Mejor siempre dar la cara que esconder la cabeza como el avestruz. Mejor expresarse que callar, aunque eso sea hoy un riesgo en el patio de la casa socialista, donde todo apunta a que estamos más cerca de una abstención del Grupo Socialista y permitir un gobierno del PP, que de unas terceras elecciones. Lo de un gobierno alternativo, ya ni es un planteamiento sobre el tablero.
La Gestora aún no lo dice, pero en el acto “patriótico” de esta mañana en Madrid, había demasiadas sonrisas cómplices. Me resulta difícil creer que para los socialistas que han asistido en su calidad de cargos públicos, ya están aparcadas y asumidas las leyes injustas y las actuaciones anti ciudadanas del PP en estos cuatro años pasados. Pero me parece aún más increíble que no les preocupe que la gente de la calle les pueda ver como los colaboradores necesarios en las que van a acometer a partir de que formen gobierno. Supongo que los 5500 millones de ajuste presupuestario que nos impondrá Europa, no les importará que sean culpa de Pedro Sánchez por no dejar gobernar al PP antes. Si lo creen así, bien harían en averiguar en qué momento de estos días se golpearon la cabeza, para encontrar una justificación que les permita asumir eso que parece no importar ya hoy.
La lejanía de la calle es muy mala para un gobernante, porque solo eso puede impedirles ver que los votantes socialistas no se creen que un nuevo gobierno del PP vaya a mejorar su sanidad o su educación, o que vaya a cambiar una reforma laboral que ha hecho que trabajar en España no sirva para salir de la pobreza, ni signifique tener un trabajo digno. Y qué decir de creer que el PP arreglará el problema catalán o el vasco si su política es no hablar con ellos. Y tampoco van a poder convencernos de que con ese nuevo gobierno de Rajoy recuperaremos las políticas de igualdad o mejorará nuestra democracia. Demasiados heridas sociales en cuatro años para curarlas con la sonrisa de una gestora.
Pero si lo anterior es grave, lo que parece más injustificable aún es no querer preguntar a las bases del partido si prefieren la abstención o unas terceras elecciones. Todo son argumentos de que nos dicen que el PSOE las afrontaría muy debilitado, pero nadie expresa lo negativo que sería para un PSOE debilitado esa abstención, y lo fácil que abstenerse le pondrá a Podemos sustituirnos en la izquierda política. No quiero que mi voto se use para perpetuar en el gobierno al partido de la corrupción, que es para lo que servirá la abstención del PSOE.
Yo no voté a Rajoy y no quiero que mi voto se use como si lo hubiese hecho. Prefiero perder en las urnas, pero con mi dignidad de socialista intacta. Y si en unas terceras elecciones el PP obtiene más escaños, será porque volverán a votarles los mismos que ya lo han hecho en dos ocasiones volviendo a cerrar los ojos para no ver lo que bajo su amparo se nos ha robado a todos. Pero también lo será porque se queden en casa los votantes socialistas, a quienes hemos desencantados con nuestras cuitas internas.
Y por si el desencanto aún no es suficiente, la abstención será habiéndose negado la palabra a ese socialista amigo y vecino suyo, que fue quien le convenció de que depositara su confianza en el PSOE. Es a ese socialista anónimo al que ellos votaron, no a sus jefes de Ferraz o de las demás sedes regionales o provinciales. Pero ese no sale en las televisiones, se limita a sufrir viendo lo que se está haciendo con el partido de sus amores.
Buenas noches en el día del Pilar.