sensación que me produce visitar la hemeroteca es la de que en esta democracia quienes menos importamos somos los ciudadanos, y lo que más, nuestro voto. Luego contamos las urnas y si he ganado yo, poco importa si lo he hecho sobre mentiras o promesas falsas. Sirva el siguiente ejemplo:
Pedro Sánchez, en Noviembre de 2019 decía lo mismo que el ministro Garzón: “Tenemos que reflexionar sobre la reducción del consumo de carne, apostar por la ganadería ecológica, de menor escala y gran valor ambiental y social, que genere puestos de trabajo en el mundo rural”
Pero igual ocurre con Pablo Casado y sus seguidores y hay varios pronunciamientos del PP de Castilla-La Mancha del 2018 en los que apoyaban a la plataforma Stop Macrogranjas.
Por si aún no es suficiente para que nos quede claro que todos nos toman el pelo según les convenga, viene la portavoz de Agricultura del PP, Milagros Marcos, pone la gota que colma el vaso:
las macrogranjas "no existen".
Si eso es así ¿qué sentido tiene que salgan en apoyo de plataformas constituidas para luchar contra un problema inexistente? Todo huele no a quien apoyo, sino contra quien estoy. Es como el madridista que se alegra más porque pierda el Barça que porque gana el Madrid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

CAMBIO DE FASE

Se acabo la fase uno con Feijoo. Entramos en la siguiente fase, esperemos que, con Sánchez, porque el monarca es competente para darnos sorp...