lunes, 1 de enero de 2018

Final de 2017.


Tenemos motivos para estar tristes. Ha sido un año con Rajoy en el gobierno, y con todas las leyes que la oposición decía que se eliminarían, en vigor cuando el año se acaba. Con este panorama, sentirse cansado y decepcionado creo que es lo normal.
¿Donde está la rebeldia de los jóvenes? El inconformismo de los pensionistas con pensiones de miseria. El rechazo a ver como la desigualdad no corre, cabalga. Tantas cosas más que no han cambiado en doce meses y si lo han hecho fue a peor.
Somos una sociedad dividida, con una izquierda fraccionada y una derecha sin oposición. Una izquierda que prefiere agonizar en lugar de sumar sus fuerzas. Una derecha corrompida que se sabe impune pese a ser condenada.
Porque lo que pocos dudan es, que en el gobierno sigue un partido de ladrones, de inútiles, de mentirosos, de patriotas de pacotilla.
Pero los españoles podemos estar tranquilos, convencida la mayoría de nosotros, por una cosa o por otra, que este es el gobierno que merecemos.

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