No Alberto, no serás presidente del Gobierno con la composición que tiene ahora nuestro Parlamento.
No Alberto, tu investidura no ha sido un triunfo, sino un fracaso que estaba cantado.
No Alberto, tu no buscabas con esta investidura ser presidente, sino recomponer tu partido para que no te echaran, con los gastos a costa de todos los españoles, claro.
No Alberto, te has equivocado, porque cuanto más te has alejado de los demás partidos, más te has acercado al PP de los ayusos, más te venerarán los tuyos, pero más te has alejado de poder ser presidente de todos.
No Alberto, ya no te vemos como el gallego moderado, porque se te ha visto el plumero con lo chulo que te has puesto respondiendo a los demás partidos.
No Alberto, no eres un símbolo del centrismo, porque ya sabemos que cada día que pasa estás más a la derecha.
No Alberto, una buena campaña no se fabrica con mentiras, ni aliándose con la ultraderecha, sino con la verdad y el dialogo, por eso te ha dado contra el muro.
No Alberto, no has tenido al alcance la presidencia del gobierno, aunque lo digas, y si no la has logrado, no ha sido por no aceptar una amnistía, porque sabes muy bien que si la aceptas Vox te había retirado sus 33 votos y tampoco serías presidente sin ellos.
No Alberto, no has ganado las elecciones, aunque quieras vestir tu derrota de digna, pero ten cuidado porque al decirlo, estás despreciando al Parlamento y a la Constitución.
No Alberto, no tienes mayoría en votos, tú con Vox sois once millones, pero los demás suman doce millones y son votos tan legítimos como los tuyos.
No Alberto, la democracia parlamentaria tiene sus reglas, y no funciona a tu conveniencia.
No Alberto, lo que has hecho estos dos días no es solo ejercer de oposición, sino que has empezado ya a calificar de ilegitimo a cualquier gobierno que pudiera formarse que no sea el tuyo, y eso no es de demócrata.
No Alberto, tu no has inventado ahora lo de que hay que estar siempre contra cualquier amnistía, porque ya tu tutor, Fraga, votó contra la amnistía del 77 y contra la legalización del PC, porque en tu partido veis golpes de estado por todas partes, menos cuando esas maniobras os ayudan a llegar al poder, claro.
No Alberto, la transición española no ha sido tan bonita como nos la pintas.
No Alberto, los programas electorales son de los partidos, pero los programas de gobierno se negocian, cediendo todos, para que sean de gobierno, mírate, porque tú no llevabas en tus programas electorales las imposiciones de Vox, y ahora las asumes porque gracias a ceder, has conseguido gobiernos.
No Alberto, Sánchez no es el primero que negocia con independentistas, pregúntale a tu José Mari, que el hombre hasta hablaba catalán en la cama y se reunía a negociar con el movimiento vasco de liberación para gobernar.
No Alberto, negociar no es dejarse chantajear por el otro, es negociar, algo imprescindible en democracia, algo que tu acuerdo con Vox te impide hacer con los demás partidos.
No Alberto, buscar apoyo de otros partidos, no es vender España, es buscar los votos que necesitas para alcanzar mayorías que en solitario no tienes.
No Alberto, no se debe ceder para perpetuarse en el gobierno, pero si merece la pena hacerlo por el interés general de todo el país.
No Alberto, la amnistía no es como dice Santiago “una agresión de la que el pueblo español tiene el deber y el derecho de defenderse. Y lo hará. Después no vengan ustedes lloriqueando”, tu vicepresidente (que lo quiere ser), con esto lo que consigue es transmitir esa visión de matones que tienen de la política, y de la que te están contagiando.
No Alberto, no te olvides del refrán “de mis amigos me guarde Dios, que de mis enemigos me guardo yo”.
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