Aunque tocaría hablar del nuevo Papa, he obtado por hablar de Fatima, no del milagro, sino del Empleo Juvenil que impulsa la ministra.
En la barra de la cafetería, con aspecto de manoseado, había un
ejemplar atrasado de un diario local. En su portada lucia palmito Rajoy flanqueado por los secretarios generales de los dos
sindicatos de clase, mientras algo más atrás asomaba la imagen del
presidente de la CEOE y parte de la cabellera de la ministra de empleo.
La columna más leída de ese
diario, es donde dicen quien sube y
quien baja en popularidad entre sus lectores. Con un “baja” calificaban a los sindicatos a los que se preguntaba el precio a pagar a los líderes sindicales por permitirle
al gobierno hacerse esa foto. Aunque la crítica es desde posturas
conservadoras, nadie podrá extrañarse
de esa apreciación del columnista, si hace
unas horas los veíamos manifestándose contra la reforma laboral, y ahora los vemos regalándole esa foto a Rajoy, sin que el
PP haya cambiado nada de su política de empleo. Por lógica, nadie piensa que la instantánea le saldrá
gratis al presidente, y eso es el desprestigio para los sindicatos que buscaba
el columnista.
Pero desde posturas progresistas, también extraña la postura
sindical de flotador para un gobierno con el agua al cuello. Si por un lado CCOO y UGT nos piden lucha sindical para
evitar que el PP siga arrasando con las conquistas sindicales de décadas, y
por otro, ellos se sientan a su vera,
que ya se encarga protocolo de que siempre sea a la verita suya, explicar que es una foto forzada por las
circunstancias, no se lo creen ni ellos mismos. Así que mientras algunos reivindicamos la lucha de
clases, los que representan a esas clases trabajadoras ¿se dedican a practicar
la concertación? Difícil entenderlo.
Intentando no ser malo pensando, puede que detrás de esta foto conciliadora se encuentre la preocupación
sindical por el mas de un millón de menores de veinticinco años inscritos
en la mayor empresa de nuestro país: la oficina de empleo. Sin embargo, cuando uno se lee, de pasada, porque a
fondo es imposible, el plan de empleo
motivo de tan mediática presentación, entonces sí que no se entienden que
hacían allí Toxo y Méndez.
Esta maravilla gestada en el departamento de la señora Bañez, se denomina “Emprendimiento y Empleo Joven” y piensa
desarrollarse por medio de cien actuaciones o medidas, entre ellas la de que el
joven se haga autónomo y cotice 50 euros los primeros seis meses, aunque yo
diría solo los seis primeros meses.
Hasta ahí, todo parece serio, pero
cuando resulta que la dotación es de tres mil quinientos millones de euros pero
en cuatro años, o sea ni seiscientos por año, la seriedad empieza a tornarse en
cabreo, al ser más de un millón los afectados. Pero cuando empieza uno a
pensar que es una tomadura de pelo, es cuando te das cuenta de que lo que más se publicita es un portal informático.
O sea un instrumento de publicidad del gobierno
Os cito parte del
enunciado de alguna de estas medidas “Contribuir
al desarrollo de una investigación de calidad.; …estimular un intercambio fluido con otras universidades,…”; “En el ámbito universitario fomentar el espíritu emprendedor …..promover las iniciativas de emprendimiento”;
“Seguir potenciando las fórmulas del
empleo a tiempo parcial…l”; “Hacer
posible que los jóvenes que hayan concluido su formación tengan, cuanto
antes, una primera experiencia profesional…”. Después de leerlo, uno solo puede
tener una expresión: ¡Por Dios, que esto no puede ser en serio!. Cualquier economista o planificador, le
recomendaría esperar a las próximas navidades y presentar el plan en forma de
carta a los reyes Magos, lo que
sería mucho más acorde con su contenido, a hacerlo con la parafernalia que se
ha hecho.
Hay que añadir al plan
otro aspecto, la explotación salarial
que conlleva para los jóvenes. Y otra
cuestión más, la situación de los jóvenes que el plan no considera jóvenes,
es decir los de treinta y más años que
se quedan fuera de la gran propuesta, porque a ellos nadie los contratará si
pueden contratar a uno de menso de treinta años por un salario de miseria.
Estos deben ser un
problema de Caritas u otras organizaciones similares y no del gobierno, al ser
ellas las encargadas de facilitarles el llevar algo que comer a sus casas. Son los grandes olvidados de una España con
un gobierno pensando en que necesita hacerse fotos que hagan olvidar a Bárcenas,
y unos sindicatos que en la calle a veces, muy a mi pesar, no se sabe si están
pensando en los trabajadores o si también necesitan el retrato.
Comparto en lo esencial las reflexiones que haces sobre el tema. A mio personalmente no me pareció ni oportuna, ni util, ni necesaria, sino todo lo contrario la presencia de los dos maximos dirigentes de los sindicatos de clase. Un error.
ResponderEliminarCompartidas las opiniones como el afecto. Un abrazo
ResponderEliminar