No es suficiente con tener buenas intenciones. Solo con eso no se avanza, y menos en el arte de la política.
No nos sirven, los que señalan al que está a su lado como responsable,
para así eludir su responsabilidad. Tampoco los que se muestran
dispuestos a aliviarnos de la carga de tener que decidir, porque para
eso ya están ellos, creyéndose más capacitados que nosotros para
hacerlo. Necesitamos a los honestos, esos dispuestos a estar siempre
junto a los eternamente condenados a ser perdedores, a quienes siempre les toca el lado amargo de la vida.
Los dos primeros persiguen el poder. Los últimos transformar la sociedad. Una pena que estos cada día escaseen más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario