Es imposible pensar que vivimos en una democracia cuando en este país nuestro no se respetan las reglas del juego democrático. Porque aunque ellos lo nieguen, eso es lo que esta haciendo el PP, y no solo porque Rajoy se haya quedado mudo sobre Bárcenas, sino sobre todo porque al negarse el PP a explicar en el Congreso de los Diputados cuando los demás partidos le preguntan, nos niega la respuesta a todos y cada uno de los españoles. Solo existe una conclusión: la actitud del PP es antidemocrática, y habría que pensar si su actitud dictatorial se debe a la presencia en ese partido de una parte de herederos del franquismo.
Pocas veces se puede conseguir que todos los grupos políticos se pongan de acuerdo pidiendo explicaciones a uno, pero pese a esa coincidencia, este se esconde tras la mayoría absoluta, que tuvo el 20 N, aunque ellos mismos saben que hoy no la obtendrían. El PP responde que estos grupos, al pedir explicaciones, le dan pábulo a un delincuente, pero se olvida de que ese delincuente es el que está marcando el ritmo de acontecimientos no solo a ellos y al gobierno, sino a todo el país, lo que es mucho mas grave.
Siempre se ha dicho que quien no tiene nada que temer, no tiene por que esconderse. El PP se esconde porque “le han pillao con el carrito del helao”, y por eso teme dar la cara. Ellos saben que cuanto mas se resistan a responder, muchas más serán las preguntas que tendrán que soportar, lo que debe hacernos pensar que no tienen respuesta.
Los ciudadanos tenemos derecho a conocer la verdad, y no deberíamos permitir esta falta de explicaciones, pero el PP piensa que por su silencio nadie saldrá a decir “hasta aquí hemos llegado”, puesto que ve que hemos soportado sus recortes y la destrucción de los servicios públicos y del estado del bienestar, y aún siguen en el gobierno.
Mientras en el PSOE, se plantean diferentes respuestas a esta actitud del gobierno y su partido, y algunos deshojan la margarita de la moción de censura, y se debate sobre la oportunidad de presentarla. Tal vez sea el único modo de hacer comparecer a Rajoy sobre este asunto, pero me parece que es utilizar un instrumento del sistema para conseguir algo, para lo que ese instrumento no fue concebido. Hacerlo es permitir que nuestro ritmo también lo fije Bárcenas.
Si el gran lastre del PSOE sigue siendo que nuestras últimas acciones de gobierno se parecieron a las de la derecha, y en todos los partidos hay casos de corrupción que nos restan la confianza de los ciudadanos, aunque para muchos pueda parecer innecesario, quizás un ejercicio de todos los partidos que se han puesto de acuerdo para que el PP aclare sus cuentas, en el que presentaran con absoluta transparencia desde el primer hasta el ultimo euro de sus presupuestos, desde su procedencia hasta su uso final, haría que las explicaciones al PP, se las pidieran esos ciudadanos que hoy piensan que todos somos iguales. No lo somos, pero la mujer del Cesar no solo tiene que ser decente sino además, aparentarlo.
Creo que si los demás partidos no lo hacen, en el PSOE deberíamos hacerlo, porque eso nos situaría de nuevo en disposición de ser alternativa de gobierno, al recuperar mucha credibilidad. Pero muchos pensamos que aún no es momento de alcanzar el gobierno, y menos a través de una moción de censura.
El momento tiene que ser necesariamente, siempre después de la Conferencia Política, que los acontecimientos la están convirtiendo en una gran oportunidad para una profunda renovación, siempre que seamos capaces de hacer las cosas como la calle nos las demanda, y no para consolidar el hacerlas como algunos dirigentes piensan que se deben hacer.
Esa conferencia debe definir un programa, una forma de gobernar, y un equipo que sea capaz de aplicarlo, pero la credibilidad perdida la debemos recuperar antes. La transparencia de nuestras cuentas, el silencio de los corruptos que hoy gobiernan, y una conferencia que se centre en responder a las necesidades de los ciudadanos, son el camino para merecerla y recuperarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario