En
las primarias, esperaba que el PSOE eligiera al candidato con más talla
política, que a mi entender era Pérez Tapias. No ocurrió así y se eligió a
Pedro Sánchez, quizás la que parecía más inconsistente de las tres opciones
posibles. Pero frente a sus dos rivales, Sánchez contó con el apoyo de la
mayoría de estructuras territoriales del PSOE, esas que tras los resultados del
20D no han tardado en cuestionarle. Siempre pensé que para liderar este partido
había que haber soportado varios hervores y que Sanchez los necesitaba, pero
nunca dude de que fuera buena gente y que a partir de ese momento debería tener
tiempo para trabajar.
Si
creo, que como Secretario General no se rodeó del mejor equipo que hubiese
podido configurar, salvo los casos puntuales e alguna nueva incorporación. Creo
que de ese equipo, partieron muchas de los errores e incongruencias cometidas,
sobre todo la de justificar el cambio de la ejecutiva de Madrid por la falta de
apoyo electoral, puesto que por ese mismo motivo debería haber relevado a las
ejecutivas de muchas provincias. Antes de las elecciones, mi reproche era que
no había realizado a nivel interno, los cambios que las bases del partido
piden.
Ya
en campaña electoral, contemplé como se fajó en los debates (a veces con más
acierto que otras), pero he de admitir que se lo ha currado, bastante más que
muchos de sus prohombres provinciales o regionales, que tenían segura su
elección o su (en la muchos casos) reelección. Puede que la noche electoral
estuviese algo torpe, pero en su comparecencia de hace dos días, creo que
estuvo impecable. Tal vez ha cometido un grave error: no haberse dado cuenta
hasta después de los comicios, que es el SG de un partido incapaz de dejar
atrás sus tradiciones, como lo son conspirar y apuñalarnos entre nosotros en
cuanto se nos presenta la más mínima ocasión.
La
encrucijada en la que está Sánchez en vísperas del Comité Federal, no es la más
cómoda para quien es el SG del partido clave para cualquier posibilidad de
cambio de gobernó en España. Sanchez ya ha expresado su voluntad de explorar la
posibilidad de que haya una alternativa progresista de gobierno, porque tiene
meridianamente claro, que ningún socialista ha votado al PSOE para que permita
que gobierne el PP. Pero sabe que quienes desde dentro quieren frenar esa
iniciativa, le quieren segar la hierba debajo de sus pies, lo que en la calle
se está interpretando, como si muchos líderes socialistas territoriales, prefiriesen mantener a Rajoy
de presidente antes que escuchar la voz de sus votantes. Son los que no han
visto inconvenientes para pactar con Podemos y alcanzar su investidura
regional.
Nadie
duda que tomar una decisión u otra, no es fácil, y menos cuando probablemente
el PSOE se juega su futuro con la apuesta por la que opte. Ambos
posicionamientos tienen sus pros y sus contras, apoyar al PP o la opción que
plantea Sanchez que me parece la más acertada sin ser un regalo para quien
pretenda liderarla. Personalmente dudo mucho que la otra opción, repetir
elecciones, sea lo mejor para el PSOE aunque ponga a candidato o candidata,
diferente a Sanchez. Nadie duda hoy, que si se repiten las elecciones el PP
mejorará a costa de Ciudadanos que pasará a ser irrelevante, y Podemos crecerá
a costa del PSOE.
Parece
que pesan todavía mucho en el PSOE, los que tratan de frenar algo que ya no hay
quien lo detenga: la necesidad de regeneración y de cambios internos. Esos que
hoy no comparten la propuesta de Sanchez, consiguieron frenarlos en el último
congreso federal y en muchos congresos provinciales, pero el resultado electoral
ha vuelto a situar sobre la mesa la necesidad de afrontarlos. Para muchos
cabezas pensantes de este partido, parece resultarles difícil entender, que
(según las encuestas), más de un setenta por ciento de españoles no quieren a
Rajoy otra vez de presidente, y eso hace que su planteamiento les coloque
frente a quienes piensan que lo mejor que podrían hacer es tomarse en serio un
merecido descanso, pero de verdad, y no para que permanezcan intentando dirigir
en la sombra.
Y es
que aunque esas cabezas pensantes se consideren imprescindibles para el
socialismo, ya no tienen que preocuparse por defender sus posturas y presionar
a Sanchez, porque en ese mismo sentido ya le presionan desde el Ibex-35, desde
Bruselas, y como no, desde los medios conservadores. Desde este muro, llevo
varios días repitiendo la misma idea, que lo más sencillo es que el PSOE
pregunte a sus militantes para que se pronuncien sobre si quieren que su
partido apoye por activa o por pasiva no solo la investidura de Rajoy, sino la
de cualquier candidato del PP, pero no lo harán porque ya conocen la respuesta
y esa no les gusta. Pero aunque no les guste, esa sería la mejor y única manera
de evitar que se puedan confundir los intereses de unos pocos con los de la
inmensa mayoría de sus votantes.
¡Ojala
que el lunes decidan lo mejor! pero en cualquier caso, quiero desearle toda la
suerte del mundo a Pedro Sanchez, por el bien de todas y todos y por evitar
otros cuatro años de infierno con el PP al frente.
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