lunes, 10 de enero de 2022

OCTUBRE

¿Qué síntomas se han identificado en los pacientes con COVID-19 después de la vacunación?
Hasta el momento sabemos que la mayoría de los pacientes con COVID-19 después de la vacunación suele cursar con enfermedad leve o incluso mantenerse asintomática.
En un estudio realizado en Israel, de 1.497 trabajadores de la salud completamente vacunados, 39 (2,6%) fueron positivos a SARS-CoV-2, de los cuales a 69% se le realizó prueba solamente por haber tenido contacto con alguien positivo.[2] De los 39 pacientes que tuvieron COVID-19 después de la vacunación, 33% se mantuvo asintomático y entre los sintomáticos, 36% reportó congestión nasal, 28% mialgia, 28% pérdida del olfato o disgeusia y 21% fiebre. Ninguno fue hospitalizado.
Este reporte demuestra que los síntomas de COVID-19 después de la vacunación suelen ser leves y probablemente la proporción de adultos asintomáticos es mayor en personas vacunadas frente a no vacunadas


Somos de usar y tirar
Han estado ahí mientras el mundo agonizaba por culpa de la COVID-19. Miles de sanitarios que se dejaban la piel por los ciudadanos, poniendo en riesgo su salud física y mental para superar un trance sin precedentes en nuestro mundo. Algunos han trabajado desde el primer minuto hasta el último, encadenando contratos temporales que, en miles de casos, ya han acabado. Desde noviembre, la Junta de Andalucía deja en la calle a 8.000 de esos profesionales del Servicio Andaluz de Salud (SAS) que han sido refuerzos y que han permitido que la plantilla total recuperase niveles de ocupación previos a la crisis económica de 2008.
¿Y en las demás CCAA?


La Atención Primaria continúa en el agujero. La base del sistema sanitario no levanta cabeza, tampoco ahora que los contagiados de coronavirus que durante un año y medio han copado los centros de salud han aflojado. El consenso sanitario es total: la situación es "crítica". 51 organizaciones sindicales, sociedades científicas y asociaciones en defensa de la sanidad pública de España se han aliado en un movimiento único. Todas han firmado un manifiesto que pretende ser el inicio de una movilización para urgir a las autoridades a que actúen ya contra una precariedad que, avisan, puede poner en "riesgo" a la población.
Y todo esto mientras España vuelve al riesgo medio de contagio de coronavirus tras alcanzar los 51 casos de incidencia hoy.


¿Qué tendrá que suceder para que los dirigentes de los partidos entiendan la diferencia entre unanimidad y uniformidad?
Ni la pandemia lo ha conseguido


La inmunidad por vacunas es cinco veces mayor a la que produce la infección
Las personas no vacunadas que tenían una infección reciente aumentan cinco veces la probabilidad de volver a infectarse con el virus SARS-CoV-2, en comparación con las completamente vacunadas sin antecedentes de infección previa, según un nuevo estudio de Centers for Diseases Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos, publicado el viernes 29 de octubre en el Morbidity and Mortality Weekly Report, que analizó más de 200.000 hospitalizaciones en 187 hospitales de Estados Unidos.
El estudio es "muy importante, porque demuestra que la mejor manera de protegerse es aplicarse la vacuna. Es crucial que los ministerios de salud en los países desarrollen estrategias de comunicación para combatir la desinformación", consideró el Dr. Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS.


Podéis acusarme de pesimismo. No me gustaría ser pesimista, pero más sabe el demonio por viejo que por diablo. No me fio un pelo, de que la evolución de la pandemia en nuestro país vaya a ser un camino de rosas por mucho que se haya alcanzado el 90% de vacunación de la población diana (mayores de 12 años). Estamos mucho mejor que otros países, pero eso no significa que el problema está superado, ni mucho menos.
La causa de mi escepticismo es simple: aunque hayan pasado casi dos años, seguimos sin conocer en profundidad cómo actúa este virus y cómo se comportan todas y cada una de sus variantes. Eso me sitúa en el terreno de las incertidumbres. Nuestra vacunación ha funcionado, pero no por ello se puede asegurar que hayamos alcanzado la inmunidad de rebaño.
De nuevo vemos positivos en las consultas. No con la asiduidad que antes, ni mucho menos. Pero vemos positivos, lo que hace el rastreo de esos casos, incluso más importante que antes, y no estoy convencido de que el rastreo se haga con la rigidez que requiere en todas las CCAA ni en todos los países, y eso nos convierte en vacunados pero vulnerables. Hay CCAA con vacunas caducadas y países donde no disponen de dosis para la primera dosis de un 10% de su población, y eso también es nuestro problema.
Comunicar a los posibles contactos de un positivo el riesgo de haberse contagiado, indicarles que se deben confinar voluntariamente les suena a manía de su médico, pero es de vital importancia que lo hagan para evitar la transmisión comunitaria. Ver como los aforos en lugares cerrados empiezan a utilizarse con laxitud y sin el uso de mascarilla por algunos, no presagiar nada bueno, y eso empieza a ser evidente en muchos lugares. La mascarilla en lugares cerrados es una medida que debe ser cumplida a rajatabla
No afirmo con lo anterior, que se vaya a repetir la situación de las primeras olas, pero sí afirmo que si aumentan los contagios, aumentarán los ingresos hospitalarios sobre todo por el grupo de no vacunados que es mayor de cuatro millones de individuos. Si nos relajamos y nos confiamos, nos equivocamos. Basta mirar a Europa para entender que es mejor restringir que tener que cerrar, y hay quien se quejó de que le cerrasen su local, pero no se queja de quienes incumplen las restricciones hoy en su local.
Llevamos una semana de ascenso en los contagios, lento pero progresivo. Y se acerca el invierno, que no creo que ayude a frenar ese ascenso.

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