Tras leer los resultados de las elecciones
municipales francesas, resulta innegable que han supuesto un duro
revés para el Partido Socialista de ese país. Pese a mantener las alcaldías en ciudades
como París o Lille, o haber conseguido la de Aviñón, estos resultados no solo son
una seria advertencia para Hollande, sino, y sobre todo, son una llamada
de atención al conjunto de la clase política europea, dado el alto
abstencionismo registrado. Señalo esto, por lo que nos afecta a los socialistas
españoles, por aquello de que cuando las barbas de tu vecino veas pelar…
Hace mucho tiempo que he optado por un
posicionamiento crítico y a la vez constructivo, respecto a las decisiones que
empezaban a tomarse desde la dirección federal de mi partido. Como yo, muchos y
muchas socialistas, por lo que no
puedo creer que en el último Comité federal del PSOE no se alzaran algunas
voces críticas para con los criterios utilizados en la conformación de la
candidatura a las elecciones europeas. No niego méritos
personales a quienes la integran, pero no creo que sean la imagen que hoy necesitamos
en un partido que se dice comprometido con un acercamiento a los ciudadanos.
Espero equivocarme, y esta candidatura evite el desinterés por la política que
se ha reflejado en las elecciones de nuestros vecinos franceses.
Puede que sea debido a que han ocupado cargos públicos, pero muchos de los que conforman esa candidatura ya
la mayoría de ellos tienen un discurso
que no llega al corazón de los ciudadanos, y hasta puede desencantar a quienes
siempre han creído y creen en el socialismo. Es el momento de políticos que hablen el
lenguaje del pueblo, y no el momento del lenguaje de los cargos.
A esa sensación personal, se añade un hecho objetivo como es que las bases no hemos participado en
la conformación de la candidatura, porque todo se sigue haciendo desde las
alturas. Las luchas de años por el socialismo y por lograr
cambios en la sociedad franquista parecen tan solo parte del recuerdo colectivo
de las bases socialistas, no de su dirección. Quien haya realizado la
composición de la candidatura, desconoce
lo que pasa en las bases de la organización, o si lo conoce lo olvida, y eso es una falta de respeto a la ideología socialista.
Martin Schulz, candidato europeo socialista, se preguntaba en un mitin en Madrid, si son los electores los que nos
abandonan o somos nosotros los socialistas quienes les hemos abandonado. Luego añadía que los socialistas tenemos que sufrir con ellos para que
crean en nosotros. Este
mensaje político pensando en el ciudadano, contrasta con el mensaje de la
candidata española que nos pide a los militantes de base que echemos una mano,
que "esto hay que ganarlo porque ahí está el PP”. A mí no me preocupa el adversario PP, como a Schulz me preocupa que los electores piensen
que les estamos abandonando.
Me preocupa lo que acontece en mi partido, y no hacer pública esta opinión, no me
hace mejor socialista, sino cómplice de todo lo que por estas decisiones nos pase. No puedo permanecer callado, si como ha sucedido en las marchas por la
dignidad, mi partido no está
en la calle con la gente. Reitero, por enésima vez, que
se necesita regeneración de la política, pero me afecta la que se necesita en el
PSOE, una renovación de
caras sin desaprovechar la experiencia; con mujeres y hombres que se rodeen de
un equipo en el que estén representados todos los sectores de la sociedad. Es el momento de cambiar la actual situación, no de hacer cambios que
quedan solo en palabras.
Cuando pasen las elecciones, si el resultado es bueno todos se
colgaran medallas, y si no lo es, haremos sesudos análisis de
como naufragamos como marca y nos lameremos las heridas. Mientras a los militantes de base nos
tocará lamentarnos de a dónde nos están llevando nuestros dirigentes, o dicho de otra manera, lo que hoy expresaban los franceses ante los
resultados que han obtenido, el desinterés ciudadano por la política, y un
revés para el socialismo.