SEGUNDO INTENTO Y TAMPOCO

Bueno, ya paso. Se ha perdido un mes precioso, pero ya paso. El Congreso ha vuelto a tumbar a Feijoo en su investidura.

Don Alberto ha intervenido y le ha pedido a Pedro Sánchez, que renuncie para ir a una repetición electoral. Es una muestra más de que sigue en su mundo paralelo de triunfo electoral y con el argumento de que, si no gobierna el PP, el gobierno que pudiera formarse será ilegitimo.

Una vez rechazado Feijoo, podría plantearse el PP, solo por mantener la defensa de sus argumentos, una abstención para facilitar un gobierno del Psoe sin necesidad de buscar el apoyo de esos “demoniacos partidos” independentistas. Claro que no van a hacerlo, porque lo contrario era lógico y aceptable, pero esta posibilidad no ¿verdad? Quienes acusan a Sánchez de hacer lo imposible por aferrarse al gobierno, nos han demostrado como ellos han hecho lo posible y lo imposible por llegar a gobernar. Algún día nos enteraremos de lo que le prometieron a Junts si les votaban.

Pero de todo hay que sacar una lectura positiva. Al menos, el intento de investidura de Feijoo ha obligado a que todo el conservadurismo patrio haya tenido que retratarse. La iglesia, por boca del portavoz de la Conferencia Episcopal, César García Magán dice “No estamos ante una situación excepcional” mostrándose contrario a la amnistía. El Supremo dice esperar la ley de amnistía para activar una «reacción», y desde fuentes del alto tribunal se defiende que «no es posible» encajar la amnistía en la Constitución (supongo que esas fuentes habrán quedado inhabilitadas al pronunciarse antes de juzgar sobre algo). Tampoco iba a permanecer callado el secuestrado CGPJ cuyo presidente arremete contra una posible amnistía y sostiene que es "ajena al interés general", recusándose solito. También la presidenta de la asociación conservadora de fiscales ha pedido a la Unión Europea que intervenga contra una ley de amnistía que aún no existe, le han dado el silencio por respuesta. Entre los militares también existe oposición a una posible amnistía, olvidando que el Congreso aprobó en 1986 una norma que borraba la pena accesoria de expulsión del Ejército de los exmiembros de la Unión Militar Democrática sin que nadie cuestionara su constitucionalidad. Aunque nos decían que España era diferente, esta es la España de siempre, la de las fuerzas vivas.

El objetivo del PP no es otro, que lograr que sus apoyos sociales se mojen, y salgan todos a pronunciarse, en una estrategia por convencer a la mayoría de que toda España es una sola voz, y de paso dar la sensación de que existe un clamor popular a su favor, como con la “multitudinaria manifestación” a base de autobuses.

Ahora vemos como en la derecha hispana se muestran muy dignos, mientras se muerden las uñas de rabia en la trastienda. Reclaman a la izquierda mantener sus formas, pero incendian la plaza llamando “cobarde, cobarde” a Sánchez, o cuando Gamarra dice “hemos visto cómo el virus del 'sanchismo' sigue avanzando”, o cuando uno de sus vicesecretarios generales dice sobre Oscar Puente “son matones de patio de colegio. El nivel de chulería y agresividad de este PSOE es intolerable”.

Y Abascal también demuestra lo preocupado que está ayudando a serenar el patio con declaraciones como "El más corrompido, el más villano y el más infame", ha continuado, antes de asegurar que una eventual amnistía sería una "agresión" y "un ataque" a los ciudadanos españoles. Su visita de España no debe serlo.

Algo curioso. En estos días son muchos los que en las RRSS se muestran preocupados por lo que nos va a acostar a los españoles la traducción simultánea de las lenguas cooficiales en el Congreso. Esos mismos no se preguntan por cuanto nos ha costado esta pantomima de investidura de Feijoo, que sabían fallida antes de iniciarla, y en la que lo único que perseguían era la consolidación interna de su líder. Eso sí, también es a costa de nuestros bolsillos como los intérpretes del Congreso, pero mucho más caros estos tres días que un año de traductores.

Eso no parece importarles y tampoco habernos hecho perder un mes de gestión del Estado con un gobierno en funciones. Para los defensores del PP, entiendo que sea un tiempo bien empleado mientras mantenían la esperanza de encontrar unos tránsfugas, y ver a Feijoo coronado. ¿Pero y para los demás también?

Bueno, menos mal que el cántaro se ha roto y ya no vale ahora patalear.