viernes, 24 de marzo de 2017

ASÍ VI EL ACTO DE PEDRO SANCHEZ AYER EN ALBACETE


Tres candidatos a la Secretaría General del PSOE. Tres socialistas, con tres concepciones ideológicas diferentes del socialismo de hoy y de ayer, que no tres partidos socialistas. El objetivo de todos, acabar con la crisis sin precedentes que se vive en el PSOE, precisamente porque está ha sido una crisis ideológica. Ejercer durante años el poder en el Estado, en las regiones, en provincias y ayuntamientos, está detrás del cambio ideológico de muchos de los cargos socialistas, un cambio que hoy les está siendo reprochado desde las bases, por unos militantes hartos de tanto cargo atrincherado en la poltrona, de otros contaminados por la corrupción, y de demasiadas puertas girando, para que tras el paso por el cargo, dar apariencia de  salida, para seguir. La gota que llenó el vaso de las bases fue la reforma exprés de la Constitución sin preguntarles. La que lo derramó, ha sido perder la identidad de partido de izquierda permitiendo gobernar al PP. Eso nos ha traído donde hoy estamos.

Organizado por la Plataforma en su apoyo, ayer visitó Albacete Pedro Sanchez. Ante un auditorio que superó con creces los mil doscientos asistentes ilusionados y con ganas de cambio. Sanchez se ratificó en su negativa a un gobierno del PP, y sobre el coste que para las socialdemocracias tenían los gobiernos de coalición, que calificó como “gran trampa” aludiendo a lo ocurrido en Holanda. Principios como libertad, igualdad y fraternidad. Respeto entre los candidatos, de que el resultado final será la victoria del partido, no de uno u otro de los contendientes. De la necesidad de convencer frente a vencer. De democracia interna que haga que las consultas a la militancia sobre los acuerdos post electorales, se conviertan en obligatorias, y estén recogidas en los estatutos del partido, y de que sean las bases quienes “pongan y quiten” con sus votos a los secretarios generales. Siguió con planteamientos de un pacto educativo, de un partido capaz de atraer a los jóvenes, de conceptos como feminismo, federalismo, laicidad o memoria histórica, de derogación de acuerdos con la Santa Sede, de reforma fiscal, de muerte digna y eutanasia. De blindar la democracia frente a la corrupción, de limitación de mandatos, de “un político, un cargo, un sueldo”. Tuvo una mención especial para los socialistas catalanes.

El acto estuvo precedido por las intervenciones del representante de la plataforma convocante y de alcaldes y representantes de municipios rurales, que le pidieron en voz alta que estas primarias nunca fuesen un enfrentamiento fratricida, y exigieron a la Gestora que garantizara que serían justas y en igualdad de condiciones entre los candidatos. Los representantes de pequeños municipios no perdieron la oportunidad de solicitar a Sanchez su compromiso en la defensa del municipalismo dentro del PSOE.

Un baño entre la militancia de Albacete para el candidato, a la que le pidió su participación en las primarias y que apoyase un cambio del partido hacia la izquierda. Sanchez contó con el apoyo decidido del Secretario General de Albacete, y fue notoria la ausencia de miembros significados del gobierno regional de Castilla La Mancha. Aunque unos vean en las primarias del PSOE, solo una lucha por el poder interno en el partido, y otros piensen en voz alta que ninguno de los tres candidatos es válido para lograr un relanzamiento electoral del partido, no cabe duda del respaldo a Sanchez desde la militancia. Ya oiremos y veremos las propuestas de los otros dos aspirantes, pero a primera vista, la de Sanchez parece coherente con quienes ayer le respaldaban.

El mensaje de Sanchez choca con la concepción expresada desde la dirección del PSOE en los últimos años, y se presenta como la aparentemente más izquierdista y rupturista con esos planteamientos de Ferraz. Sobre todo ha conseguido ilusionar a una militancia  socialista hastiada del continuismo, y adormecida en las últimas contiendas electorales. Se necesitaba un revulsivo, y Sanchez parece aportárselo hoy, sobre todo porque hay un convencimiento de que puede atraer de nuevo a un electorado joven del que el partido adolece.

Mucha gente anoche a la salida, se confesaba emocionada de ver tanta gente buena ilusionada con que cambie el PSOE, gente que quiere a este partido y le desea lo mejor, pero que llevaba demasiado tiempo sin ánimo y sin ilusión, lo que ha hecho que su militancia resultase frustrante en muchas ocasiones. Pero también es una militancia la albacetense que sabe que esta batalla no estará exenta de heridos y cadáveres. Aquí como en otros muchos lugares, los que sirven para un roto como para un descosido, han hecho que haya que vivir la defensa de las diferentes candidaturas en modo “guerra abierta”. Una lucha sin marcha atrás, que ha abierto heridas entre representantes regionales y provinciales, pero que nadie debe engañarse pensando que son heridas nuevas, sino que son viejas pero que no acabaron de cerrarse.

El secretario general de Albacete intervino y pidió a los asistentes huir de miedos y presiones. Él sabe bien, que no les resultará fácil hacerlo, conociendo los precedentes de otras disputas en la provincia. Este domingo, con la entrada en escena de la tercera pieza en el tablero, Susana Diaz, se acrecentaran (hace semanas que se iniciaron) los movimientos en busca apoyos para ella. Pero hasta hoy, los argumentos usados por quienes no quieren el retorno de Sanchez a Ferraz, son tan desmedidos como inconsistentes, precisamente porque vienen de quienes fueron sus acérrimos defensores. Todos se visten con sus mejores galas para la ocasión, sabedores de que en estas primarias no solo se valoraran individualmente los candidatos, sino que también se tendrá en cuenta el acierto de estos en la elección de los rostros que les respaldaran en las diferentes provincias o regiones.

En las ciudades y provincias pequeñas, todos nos conocemos. Muchos de ellos llevan en su mochila, desde errores de bulto, a omisiones en su papel orgánico, excesos en ese ejercicio, o haber hecho mutis por el foro dejando a su suerte a compañeros y compañeras militantes que como poco merecían ser escuchados en circunstancias difíciles para ellos. Verles hoy sentirse legitimados para ser la cara visible de alguno de esos candidatos, es como poco hilarante, porque alguno no soportaría ni tan siquiera un análisis somero, y sería despreciado por la militancia si ese examen fuese exhaustivo. Es difícil asumir como gente que antes quitó poder a la militancia, ahora como hay urnas, se muestra  generoso en la devolución de ese poder. Cada región, cada provincia, cada localidad, tiene sus propios códigos para valorar esas situaciones, pero podría darse la paradoja de que el considerado mejor candidato/a para la secretaría federal por un militante, no obtenga su apoyo por causa de la cara visible que le represente en esos ámbitos. Y naturalmente, también puede darse la contraria.

Lo innegable, es que si tras esta crisis no hay un giro a la izquierda, el PSOE que fundó Pablo Iglesias estará acabado. Algunos utilizan un exceso de alarmismo frente a un posible triunfo de Sanchez, para al momento siguiente, esgrimir el discurso de la unidad post congresual imprescindible, esa que hoy no practican. Si Sanchez no es la solución, al menos anoche, supo volver a ilusionar a gran parte de la militancia de Albacete. La esperanza de que es posible un cambio parecía estar en sus manos, y ya se sabe que la ilusión no tiene precio.










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