sábado, 31 de mayo de 2014

La recta conducta

“No sólo hacen adeptos los partidos con sus doctrinas, sino con buenos ejemplos y la recta conducta de sus hombres” “Pablo Iglesias”
 
El lamentable espectáculo que se está dando estos días por las diferentes direcciones del partido, tanto por la Ejecutiva Federal como por una mayoría de las secretarias regionales, están deteriorando gravemente la imagen de nuestra organización. Mediante decisiones y posicionamientos personales de muchos dirigentes, se está mostrando a nuestra militancia, una carencia total de voluntad política para adoptar los mecanismos de democracia participativa que exige el conjunto de los y las militantes. No parecen suficientes los sucesivos descalabros electorales, puesto que seguimos empeñados en mantener fórmulas de representación por delegación que nos están conduciendo a un descredito del conjunto del socialismo español, que exige la regeneración del sistema político en su conjunto, y los socialistas debemos responder a esa exigencia con una mayor democracia interna en nuestra organización.
 
La situación de perdida de apoyos electorales sufrida en las últimas elecciones no puede justificar de ninguna manera, la adopción de medidas precipitadas como lo ha sido la decisión de celebrar un Congreso Extraordinario en julio, sin el tiempo necesario para su preparación, y anteponiéndolo a la celebración de unas elecciones primarias abiertas que ya fueron aprobadas en el Congreso Federal de Sevilla y ratificadas en la Conferencia Política de Madrid.
 
Si el Congreso Extraordinario hurta la oportunidad de abrirse realmente a la ciudadanía, el PSOE no recuperará la confianza. El liderazgo no se puede resolver en el Congreso porque aunque votaran los militantes, no es abierto a la ciudadanía y, por lo tanto, vulnera el compromiso de apertura para renovar el liderazgo (compromiso más necesario que nunca); si saliera de SG uno de los pretendientes a las primarias, la ciudadanía tomaría las primarias por una ratificación, no una elección genuina, y carecerían de la credibilidad y la fuerza renovadora que deben aportar.
 
Si la voluntad de nuestro Secretario General de la Ejecutiva Federal, es dejar el cargo, no parece lo más adecuado que se mantenga en el mismo asumiendo la responsabilidad de dirigir un proceso al que su dimisión nos conduce.
 
Estamos ante la mayor crisis de unidad de nuestra historia más reciente, y algunos consideramos que lo más adecuado para garantizar un proceso altamente participativo y transparente, que pueda devolvernos la confianza que hemos perdido ante la sociedad, es la adopción del siguiente conjunto de decisiones:
 
La dimisión de la actual Ejecutiva Federal y la constitución de una Comisión Gestora Federal que se responsabilice primero, del desarrollo del proceso de primarias abiertas aprobado en el último Congreso Federal; segundo de que una vez celebradas estas primarias sea la encargada de la organización de un Congreso Federal Extraordinario para adoptar las resoluciones que hagan visible ante el conjunto de la sociedad el compromiso inequívoco del PSOE de aplicar las políticas del ideario del socialismo democrático demandadas por nuestros militantes, y por la mayoría de la sociedad española, y que garanticen la participación directa de los militantes en la elección del nuevo Secretario General y de la nueva Comisión Ejecutiva Federal que deben surgir de ese Congreso.

jueves, 29 de mayo de 2014

Por fin, “un socialista, un voto”, aunque hemos tardado dos años.

En Albacete, dos grupos de militantes (PSOE, UN PARTIDO PARA EL SIGLO XXI y SOCIALISTAS POR EL CAMBIO), nos unimos y presentamos una lista alternativa  a la oficial de delegados al Congreso Federal de Sevilla, y posteriormente una candidatura a la Secretaria Provincial del PSOE. Lo hicimos convencidos de que las cosas en nuestro partido no podían continuar con el rumbo impuesto por las direcciones y que nos había conducido a los malos resultados electorales en las generales que llevaron a  Rajoy a la Moncloa.
 
Eran momentos de especial dificultad para la ciudadanía, tanto por los recortes  de lo público como por la incertidumbre del empleo. Era el momento en que se hacen más necesarios la cercanía, la proximidad, el apoyo y la comprensión por parte de los partidos políticos para con los ciudadanos, y todos nosotros  sentíamos que los socialistas debíamos estar a su lado.
 
No se nos escuchó. Se nos tachó de intentar romper el partido, de ser oportunistas, o de actuar por ambiciones personales, aun sabiendo (quien así se expresaba) que nada de eso era cierto, porque ninguno de nosotros nos planteábamos encontrar en la política una profesión. Hasta se nos dio más importancia de la que merecíamos, porque tan solo éramos un grupo de hombres y mujeres socialistas, que compartíamos un modelo de partido diferente, y apostábamos por un futuro mejor para el socialismo en nuestra provincia.
 
Han transcurrido dos años de aquello, y las elecciones europeas han venido a poner sobre la mesa que quien no nos escuchó se equivocó, y que dos años después siguen siendo válidas las propuestas que se plasmaron en nuestro manifiesto. Proponíamos regenerar la política en general, y la del partido socialista en particular, entendiendo la regeneración como la apertura de cauces reales de participación ciudadana en las instituciones, buscando la calidad democrática y erradicar la corrupción de la política, convencidos de que la ética y la dignidad deben presidir la actuación de la izquierda, fortaleciendo los principios socialistas de igualdad, libertad y solidaridad. Proponíamos que las decisiones se adoptaran escuchando a todos los militantes, apostando por aplicar el principio de un socialista, un voto.
El tiempo ha venido a demostrarnos, que desde el PSOE no se actuó como se esperaba de nosotros y desde el último gobierno socialista no supimos dar la respuesta que necesitaban quienes nos votaron. Proponíamos pedir perdón a los ciudadanos y cambiar, pero encontramos el rechazo de muchos compañeros a hacerlo. Hoy creo que no se entendió el mensaje de las urnas: ”No queremos que gobernéis, queremos que cambiéis”.
 
Dos años después, quienes en los Congresos Federal y Provincial rechazaron con sus votos que fuesen los militantes quienes decidieran que partido querían, y no solo los delegados, hoy apuestan por la elección directa de candidatos a las secretarias generales, o por primarias abiertas para elegir el candidato o candidata a la presidencia del gobierno. Bienvenidos a nuestra propuesta de hace dos años: escuchar, de verdad, la voz de los militantes.
 
Para recuperar la credibilidad del sistema político hay que proponer la revisión de la Ley Electoral, abrir y desbloquear candidaturas, rendir cuentas periódicamente todos los partidos de la gestión ante la ciudadanía y ante sus militantes, y un sinfín de acciones que realmente hagan transparente la representación política.
 
Pero si hablamos del partido socialista, esos cambios no pueden quedarse solo en el relevo en la secretaria general o en la ejecutiva, sino que debe acompañarse de muchos más cambios: incorporar nuevos métodos de debate interno, respetar la discrepancia, olvidarse de la apariencia democrática (los ciudadanos rechazan más la apariencia de democracia que su falta), desechar la realidad oligárquica de nuestro funcionamiento, volver a ser un punto de encuentro para la convivencia democrática y no una maquinaria electoral.
 
Afrontar estos cambios no significa renegar de las cosas bien hechas en nuestros gobiernos, pero el gran reto es recuperar la credibilidad y la confianza perdidas, y dar un giro hacia la sociedad, asumiendo que la renovación no tiene espera y hay que recuperan la conexión con los sectores innovadores y críticos de la sociedad, y teniendo muy claro que en un partido de izquierdas la unidad no es uniformidad de pensamiento.
 
A lo largo de nuestra historia hemos combatido las desigualdades de clase y las desigualdades de género, y ahora nos toca combatir las que se producen entre generaciones, porque los jóvenes sufren una discriminación sin precedentes con respecto a sus padres, siendo para ellos incomparablemente más costoso el acceso a un empleo o a la calidad de vida. Debe volver a gobernar la ciudadanía, y no los poderes económicos transnacionales, y los partidos políticos no deben ser rehenes de los poderes fácticos (económicos, medios de comunicación), que exigen a cambio favores en forma de políticas públicas que les beneficien por acción u omisión.
 
Ante un pésimo resultado electoral, se ha convocado un Congreso extraordinario, que aunque creo que debería ser solo un proceso de transición hasta la celebración de primarias abiertas, puede que sirva para elegir al nuevo secretario general, pero si así ocurre, también debe servir para corregir un rumbo y poner “la casa en orden”.
 
Las propuestas que hicimos hace dos años siguen siendo válidas, pero algo que ha cambiado, porque quienes entonces rechazaron que las decisiones orgánicas se tomasen por el conjunto de los militantes, hoy se han convertido en los mayores defensores de este principio. Rectificar siempre fue de sabios, pero no lo es, si quienes rectifican lo plantean como el método para seguir sentados en el mismo cargo, y que nada cambie.
 
Hemos necesitado un nuevo varapalo electoral para aceptar que este es el momento de los militantes, de TODOS y TODAS, y no lo podemos desaprovechar. Las bases socialistas tenemos derecho a intervenir en ese proyecto, y es tan sencillo como que se permita la elección del Secretario General por todos los militantes y el del candidato a presidente del gobierno en primarias abiertas. Rubalcaba ha comenzado a consultar si esto es posible. La respuesta es que si, y solo precisa de la voluntad real de hacerlo. Es el momento de aplicar el principio de un militante un voto, sin miedo a los cambios. Es la hora de dejarse de marear la perdiz. Ya no nos valen las escusas.

martes, 27 de mayo de 2014

Antes las primarias y luego el congreso. Pero los cambios desde ya.


Terminadas las elecciones europeas, hay que felicitar a todos los que se consideran ganadores, es decir, a todos menos a los socialistas. Chapeau para Elena Valenciano que asumía la derrota con la entereza que le ha faltado para hablar de propuestas en la campaña en lugar de ser monotemática con el machismo de Cañete.

 

Pero dicho esto, resulta paradójico ver cómo tras estas elecciones los defensores del sistema capitalista tienen mayor poder que la pasada semana, y además con cinco años para continuar recortando los derechos y las libertades ciudadanas.   Y si algo no puede ponerse en duda, es que los socialistas hemos obtenido unos pésimos resultados para tanto estatales, autonómicos, como en Albacete, que merecen una reflexión.
 
La derecha ha sufrido una pérdida de apoyo espectacular, y sus votos solo representan el 11.5 % del electorado, lo que debería hacerle plantearse que de mayoría absoluta, ya no le queda nada de nada. Pero como siempre ocurre, aunque el voto de izquierdas supera al de la derecha, la dispersión entre los diferentes partidos de izquierda, permite a la derecha mantener su mayoría, y después de lo anunciado por Rubalcaba no puede ponerse en duda que el resultado del domingo marca en el PSOE un antes y un después.
 
A algunos militantes nos llama la atención, que quienes nos acusaban de irresponsables por expresar descontento con la dirección socialista por cómo se habían planificado esta campaña (sobre todo con las diferentes Secretarias de Organización Federal, Regional y Provincial), hoy nos mostremos más respetuosos con el Secretario General que ellos, porque a algunos les ha faltado tiempo para echar la culpa a Rubalcaba de todos los males del socialismo y lanzarse a su yugular.
 
Estos renovadores repentinos, deberían comenzar por asumir que ellos son parte de lo que representa Rubalcaba, pero siguen sin darse cuenta de que el problema es bastante más profundo y no se soluciona solo con cambiar al Secretario General. El anuncio de Rubalcaba de un Congreso extraordinario, abre el tiempo en el que los corchos (los que flotan siempre) empiecen a hacer sus cálculos buscando cambiar la cara del PSOE para que todo continúe igual, y si es necesario prometer cambios internos que luego ellos nunca cumplen. Algunos que siempre están a lomos del caballo ganador, parece que se han olvidado pronto de que del resultado electoral del domingo además de Rubalcaba, todos somos responsables, las bases también, pero sobre todo las direcciones en los diferentes ámbitos.
 
Pero entre las bases socialistas, empieza a ser mayoría quienes creemos que ya ha pasado el tiempo de dejar que se manipule a las agrupaciones, intentando algunos con ello seguir en su chiringuito. Hoy los socialistas necesitamos representantes que sean y se vean, como ejemplo para todos los ciudadanos, y a muchos nos resulta nauseabundo que ahora se utilice a Rubalcaba como el chivo expiatorio de esta situación, intentando así acallar las voces que desde las bases demandan que cambien todas las caras de la dirección del partido y a todos los niveles. Toca renovar cargos y aparcar los privilegios de algunos, que con razón o sin ella, los ciudadanos están convencidos de que solo quieren seguir en política para vivir del cuento.
 
Por mucho que a algunos les pese, solo puede llegar un cambio de ciclo para el PSOE, si se marcha la actual dirección, empezando por las provincias y terminando en Ferraz, y sería aconsejable que antes de marcharse los actuales pidieran perdón a los votantes que se han sentido traicionados en su confianza.
 
El Secretario federal ya lo ha anunciado y ha realizado una propuesta de transición. Me parece una propuesta errónea, porque plantea celebrar primero un Congreso extraordinario y luego primarias. Muchos creemos que sería más símbolo de que ha llegado el cambio, si se altera la secuencia de esos acontecimientos. En unas primarias abiertas los ciudadanos podrían decidir el modelo de partido y quien quieren que les lidere, además de evitar el riesgo de la bicefalia. Hacerlo a la inversa supone elegir primero Secretario General, y sin duda eso condicionaría las posibilidades de alguno de los candidatos a primarias si no es del gusto del Secretario General elegido.
 
Si los posibles candidatos a primarias quieren comenzar poniendo de manifiesto que se presentan con voluntad de cambio, deberían cuestionarse si participan o no en este proceso, porque supone continuar con los mismos errores que nos han alejado de ser un partido cercano y creíble para la mayoría de los ciudadanos. Estoy seguro que alguno alzará la voz contra que el proceso sea así, y si lo hace,la dirección de Ferraz debería escucharle.

jueves, 22 de mayo de 2014

TRAS UNA CAMPAÑA INSULSA, HAY QUE DECIDIRSE.


En pocas horas terminará la campaña de las europeas, y las encuestas vaticinan que la abstención será grande, sobre todo entre los votantes de los dos grandes partidos tradicionales. No votar en democracia, es a todas luces una actitud errónea, pero puede resultar justificada para quienes están hartos de las mayorías gobernantes, y de no haber encontrado un mensaje o una propuesta ilusionante para apoyar en estas elecciones.
 
Hay quienes dicen no saber qué se vota el día 25 M o como les afecta, viendo en la abstención la postura más decente frente a dar su aval a ciegas, o ir a votar simplemente porque “siempre voto a los nuestros”. Y no es fácil saber lo que realmente votamos, porque si el programa electoral es fundamental en cualquier campaña, muchos votantes deben pensar que los partidos no han presentado sus programas.
 Nadie debe extrañarse de esa percepción viendo al PP que continúa atascado en culpar de todo a Zapatero desde hace años, y se ha pasado toda la campaña justificando su mala gestión en el gobierno con la herencia recibida, y dedicado a apuntarse el mérito de una recuperación que casi nadie en su casa ve. E igual ocurre con el PSOE, centrada su campaña en resaltar el machismo del PP y lejos que está de ser una derecha europea moderna, sin poner excesivo empeño e incluso olvidándose de presentar sus propuestas electorales para Europa, que hacen diferenciar el proyecto socialdemócrata europeo del neoliberal.
 
Si la falta de control verbal de Cañete ha perjudicado al PP al mostrarnos como piensan realmente, algo similar ha ocurrió al PSOE con Felipe y su sugerencia de una coalición PP y  PSOE (aunque matizará que solo en el hipotético caso de una situación muy grave en el país). Cada cual tiene derecho a morir como quiera, incluso suicidándose, y eso parecían querer ambos partidos, el uno mostrando como es, y el otro manifestando algo infumable para los votantes socialistas que verían en ello la puntilla final a un PSOE que sigue perdiendo votos por su izquierda y con un grave problema de credibilidad.
 
Muchos votantes socialistas no le han perdonado al PSOE la reforma urgente de la Constitución que se acordó con el PP, aunque le viniese impuesta desde Bruselas por la UE, para que ahora les vengan con estas. Pero cito esa intervención, porque se convirtió en un regalo para IU, el tercer partido en discordia, que rápidamente se lanzó con su ya manido eslogan de “PP y PSOE son iguales” intentando  arrimar el ascua a su sardina, y dejando en un segundo plano también su programa. 
 
Pero tampoco a IU la estrategia parece haberles salido todo lo bien que pensaban, puesto que muchos han visto en esa actitud como la coalición utiliza dos varas de medir según le interesa: por un lado ven  “coherencia” en permitir que el PP gobierne en Extremadura sin asumir que ellos son el colaborador necesario, o denominan "postura de transversalidad" a lo que sencillamente es una manera de justificar el caminar junto a la derecha más reaccionaria de Cataluña; mientras que por otro lado se muestran escandalizados con las palabras de González, envueltos en la autocomplacencia de su “pureza” de izquierdismo.
 
Pese a su ambigüedad según donde actúe, IU ha repetido machaconamente el mensaje de que los socialistas tienen la misma idea política que el PP, aun sabiendo que las bases socialistas rechazan de plano todo lo que está haciendo el PP, alejándose con ello de potenciales votantes. Tal vez ha olvidado que el efecto “pinza” tuvo un precio que pagaron durante años, y alguien en IU debería analizar, si con negarse a una coalición de izquierdas en la que IU no sea la mayoría absoluta, no están propiciando que el resto de la izquierda pueda verse forzada a coaliciones "anti natura" para desalojar a la derecha del poder, en lugar de actuar por principios como lo están haciendo en Andalucía. La estrategia de comportarse como el perro del hortelano que "ni come, ni deja comer", ha hecho que muchos vean que en IU andan más preocupados por obtener un puñado de votos que les consolide, antes que en solucionar el gran problema de los trabajadores españoles: una derecha rancia gobernando.
 

 
Como cuarto elemento del tablero electoral está UPyD, entre la visceralidad anti socialista y ocultar planteamientos próximos a los populares. Han utilizado las frases de Cañete y de González, sin querer acordarse que desde su bancada hemos escuchado frases gloriosas en boca del diputado Cantó. Salvo que se trate de un desliz de los medios, parece una manipulación que en los reportajes televisivos solo hayamos visto la imagen de su lideresa,  sin mostrar nunca la asistencia a sus mítines, y desde luego sin mostrar tampoco su programa..
 
Rosa Diez sigue empeñada (y en esta campaña más) en mostrarse como la paladina defensora de la dignidad perdida en la clase política española, para lo que ha contado  con los apoyos mediáticos afines al PP. Síntoma de memoria frágil o estrategia falaz, el no recordar los años que paso como europarlamentaria, cargo obtenido en las listas del partido del que desde allí despotricaba, cobrando y sin la menor dignidad para presentar su renuncia. Eso la hubiera hecho más creíble, aunque a serlo tampoco la ayudan a ello los problemas internos que provoca al ser la única mano que puede mecer la cuna en esa formación.
 
Luego está el bloque formado por las candidaturas nacionalistas, más centradas en estimular a su electorado conservador y aferrado a una realidad en clave territorial con programas localistas, tampoco publicitados. Y por último, también han desempeñado su papel (nada despreciable a juzgar por el miedo de los grandes partidos a la dispersión del voto) los nuevos partidos hoy minoritarios como VERDES, EQUO, PODEMOS, PACMA y otros, que ofrecen la posibilidad de que nuestra representación en el parlamento europeo sea tan variada como lo es la sociedad española. Propuestas desde espectros políticos diversos (unos autoproclamándose la izquierda pura y otros la derecha verdadera), con objetivos muy dispares (ambientalistas, animalistas, feministas, etc.), y utilizando estrategias dispares, alguno recurriendo al victimismo, a la pureza ideológica, otros al discurso fácil, otros a la demagogia, y otros mostrándose con la honestidad que se permite quien sabe que su mensaje es el correcto pero no aspira a obtener representación.
 
Y así han transcurrido estas semanas de campaña, media campaña dedicada a las frases del expresidente y sobre todo de Cañete (aun disculpándose ambos), y la otra media al aprovechamiento de esos deslices por los demás partidos. En resumen, pocas propuestas y más de lo mismo, lo que conduce a que los ciudadanos lleguemos a pensar si tanto los políticos como los informadores, no nos tratan como a desmemoriados o como diría Rajoy “lisa y llanamente como a tontos” (fin de la cita). Parecen convencidos de que aunque actúen sin gracia ni arte, siempre les seguiremos aplaudiendo, porque nadie les puede sustituir en este escenario.
 
Si algo nos han debido enseñar los más de treinta años de democracia, es que a nada llevan campañas en las que el debate de ideas brilla por su ausencia, y donde se imponen los mensajes mediáticos sin contenido, como lo ha sido esta. Y el aprendizaje más importante ha sido que no es bueno que se den mayorías absolutas en ningún parlamento, siendo más positivo para los ciudadanos, que sean coaliciones entre diferentes partidos la fórmula que les permita configurar gobiernos.
 

Los españoles hemos venido votando mayoritariamente al amplio espectro de la izquierda, pero por la desunión, y por la actual ley electoral española, esa mayoría ahora no ha podido gobernar. Muchos españoles progresistas empezamos a estar cansados de tanto voto de izquierdas sin resultado de gobierno, y toda la izquierda debería tomar nota de este detalle y darse cuenta de que la verdadera víctima de esta crisis ha sido el futuro de los ciudadanos, y la gran castigada la izquierda.
 
El sábado es un buen día para hacer una reflexión sobre la necesidad de acudir a votar, incluso en blanco si no se está convencido de que una postura merezca nuestro apoyo, si con ello trasladamos a los partidos políticos el descontento ciudadano hacía las política en general y hacia los política europea en particular. La mejor razón para acudir a votar es tan sencilla como impedir que nada ni nadie decida por ti, ni siquiera tu silencio.
 
Otra Europa es posible, si la balanza se inclina hacia una forma de gobernanza de la socialdemocracia capaz de cambiar el rumbo hacia un crecimiento respetuoso con el planeta, de priorizar los derechos de las personas sobre los lobbys económicos y  de generar empleos dignos. Si no es así, será que la mayoría desea continuar con la austeridad  y la explotación laboral del modelo neoliberal que hoy domina el continente, y habrá que respetar esa elección.
 
En cualquier caso, triunfe el domingo un modelo u otro, esta formación, aquella o la de más allá, esperemos que el nuevo parlamento europeo sepa recuperar en toda Europa, y especialmente en nuestro país, los valores de la decencia entre quienes ejercen la política.
 

lunes, 19 de mayo de 2014

HA EMPEZADO LA CAMPAÑA ELECTORAL: !ZAPATERO DIMISION!


Debía iniciarse el día 9 de junio. El PP quería una campaña de perfil bajo, para no incrementar el desgaste que su gestión de la crisis le está produciendo en apoyo electoral. Su ideal era una campaña que no fuese campaña. Todo iba según lo previsto, y hasta la interrupción por el asesinato de Isabel Carrasco en León, facilitaba ese perfil plano. Al PP todo le iba sobre ruedas, hasta que llegó el debate televisivo de los candidatos de las dos fuerzas mayoritarias.
 
Y se celebró el debate, que más que un debate para contrastar los programas que sobre Europa presentan ambos partidos, todo parecía indicar que  estábamos ante un debate de elecciones generales. El campechano, dicharachero y eminente Arias Cañete  no se salió ni un ápice del guion que sus asesores le habían marcado, y al hacerlo así, perdió la campechanía y la facilidad de palabra que señalaban como sus grandes virtudes. Al limitarse a leer lo que le habían escrito, acabó dando la sensación de que quien había marcado la pauta había sido su adversaria, la señora, y no él, el  caballero.
 
Las primeras valoraciones ya esa noche (incluso la de algún medio pro-PP), indicaban que Valenciano había dado muestras de mayor naturalidad, y logrado llevar a su terreno el debate en los temas claves que a ella le interesaban. Arias Cañete había hecho aguas en esos terrenos, sobre todo cuando ni siquiera defendió la reforma de la ley de regulación de la interrupción del embarazo de su partido, pero también en otros temas en los que pese a su experiencia política se le vio patinar y caerse. La conclusión mayoritaria era que le habían ganado a los puntos (menos para Marhuenda, naturalmente).
 
Esa derrota, era algo que un personaje de su visceralidad y hombría no iba a permitir que quedase sin justificación. Y así lo hizo, porque en cuanto tuvo la oportunidad se le desató la lengua y se pasó por el forro de sus caprichos los consejos de los asesores. Como elefante en cacharrería, vino a decir que le había perdonado la vida a Valenciano por no ser de sexo masculino, porque hay que respetar al sexo débil, que es como él ve a las mujeres. Y con este comentario desafortunado (siendo benevolente), encendía la mecha y comenzaba la verdadera campaña electoral europea, que hasta ese momento no era tal, por insulsa, anodina y sin ningún interés.
 
Y nadie se explica aún, con lo fácil que le hubiera resultado disculparse por semejante exabrupto, el por qué no solo no lo hizo, sino que inició una hacia adelante, y sin tampoco encontrarle una explicación razonable, todo el PP acudió en su apoyo. Hay que decir, que hasta las mujeres de su partido, como la vicepresidenta del gobierno o la secretaria general, han intervenido respaldando las barbaridades del candidato sin mostrar el menor pudor por su parte como mujeres.
 
A pesar de ese apoyo, el PP ha sufrido (resultándole imparable) una avalancha de críticas contra su candidato y de paso su partido, que han eclipsado el empeño del equipo de marketing electoral por mostrar a Cañete en los carteles como un hibrido entre Papa Noel y Papá Pituso, resultando inevitable que a la mañana siguiente al debate todos los españoles estuviéramos convencidos de que estábamos más ante un clon del Torrente cinematográfico.
 
Quien conoce a Cañete como Rajoy, debería saber que como buen súper macho hispánico se acelera el pulso en cuanto ve una falda, le resulta imposible cerrar su bocaza, y que en su diccionario no se conjuga el verbo disculpar. Seguramente sus asesores debieron aconsejarle rectificar, y para tratar de no mostrarse como un misógino, desde ese momento se dedicó a fotografiarse con mujeres en todos los lugares posibles imaginables. Pero no debió parecerles suficientes esos posados, y recurrieron en el fin de semana a lo que me permito denominar “momento Cuenca”. Para solucionar el desaguisado entró en campaña Rajoy, quien en lugar de aprovechar el encantado lugar, y corregir a Cañete convirtiéndole en el candidato colgante y situando al partido por encima de los personalismos del candidato, sorprendió a propios y extraños y le ratificó como lo mejor de lo mejor.
 
Y como ella no podía dejar solo en el naufragio a su mariano y a su súper candidato popular, entra en esta escena tragicómica Cospedal, que remata la faena apostillando: "La libertad que queremos las mujeres es la de poder trabajar". Y de esta manera, podemos afirmar, que nunca ha quedado tan claro como en esta frase, que para el PP la libertad de las mujeres se resume en poder trabajar, a ser posible en casa, y esperando que llegue su señor, como indicaban los manuales de la Sesión Femenina presidida por Pilar Franco. Solo el seguimiento del manual de esta organización, explicaría el apoyo a Cañete en su metedura de pata hasta la región inguinal derecha.
 
En un comentario a mis artículos de opinión, un lector apuntaba el hecho de que siempre me manifestaba en contra del PP y pocas veces contra el PSOE. Y es cierto, porque cada uno tenemos el sesgo que el propio bagaje personal nos imprime, pero eso no significa que yo justifique los errores cometidos por anteriores gobiernos socialistas.  Pero tampoco puedo considerar justificable  que se achaque la responsabilidad de todo lo negativo a los gobernantes anteriores, sin admitir los errores propios del gobierno actual, que los tiene y en abundancia.
Cuando en vez de consignas por parte de los partidos, se nos expongan argumentos de peso, intentando conocer lo que realmente está pasando con nuestro país,  tal vez tengamos claro a quién debemos votar o no votar. Pero mientras no se den nuevos argumentos, en esta campaña electoral, el PP no tiene otro mejor que acusar al anterior gobierno de la crisis, omitiendo que esta ha sido mundial, para así mostrarse como "salvadores de la patria", y para intentar convencernos Cañete no se quita de la boca a Zapatero. En el PP se empeñan en parecer los buenos cuando piden el voto, porque están convencidos de que no tendrán la obligación de cumplir nada de lo comprometido, y que les bastará con auto justificarse y decir que han sido las circunstancias las que les llevan a cambiar todo lo dicho.
Un ejemplo de esa transformación pre y poste electoral son la imagen sugerente de la Vicepresidenta en una revista, y después de los comicios aparecer en otra junto a Rouco Valera con la mantilla entre jaculatorias. Pero han sido tantas (yo diría que demasiadas) las mentiras que se nos contaron antes de las elecciones de 2011, que hoy solo los que se benefician de esa forma de gobierno pueden creerse estos cuentos de hadas. Si la economía levanta cabeza, no lo hace para todos, sino gracias a la desigualdad que están generando con sus políticas de austeridad, que permiten a unos pocos aprovecharse del esfuerzo de todos. Eso sí que es parte visible del invento llamado marca España, y en esa materia sí que somos líderes en Europa gracias al PP.
 
Personalmente estoy convencido de que lo que acabará hundiendo a Rajoy, no será la oposición sino su poco ojo eligiendo personas, y una muestra de ello en estas elecciones es su lista encabezada por Cañete y González Pons. Pero mientras esta incapacidad del presidente no se perciba por el conjunto de los ciudadanos, con los votos que obtenga el PP piensa seguir apoyando a la banca, machacando a los pensionistas, a los jóvenes y a los parados, y continuar afirmando que bajan los impuestos mientras los suben, o negando que se han cargado la sanidad y la educación públicas, y todos los que desastres que en estos años estamos teniendo que soportar. Y como gran instrumento de gobierno, el de siempre que resulta infalible para los gobiernos de derechas: el miedo. Ese miedo que hace temer que si protestas te aplicaran la ley mordaza, o te enviaran la inspección de hacienda o la policía, o te cerraran tu cuenta de internet, siempre justificado en que actúan en nombre del pueblo que les dio su actual mayoría absoluta.
 
Quizás, en el PP están convencidos de que ganarán estas elecciones, pero no será como fruto de sus méritos propios, sino del poco empuje de la izquierda como contrapeso en la balanza. Esa izquierda española que no acaba de levantar cabeza porque, a diferencia del electorado de derechas, el de la izquierda castiga a los gobernantes que eligió pero le defraudaron en aquello que esperaba de ellos. Y debe esa izquierda sentirse orgullosa de que así se debe actuar en democracia, aunque paradójicamente esa actitud democrática juega siempre en su contra. Entre los partidos de derechas hay matices que les separan pero tienen un objetivo común; en la izquierda se tiene un objetivo común, pero los matices separan, y así nos va.
 
En cualquier caso, el próximo domingo creo que hay que ir todos y todas a votar si queremos que esto cambie, y si no somos capaces o no nos importa lo suficiente el resultado, es que no merecemos nada mejor que lo que tenemos. En libertad actuamos por responsabilidad, en su ausencia lo hacemos por obediencia. Por el momento el voto es el único instrumento que tenemos para expresar en libertad lo que queremos y lo que no.
 

lunes, 12 de mayo de 2014

Encontrar trabajo siendo joven en Castilla La Mancha, es una loteria

Mientras los dos principales candidatos a presidir la Comisión Europea,  Schulz y Juncker, muestran su acuerdo en el diagnóstico al señalar la lucha contra desempleo juvenil como la gran "tarea europea" y al considerarlo  "una tragedia para toda Europa", aquí en España, tanto el Gobierno del Estado como los autonómicos, aun manifestando con reiteración que consideran igualmente muy grave el problema, no parecen buscan soluciones con el interés que sería aconsejable ante su dimensión, salvo alguna excepción.
 
También socialdemócratas y liberales parecen estar de acuerdo en que la receta para combatir nuestro alto desempleo, no puede ser la creación de empleo público exclusivamente, sino que debe pasar por hacer que fluya el crédito a las pequeñas y medianas empresas que son las principales creadoras de empleo, sobre todo en países como España, segundo país de la UE con mayor tasa de desempleo, Pero no parece presentable que nuestras administraciones se crucen de brazos a la espera de que el problema se resuelva solo, o nos lo resuelvan desde Europa. Las administraciones públicas, en esta situación, tienen la  obligación de coordinar sus recursos económicos e impulsar iniciativas de empleo que permitan a multitud de familias sobrevivir y poder pasar este tiempo de la mejor manera posible.
 
La gota que colma el vaso del problema, es la escasa financiación para afrontarlo, agravada por los efectos de la crisis económica y la política de recortes y de austeridad a ultranza, que dificulta la lucha contra el desempleo, fundamentalmente el juvenil, y el hecho de que con ese argumento los diferentes gobiernos tengan secuestradas las políticas activas de empleo. Hay recursos para rescatar a los bancos, pero no para rescatar a las familias.
 
En este escenario, la situación de desempleo aboca a quien la sufre, a la sensación de vivir en un callejón sin salida, que puede llevarle a aceptar que todo vale para salir de él. No importará el salario, el horario, o el resto de condiciones laborales de seguridad y estabilidad del puesto, si aceptándolas se sale de la situación, que es precisamente lo que el modelo neoliberal quiere perpetuar justificándolo con estar en crisis. Pero las iniciativas que aparecen lo hacen buscando más un redito electoral que una solución a la situación que padecen casi seis millones de conciudadanos.
 
En Castilla La Mancha se han puesto en marcha los denominados Talleres de Empleo y ahora el Plan de Empleo Agrario en Zonas Rurales de 2014, y el partidismo sectario ha aflorado con un marcado tinte electoralista en estas dos iniciativas, sin entrar aquí en otras que parten de las Diputaciones, ni en la inactividad de los ayuntamientos, de un lado limitados por la reciente reforma de  llamada Ley de Reforma Local, y de otro por su tradicional inercia a priorizar recursos a festejos locales, corridas de toros, y otras cuestiones relacionadas con el ocio, sobre el ser creadores de empleo en sus entornos.
 
 En el caso de los Talleres de Empleo, que en teoría están más enfocados a los jóvenes, su distribución ha obedecido a criterios de afinidades políticas entre el gobierno regional y los gobiernos municipales a los que se les han aprobado estas iniciativas, en muchos casos con talleres en años sucesivos mientras otros municipios limítrofes y con las solicitudes cursadas en plazo y forma, han recibido el no por respuesta sencillamente por tener un gobierno de signo contrario al regional, con independencia de que el número de solicitantes de empleo fuese mayor en ese municipio que en el que han final ha resultado beneficiario del taller.
 
El Plan de Empleo Agrario en Zonas Rurales de 2014 que hace unos días presentó la señora Cospedal calificándolo de "éxito conseguido entre todos”, también es un ejemplo de la instrumentalización que se hace con la precaria situación de muchos de nuestros conciudadanos. Al electoralismo de su presentación, hay que sumarle que estos planes llevan aplicándose desde los años ochenta, que la Junta no aporta un solo euro a los mismos, y que  tampoco han reclamado al Estado una mayor dotación cuando con la actual no alcanza a dar empleo por tres meses ni al uno por ciento de los desempleados de la región, que superan los 300.000.
 
Pero no termina aquí la politización de estos instrumentos para el empleo, porque en una segunda fase se asiste al reparto de los puestos de trabajo en cada municipio. No es fácil ese reparto en la situación de desempleo desbordado existente, y baste el ejemplo de Talavera con más de 2200 solicitudes para 20 plazas en un taller de empleo, pero  a eso se suma que tampoco los criterios utilizados son tan asépticos como para facilitar esa selección.
 
Cuando en los pueblos pequeños (en los que nos conocemos todos) se realiza la selección de los trabajadores, es más fácil poder evaluar si la selección realizada es acorde con la finalidad de los planes de trabajo, que no debe ser otra que la contratación de trabajadores desempleados para la ejecución de proyectos de interés general y social para la ciudad Y debe hacerse atendiendo fundamentalmente a que los seleccionados realmente necesiten trabajar por llevar mucho tiempo inscritos en las listas de desempleados y a que la situación social de sus unidades familiares así lo aconseje.
 
Sin embargo, es habitual en esos pueblos escuchar críticas justificadas a esa selección. No resulta raro ver como algunas personas repiten contrato en años consecutivos, mientras otras nunca son seleccionadas; en otros casos se conoce que en la unidad familiar hay otros miembros de la misma trabajado, mientras en hogares donde no trabaja ninguno de sus miembros no son seleccionados; gente con menos antigüedad en esas listas es contratada antes de quien lleva más años; o como a algunos inscritos se les ofrece el puesto y no lo aceptan porque en ese momento no les interesa, sin que ello implique perdida de ningún derecho de prioridad para posteriores convocatorias.
 
Precisamente porque nadie niega que el mayor problema de este país, y de sus diecisiete CCAA, hoy es el desempleo (aun sabiendo que nunca lloverá a gusto de todos), no parecen las mejores circunstancias para que cuando en esas listas aparecen familiares de los gobernantes locales, simpatizantes de los partidos gobernantes, o personas que no tienen una necesidad acuciante, todo el mundo piense en la existencia de manipulación en esas selecciones. No se les puede negar el derecho a acceder a esas ofertas de empleo como a cualquier otro ciudadano, pero en algunos casos resulta cuanto menos esperpéntico, cuando no inmoral. La presencia de los sindicatos, hoy tan denostados, no garantiza que la selección sea la adecuada como respuesta válida ante la situación social real de esas localidades.
 
Lo anteriormente expuesto no pone en cuestión la profesionalidad de los técnicos de empleo en su conjunto, pero la precariedad en la que también muchos de ellos se encuentran les hace no poder enfrentarse a actuaciones que les viene impuestas, y saben que pueden cuestionar la limpieza de los procesos de selección. En otros casos es el diseño de la oferta de empleo el que propicia disparidad de criterios para que accedan a esos programas jóvenes y mujeres.
 
En ese escenario, para que un joven castellano manchego en paro pueda encontrar un empleo de los ofertados por las administraciones públicas, tienen que conjurarse muchas circunstancias en paralelo: vivir en un ayuntamiento beneficiarios de los planes o talleres (es mal visto contratar en un taller a vecinos de otra localidad habiendo solicitantes locales), y no significarse políticamente en el ámbito local para no ser víctima de la utilización de su situación de desempleo por parte de los dirigentes municipales, como un arma electoral de primer orden y más en estas fechas de elecciones.
 
No es extraño el comentario de que a muchos jóvenes les resulta más fácil por beneficioso mostrar un cambio de ideología política y partido, que hacerlo de su afición por un equipo de futbol. La dignidad en estas situaciones acaba siendo directamente proporcional al estado de saciedad de nuestros estómagos.

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