lunes, 28 de octubre de 2013

Mis víctimas, siempre llevan razón.


El PP vive en muchas dicotomías. A la de sueldos en A y sueldos en B, ahora hay que añadir las “víctimas” y “todas las víctimas”, que al parecer no son lo mismo.



Desde su llegada al gobierno, el PP siempre se ha llenado la boca con su “no comentamos las resoluciones judiciales”, tratando de dar una imagen de respeto entre los poderes ejecutivo y judicial. Ahora, de la noche a la mañana, se lanzan a la calle contra una sentencia cuyo pecado es poner el respeto a los Derechos Humanos por encima de las componendas políticas de cada momento. Por la actitud adoptada, parece que no lo consideran un Tribunal de Justicia, sino una sucursal del socialismo europeo, aunque más bien parece deberse a que para el PP, el respeto a estos derechos no está en su ADN, y como fieles herederos del franquismo más rancio, el respeto a los derechos humanos no forma parte de su doctrina política.
 
Se podría decir que donde las dan las toman, pero lo que es innegable es que cualquiera que vea su comportamiento de ahora y el que tuvo cuando era oposición, solo puede concluir que son capaces de apropiarse del dolor de las victimas por un puñado de votos. Ni con anti eméticos se solventa el poder vomitivo de su comportamiento.
 
A la cabeza de esa maniobra indecente y nauseabunda de manipulación de la opinión pública, no pueden colocar a nadie mejor que a la señora Cospedal, su experta en cañerías y desagües. No le han dolido prendas para comenzar otorgando la razón, sin ningún argumento o razonamiento, a las víctimas, con su "las víctimas siempre tienen razón”, cuando como en todo en la vida, unas veces tenemos razón y otras no, y las victimas, antes que victimas son seres humanos con legitimo derecho a equivocarse.
 
Como dato curioso, en esta manifestación no importa la mayoría silenciosa que se quedo en su casa y no acudió  a la misma, sino que además, quienes increparon a los dirigentes del PP, para Cospedal “no eran la mayoría", "demuestran mucha ignorancia” y “comenten una profunda injusticia". Y es que para esta señora, poseedora de la verdad absoluta y de memoria frágil (ha olvidado los abucheos y gritos de Zapatero asesino y traidor), las víctimas sólo pueden abuchear al Gobierno cuando en éste está el PSOE. Si no es en esa situación, o no son víctimas o están equivocadas.
 
Pero además esta señora cae en una contradicción patente, puesto que si concluye que las victimas siempre tienen razón, entonces no se entiende porque para el PP, las victimas del 11 M, que no comulgan con ellos, no la tienen también siempre. Y qué decir si nos referimos a las ciento veinte mil víctimas del régimen franquista (del que el PP se ha nutrido de su doctrina y hasta de su fundador Fraga), que continúan enterradas en las cunetas.
 
La triste realidad, es que el PP también en esto nos miente. Aunque se llene la boca con “todas las víctimas”, para ellos solo son tales aquellas que ha considerado "sus víctimas" y mientras ha menospreciado y vilipendiado, al resto. Con esa afirmación en realidad quieren decir que "las víctimas que nos dan votos, siempre tienen razón y las que no nos dan votos, no la tienen nunca”, aunque sean víctimas de las mayores atrocidades. Debe haber cometido un pequeño lapsus lingue, eso sí, intencionado.
 
Puestos a hablar de victimas, y ya que se muestran tan preocupados por ellas, más les  valdría tener en cuenta a las innumerables victimas que están produciendo con su acción de gobierno: desahuciados, parados, desprotegidos sociales etc. Como muestra de la hipocresía de su discurso, en las manifestaciones de estas “sus víctimas directas”, no se les ha visto. Y mucho peor para ser nuestros gobernantes: por parte de los ciudadanos de a pie, no se les espera.

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