Nadie destaca que los Presupuestos Generales presentados por
el PP solo serán apoyados desde los grupos de derecha en el Parlamento español,
cuando hace unas semanas todos afirmaban que el PSOE los apoyaría. No parece
importar tanto, que esos presupuestos consoliden los recortes al estado de
bienestar, porque el foco mediático ahora está puesto en el anuncio de la
moción de censura promovida desde UP. No se pretendería, pero se ha conseguido
desviar la atención del votante de izquierdas sobre algo tan importante como
las cuentas del Estado, y focalizarle en la eterna disputa en la izquierda
española.
Una secuencia de
hechos. Llamada de Iglesias a Fernandez, donde le dice que va a presentar una
moción de censura. No le especifica ni contenidos, ni candidato, solo se
informa de la situación excepcional que vivimos, de las circunstancias
extraordinarias que acontecen, y de la voluntad de presentarla. Cinco minutos
después UP informa del asunto a los medios. No debió ser suficiente el error
cometido repartiendo ministerios unilateralmente, sino que ahora de nuevo se
actúa unilateralmente, y se presenta la moción. Iglesias sabía antes de llamar,
que no existe entre ambas formaciones confianza suficiente para alcanzar ese
acuerdo, pero hace la llamada.
Lo quiera o no, actuando así Iglesias, le da razones a
Fernandez para que pueda calificar su comportamiento como “poco serio”. Ambos
saben, que detrás de esa falta de confianza, no solo están las cúpulas de los
dos partidos, sino que en gran medida a ello han contribuido las redes
sociales, donde las descalificaciones, (aun siendo en algún caso justificables)
contra el PSOE y muchos de sus miembros, y declaraciones de dirigentes
socialistas afirmando que UP es el enemigo y no el PP, han ayudado poco a
acercar orillas para pactar nada. Se ha visto como una carga de profundidad de
UP, para con un PSOE inmerso en un proceso de elecciones interno. Lo mínimo que
podía esperar como respuesta UP, es que se califique su moción de oportunista.
Hoy puede leerse la carta de Fernandez respondiendo a
Iglesias. Independientemente de que se comparta o no la decisión de rechazo por
la Gestora, el texto de respuesta no parece el idóneo, porque huele a
mediocridad, parece hecho con mal tono, puede resultar irrespetuoso, e incluso
habrá quien piense que rezuma soberbia. Me pregunto, ¿Era necesario publicar la
carta de la respuesta? ¿Es esa la respuesta más adecuada al momento político?
Ya se sabe que para gustos los colores, pero no creo necesario usar un grado de
agresividad. Y tampoco hubiese estado mal que alguien la revisase antes de
enviarla. Contiene un último párrafo y una postdata con exceso de pimienta con
lo que se busca lucimiento y no acercamiento. Permite diferentes
interpretaciones, la afirmación “reunirse ambos dirigentes resulta inútil”, y
UP interpreta que se califica de inútil la moción de censura en sí.
Olvidando las misivas. Si la intención de Iglesias, como
afirma, es que Rajoy rinda cuentas en el congreso, para hacerlo no necesita del
apoyo de otros grupos parlamentarios. No parece la suya una manera de tender
puentes, ver sin matices a todo el PSOE
respondiéndole, en lugar de leer quien firma la contestación, que es una
Gestora, olvidándose al hacerlo así, que hay muchos militantes, simpatizantes y
votantes del PSOE que no están de acuerdo con las decisiones que desde su
constitución ha adoptado esa Gestora y que esperan con las primarias cambiar
esa situación.
Otro dato. Iglesias afirma que vista la respuesta, el PSOE
no cambia. ¿Se plantea alguien en el partido de Iglesias, que el acercamiento
del PSOE podría producirse con UP pero no con Iglesias? ¿Por qué si la Gestora
no es todo el PSOE, Iglesias tiene que ser todo Podemos? Las distancias no son
una cuestión de los militantes, sino de las cúpulas. En UP, muchos ya fabrican
coronas fúnebres para el entierro del PSOE, pero puede que se equivoquen,
quienes piensan que por no apoyar la moción de Iglesias el PSOE
obligatoriamente se dirige hacia el abismo, igual es que olvidan, que esa
moción tiene su talón de Aquiles en ser, hoy por hoy, una moción unilateral,
con las ventajas e inconvenientes que ello representa.
Sería absurdo no admitir, que el PSOE salió de las Generales
tocado, y que lo acontecido en el Comité Federal de octubre, le ha dejado más
tocado aún. Pero que en el momento en que trata de recomponerse, desde UP se le
lance un nuevo torpedo a la línea de flotación, solo da la razón a quienes ven
en el partido de Iglesias al enemigo y no al socio. Si se quería un
acercamiento, se habría esperado unas semanas para intentar el dialogo con la
nueva Ejecutiva, en lugar de hacerlo con una Gestora que, independientemente de
no compartir su impulso a la abstención, tampoco tiene absoluta libertad de
movimiento y eso es imprescindible en un interlocutor con el que se quieren
buscar puntos de encuentro.
Y por si aún no es suficiente, se ha rematado el intento de
acercamiento convocando una manifestación el día anterior a la votación para SG
del PSOE. Igual Iglesias espera que en el PSOE se le agradezca que la
convocatoria no se ha hecho en la calle
Ferraz. Visto el escenario, el PSOE debe girara a su izquierda, y UP haría bien
en avanzar en solidez y coherencia, si se plantean seriamente una alianza, que
además, solo parece imaginable con Sánchez en la SG socialista, y ambos buscar
una alianza a la portuguesa. No estaría de más que alguien en Podemos se
plantease, si no sería más importante que entre Psoe y UP sumen una mayoría que
permita una alternativa de izquierda en este país, frente a lo que parece ser
su objetivo, legitimo, de ganar en votos al PSOE y así conseguir su ansiado
sorpasso.
Mientras falta estrategia política en la izquierda, y le
sobra ruido mediático, Rajoy y su banda siguen con mayoría en las Instituciones
del Estado, deteriorándose con ello la calidad de nuestra democracia. En mi
opinión, UP y PSOE a la vez que aciertan se equivocan, en un movimiento
reciproco. Naturalmente que hay motivos
sobrados para presentar una moción de censura, pero si no se cuidan las formas,
la sensación es que UP solo persigue quedar bien ante unos ciudadanos cansados
de que les roben, de paso cepillarse al PSOE, pero no echar a Rajoy de verdad.
No dudo en calificar la postura del PSOE de falta de vista, pero tampoco en
señalar a la de UP como falta de miras.
Para el ciudadano de a pie unos tienen demasiada gente
aferrada a un cargo, y otros demasiados politólogos estrategas. Entre unos y
otros la casa sin barrer, y los ciudadanos cada día tenemos menos esperanzas de
ver un gobierno decente.