Los que dicen hacer de la
política un instrumento al servicio de los ciudadanos, son los primeros en
mover ficha para rentabilizar cualquier actuación en beneficio propio.
De nuevo Mariano nos da
muestras de ello, anteponiendo los intereses partidistas sobre intentar
conseguir que se acabe la crisis territorial que padecemos y que se ha agravado
con la DUI de Catalunya. Con la jugada de cumplir su compromiso con el PNV, al
actualizar el llamado Cupo Vasco, se garantiza que este partido le apoye los
presupuestos.
Y lo grave no es eso, sino
que a la vez se permite incumplir el compromiso de tener lista la reforma de la
financiación de las CCAA, que desde 2014 es un tema pendiente. Los presidentes
autonómicos se quejan, entre ellos los socialistas. Mariano es doblemente
feliz, tendrá presupuestos, y de paso cabrea a los barones socialistas contra
Pedro Sanchez por haber decidido apoyar la aprobación del cupo.
Pues miel sobre hojuelas.
Todo ocurre según los intereses del PP. No lo entiendo. Y eso que os prometo
que lo intento.
Y por si lo de la discordia
por aprobar el Cupo Vasco no es poco, también PP y C's han obligado a dejar
hasta enero los trabajos de la comisión de política territorial para una futura
reforma de la Constitución como quería el PSOE.
¿Se puede hablar de jueves
negro? Tal vez haya que repensar la oposición.
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