Mañana comienza la investidura de don Alberto. Su estreno en las cortes no es ni de lejos el que imaginaba no hace tanto, pero dice la canción que el que la busca la encuentra, y él la ha buscado y ahí la tiene. Feijoo duerme con esa amiga inoportuna que se llama soledad.
Esta solo, porque ayer, sin ir más lejos, algunos pensamos, está cambiando el discurso, nos habla de desigualdad, parece que empieza a enterarse de lo que pasa en la calle. Pero no. No hablaba de la desigualdad que existe en nuestra sociedad, ni de la entre pobres y ricos, ni la que continua existiendo entre hombres y mujeres. ¡Qué va! Se refería a la desigualdad entre españoles, entre nacionalistas e independentistas, entre unos mejor tratados por el gobierno actual que los otros. Todo para explicar que Sánchez trata mejor a los independentistas que a los españoles, españoles, los de pata negra. En realidad, su problema es que para él solo hay dos tipos de españoles, los unos y los otros, los que están con él, y los que cree ver contar el.
No se entiende como alguien que aspira a ser presidente de todos, a cuarenta y ocho horas de su intento de investidura sigue poniendo rayas sobre el mapa para separar territorios. Así, mientras siga en su bucle, mañana no se le puede augurar nada bueno. Lo escribí ayer, no le faltan cuatro diputados, le sobran treinta y tres que impiden que nadie se le acerque. Pero lo malo no será este intento de investidura, lo malo viene cuando la escena del balcón finalice, y el amante se sienta despreciado.
En cuatro días nos vuelve el PP de siempre. Toca de nuevo verles ejercer una oposición del martillo pilón, la que nunca está preocupada por si al ser ejercida perjudica a los ciudadanos, ni si con ese modo crispa a la sociedad, ni si la bola de nieve crece hasta aplastarnos a todos. Vuelve el que se hunda España que ya la levantaremos nosotros. Ya han decidido que la línea escogida es la de mano dura, la de leña al mono hasta que hable inglés.
En la manifestación de ayer se percibía: son ellos o nosotros. Y con ese mensaje, en las próximas semanas vamos a ver, como las autonomías gobernadas por el PP o por ellos con Vox, gastan más energías en su pelea contra el gobierno central que en trabajar para los ciudadanos de sus territorios. Tiene ya un ejemplo a seguir con Madrid. Ya hoy Cantabria rechazaba aplicar la Ley de Memoria Histórica en esa Comunidad y así humillar a las víctimas del franquismo obstaculizando la exhumación de los restos de sus familiares represaliados. Veremos comunidades donde se paralizará el ingreso mínimo vital, otras donde se retirará el apoyo de las instituciones a las víctimas de la violencia machista. Algunas aparcaron censurar libros y obras de teatro, para mostrar una cara amable para la investidura, pero lo retomaran en breve. Veremos cómo se desmontan progresivamente la sanidad y la educación públicas, y como la vivienda resultará inaccesible ante la especulación inmobiliaria que permitirán en esos territorios. Al final ya se encargaran sus medios de que todo sea responsabilidad del gobierno central, porque ellos solo pasaban por allí. Y puede que retomen el boicot a los productos catalanes como hicieron en 2005. Ya veremos hasta donde están dispuestos a llegar.
Feijoo fracasará en la investidura, porque su partido no solo ya se ha dejado caer en los brazos de Vox, sino que con la investidura perdida y sin el gobierno central, vamos a verlos contraer matrimonio y hasta practicar sexo para procrear. Eso es y lo saben, lo que les ha alejado de ser opción de gobierno, pero alguien ha decidido en Génova 13, que no Feijoo, que mejor mal acompañados que completamente solos. Y lo peor, que nada hace pensar que eso vaya a cambiar mientras sean oposición. Si se da un repaso a la hemeroteca de los medios europeos y buscamos crónicas o artículos de opinión sobre nuestro país, en ninguno de ellos encontraremos ni preocupación ni dudas por la amnistía, ni porque se repita el gobierno de coalición de la pasada legislatura. Sin embargo, si son muchos los medios europeos que han mostrado su temor a que llegara al gobierno la ultraderecha de la mano del PP. Algo tendrá el vino cuando lo bendicen.
Los que ven en la amnistía inconstitucionalidad, tal vez se olvidan de que estamos en estado de derecho y que el poder judicial, de serlo la rechazaría. Pero no hay que perder de vista que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, está estudiando si existió, o no, vulneración de derechos fundamentales en las sentencias contra los dirigentes del process. El Supremo y el Constitucional lo desestimaron, pero no sería la primera vez que este Tribunal europeo les tira de las orejas, como ocurrió con la doctrina Parot. En este asunto no se cuestiona la aplicación del derecho, sino cómo se aplicó, por quién, por qué causas y si existieron todas las garantías procesales.
Es entendible que muchos españoles no vean con buenos ojos un gobierno apoyado por Junts, pero es mucho más vomitivo un gobierno que llegase con el apoyo de unos tránsfugas, y hasta eso están intentando. Atentos.
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