Conocer de primera
mano que es el yihadismo internacional, sus causas, sus consecuencias y
los métodos de reclutamiento de jóvenes que utiliza, bien merece dedicarle una
tarde, después de los acontecimientos de París, continuidad de los de Madrid,
Londres y Bélgica. La V Semana Laica de Albacete ofreció esa oportunidad.
La introducción al
tema, en base a datos actuales, por el profesor Fernando Cuartero. La
conferencia por el profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad
Autónoma de Madrid, Waleed Saleh. Una fuente de información y de su
historia, huyendo de ser una versión propia del ponente, pese a narrarla un
perseguido por la dictadura de Sadam Hussein, en su Iraq natal.
El yihadismo tiene su
origen en las corrientes que a lo largo de la historia han tratado de unir la
religión del Islam y la política regional de Oriente Medio. Un ejemplo de
esa fusión político-religiosa, y el más conocido en occidente, es el movimiento
de los Hermanos Musulmanes en Egipto. A lo largo de la historia, por diferentes
hechos, en este movimiento se han ido dividiendo diferentes grupos, unos más
extremistas que otros.
Todos los
movimientos con vinculación al yihadismo, tienen varias etapas en su
desarrollo, que van desde su
nacimiento, hasta su expansión, pasando
por la profundización de sus creencias. Pero no solo estos movimientos se
han dado en Egipto, sino que se producen también en Arabia Saudí y en Irán.
En este último país, además han contado con el apoyo del gobierno, y los
religiosos han sido apoyados por la guardia revolucionaria iraní, lo que
les ha permitido crecer y conseguir exportar su revolución.
Existe un
objetivo común de todos estos grupos, que es la instauración del estado
islámico y del califato musulmán. Su ideología está inspirada en la idea de
que la patria no es un territorio geográfico, sino el propio Islam, que a su
vez es también su constitución, y
para sus fieles la solución de todos los países y sociedades. Para estos grupos,
Dios es quien legisla y quien gobierna.
Su estrategia
consiste en avanzar partiendo de que su ideología acepta la pluralidad
política, pero sin embargo, admiten que cuando lleguen al poder político
dejaran de aceptarla y la rechazaran. Para ello utilizan un doble método de
avance: uno pacífico (como es la predicación para conseguir un cambio paulatino
de la sociedad), y otro violento (derrocando a las autoridades políticas para
así conseguir el cambio de la sociedad). Pero en cualquier caso, no hay
diferencias entre unos grupos y otros, porque persiguen el mismo proyecto
político.
El islam político no
reconoce la democracia, solo la Sharia o Ley Islámica, que para ellos
representa la forma islámica de la democracia. Llaman al sometimiento y no a la
liberación.
El movimiento actual denominado Estado Islámico (EI),
surge tras la invasión de Irak, y como consecuencia de la destrucción del
ejército iraquí, lo que permitió la
entrada de muchos grupos a ese país desde otros países. Esos grupos se
organizan en grupos armados y atacan a las autoridades y a los civiles
musulmanes. Hoy se extiende por Irak y Siria, pero ejercen como
contrapeso al poder que ejerce Irán en la zona al contar este país con el apoyo
norteamericano. El EI es el reflejo de una lucha por el poder en la zona
entre Arabia Saudí e Irán. El EI no odia solo lo occidental, sino a todo
aquel que no comparta con ellos esta forma de interpretar la religión.
Pese a lo que muchos
afirma, no hay un fracaso de la integración de la emigración musulmana en
Europa, y si de algunos grupos de esa emigración. Los métodos de
reclutamiento, fundamentalmente a través de las redes sociales, se ven
favorecidos por la pobreza y la miseria social en la que viven muchos de esos
jóvenes en algunos países europeos.
También las cárceles son un lugar de reclutamiento.
El papel de la mujer en los grupos que tienen esta forma de interpretar la
religión islámica, es absolutamente secundario, solo se la considera un
objeto.
El desconocimiento
de estos movimientos en Occidente, se ve agravado porque en centro Europa se
hace una mala utilización del lenguaje y de lo que significa para la
cultura europea y su significado entre los musulmanes. Ejemplos de esa
confusión, son como confundimos fundamentalismo, o radicalismo, con posiciones extremistas,
cuando significan ir a lo fundamental, o
buscar la raíz de algo.
De todo lo expuesto,
algunas conclusiones. Primera, que la ausencia del libre pensamiento y del
laicismo, y la mezcla de religión y poder político, está detrás de lo que hoy
es el caldo de cultivo de la actitudes intolerantes. Segunda, que la postura e
intervenciones de muchos gobiernos occidentales está sirviendo para fomentar posiciones
extremistas. La conclusión final, es que yihadismo es una forma minoritaria de
entender el significado del Islam, pero no es el Islam.
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