viernes, 16 de enero de 2015

CONOCER PARA TENER OPINIÓN. EL YIHADISMO



Conocer de primera mano que es el yihadismo internacional, sus causas, sus consecuencias y los métodos de reclutamiento de jóvenes que utiliza, bien merece dedicarle una tarde, después de los acontecimientos de París, continuidad de los de Madrid, Londres y Bélgica. La V Semana Laica de Albacete ofreció esa oportunidad.

La introducción al tema, en base a datos actuales, por el profesor Fernando Cuartero. La conferencia por el profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid, Waleed Saleh. Una fuente de información y de su historia, huyendo de ser una versión propia del ponente, pese a narrarla un perseguido por la dictadura de Sadam Hussein, en su Iraq natal.

El yihadismo tiene su origen en las corrientes que a lo largo de la historia han tratado de unir la religión del Islam y la política regional de Oriente Medio. Un ejemplo de esa fusión político-religiosa, y el más conocido en occidente, es el movimiento de los Hermanos Musulmanes en Egipto. A lo largo de la historia, por diferentes hechos, en este movimiento se han ido dividiendo diferentes grupos, unos más extremistas que otros.

Todos los movimientos con vinculación al yihadismo, tienen varias etapas en su desarrollo, que van desde  su nacimiento,  hasta su expansión, pasando por la profundización de sus creencias. Pero no solo estos movimientos se han dado en Egipto, sino que se producen también en Arabia Saudí y en Irán. En este último país, además han contado con el apoyo del gobierno, y los religiosos han sido apoyados por la guardia revolucionaria iraní, lo que les ha permitido crecer y conseguir exportar su revolución.

Existe un objetivo común de todos estos grupos, que es la instauración del estado islámico y del califato musulmán. Su ideología está inspirada en la idea de que la patria no es un territorio geográfico, sino el propio Islam, que a su vez  es también su constitución, y para sus fieles la solución de todos los países y sociedades. Para estos grupos, Dios es quien legisla y quien gobierna.

Su estrategia consiste en avanzar partiendo de que su ideología acepta la pluralidad política, pero sin embargo, admiten que cuando lleguen al poder político dejaran de aceptarla y la rechazaran. Para ello utilizan un doble método de avance: uno pacífico (como es la predicación para conseguir un cambio paulatino de la sociedad), y otro violento (derrocando a las autoridades políticas para así conseguir el cambio de la sociedad). Pero en cualquier caso, no hay diferencias entre unos grupos y otros, porque persiguen el mismo proyecto político.

El islam político no reconoce la democracia, solo la Sharia o Ley Islámica, que para ellos representa la forma islámica de la democracia. Llaman al sometimiento y no a la liberación.

El movimiento actual denominado Estado Islámico (EI), surge tras la invasión de Irak, y como consecuencia de la destrucción del ejército iraquí, lo que permitió la entrada de muchos grupos a ese país desde otros países. Esos grupos se organizan en grupos armados y atacan a las autoridades y a los civiles musulmanes. Hoy se extiende por Irak y Siria, pero ejercen como contrapeso al poder que ejerce Irán en la zona al contar este país con el apoyo norteamericano. El EI es el reflejo de una lucha por el poder en la zona entre Arabia Saudí e Irán. El EI no odia solo lo occidental, sino a todo aquel que no comparta con ellos esta forma de interpretar la religión.

Pese a lo que muchos afirma, no hay un fracaso de la integración de la emigración musulmana en Europa, y si de algunos grupos de esa emigración. Los métodos de reclutamiento, fundamentalmente a través de las redes sociales, se ven favorecidos por la pobreza y la miseria social en la que viven muchos de esos jóvenes  en algunos países europeos. También las cárceles son un lugar de reclutamiento.

El papel de la mujer en los grupos que tienen esta forma de interpretar la religión islámica, es absolutamente secundario, solo se la considera un objeto.
El desconocimiento de estos movimientos en Occidente, se ve agravado porque en centro Europa se hace una mala utilización del lenguaje y de lo que significa para la cultura europea y su significado entre los musulmanes. Ejemplos de esa confusión, son como confundimos fundamentalismo, o  radicalismo, con posiciones extremistas, cuando  significan ir a lo fundamental, o buscar la raíz de algo.

De todo lo expuesto, algunas conclusiones. Primera, que la ausencia del libre pensamiento y del laicismo, y la mezcla de religión y poder político, está detrás de lo que hoy es el caldo de cultivo de la actitudes intolerantes. Segunda, que la postura e intervenciones de muchos gobiernos occidentales está sirviendo para fomentar posiciones extremistas. La conclusión final, es que yihadismo es una forma minoritaria de entender el significado del Islam, pero no es el Islam.


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