No me gusta que se me insulte señor Montoro, debería
respetarme como contribuyente que soy, porque nada le da derecho a tomarme el
pelo, por muy ministro de Hacienda que usted sea. Afirmar que el PP es lo
mismo que Cáritas, porque ambas son entidades sin fines de lucro, es
algo que a cualquier militante del PP con un poco de dignidad (y aun,
extrañamente, los hay), le debería ser suficiente para exigir su cese,
precisamente por dignidad de su formación política.
Siento que me insulta, porque solo puede es un insulto a
la inteligencia, pensar que nadie va a darse cuenta de que si un partido y
una ONG son la misma entidad, no nos está sobrando desde julio de 2007 la
Ley de Financiación de Partidos, Ley Orgánica 8/2007. Insulta y ofende, la
impunidad en la que los miembros de su partido parecen creer que flotan, porque
eso les lleva a tratarnos como imbéciles. Si deseaba comparar al PP
con alguna organización conocida, la más próxima a sus formas de actuación es
la mafia, donde también son católicos practicantes, ponen a la familia por
encima de todo lo demás, y se reparten los beneficios mediante sobres entre sus
miembros. Comparar al PP con Caritas, es simplemente repugnante.
Me ofende y me insulta, que se crean los amos del cortijo.
Siempre pensé que eso solo le ocurría a los alcaldes populares de pequeñas
localidades, pero no, también es un sentimiento emanado desde Génova 13. Y es
que cuando usted señor Montoro dice sentirse honrado de formar parte de un
gobierno que destina veinte millones a las ONG´s, parece afirmar que ese dinero
lo saca de los bolsillos de Rajoy y sus ministros. Usted sabe la verdad, y
que somos el conjunto de los españoles los que lo hacemos con nuestros
impuestos, y no los miembros del gobierno.
También es una ofensa y un insulto, que todo lo
relacionado con la Gürtel y su dilatada instrucción, solo sirva para
transmitirnos la sensación, de que la justicia se dedica a marear la perdiz
cuando se trata de imputados de alto standing. Hasta diría que la justicia
actúa como si temiese dejar claro a todos los ciudadanos, que si un
partido (sea el que sea) se financia ilegalmente, lo que procede, en
justicia, es encarcelar a toda su plana mayor. En su disculpa veo, que si lo
hacen, iba a faltarles cárcel.
Pero de vez en cuando la vida nos da alguna satisfacción,
y yo la he tenido estos días con el resultado de las elecciones andaluzas.
No porque el más votado haya sido mi partido, que también, sino porque para
algunos partidos sus resultados han supuesto una cura de humildad contra la
soberbia, sobre todo para el suyo.
Y no crea que solo me ofende usted señor Montoro, también
lo hacen los partidos de la oposición, incluido el mío, cuando dudan si poner o
no en el juzgado la incompatibilidad manifiesta de usted como cargo público
y socio en una consultora que contrataba con la administración. Me ofenden
porque de no hacerlo, habrá quien piense con justificación, que existe una
connivencia entre todos los miembros de los partidos, aunque sean de distinto signo
político. Y eso no es cierto.
Así que ahórrese su extravagancia de comparar al PP con
Caritas, su aún más extravagante interpretación de los resultados
electorales en Andalucía, o el colmo de su extravagancia rayando el
cinismo, de que el auto del juez Ruz no pone en evidencia que su partido se ha
financiado ilegalmente.
Porque no es usted quien debe dar explicaciones de todo esto
al conjunto de los ciudadanos. Cada uno de estos asuntos es motivo más que
suficiente para sacar a don Mariano de su militancia en la no autocritica, y en
la pasividad a prueba de terremotos. Aunque usted parece un alumno
aventajado en el aprendizaje de esas cualidades populares, he de reconocerle
que tan especialista como él, no hay ninguno.
Menos mal que los años, hacen que solo pueda tomarme a
broma algunas declaraciones y actitudes de este gobierno, sino lo hiciera,
acabaría padeciendo la rabia, cosa a la que rotundamente me niego.
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