miércoles, 30 de abril de 2014

Si Rajoy está contento con el dato del paro, el 1º de Mayo sal a la calle.




En el PP era lógico pensar, que un buen dato sobre el desempleo si no les daba los votos perdidos por su mal gobierno estos más de dos años, seguramente si les serviría para aumentar la abstención de la izquierda y con ello ganar las elecciones europeas. Pero la economía real (la de nuestras casas) parece empeñada en contradecir sus anuncios electoralistas, y la EPA que se conocía el martes, viene a desmentir la recuperación del empleo proclamada en los últimos meses por el Gobierno. Aunque a ellos les da igual, porque pese a esos datos, Mariano Rajoy ha dejado en mantillas el optimismo que reprochaba a Zapatero, y nos afirma estar "muy contento con el dato de paro”, “que las cosas van bien", y que “confía en que van a ir mejor".

 
Nadie puede alegrase de los errores del gobierno, porque el desempleo es un problema de todos y no solo del PP, pero tampoco puede pretender el gobierno que nos traguemos sin masticar las lecturas positivas que desde Moncloa hacen de esta EPA, Un solo dato debería bastar para contradecir su alegría: desde que gobierna Rajoy, en España trabajan un millón doscientas mil personas menos. Puede afirmarse sin temor a errar, que estamos llegando al “peor imposible”. Es cierto que ya no se destruye tanto empleo (entre otras cosas porque casi no queda empleo destruible), pero lo que no consigue el PP es cumplir su compromiso de que iba a crearlo.
 


Esta EPA nos sirve para constatar tres abandonos simultáneos: un gobierno que abandona a los parados a su suerte, unos desempleados que abandonan la esperanza de conseguir un empleo, y los que quieren trabajar y no pueden hacerlo que abandonan el país. Con la reforma laboral de Rajoy, y por mucho que sus medios afines cacareen las múltiples bondades que ven en ella, esta no ha producido ni de lejos el gran milagro que en Génova esperaban y todos los datos así lo confirman.
 

Por eso de nuevo recurren al discurso de la herencia recibida para tapar sus vergüenzas, y tras unos meses sin citarla, vuelven a echar mano de ella al  acercarse las elecciones porque algo tienen que decir. Ya no pueden negar (las cifras son tozudas) lo que reflejan los datos del primer trimestre del año, porque si bien el paro bajó en dos mil trescientas personas, no es menos cierto que el empleo retrocedió en ciento ochenta y cuatro mil seiscientas. No llegan a diecisiete millones los españoles con trabajo y eso supone que la tasa de paro ha subido hasta el casi el 26%, mientras que la de actividad ha bajado del 60%, 
 
Si eso no les preocupa, también son cuestionables las cifras de quienes han encontrado trabajo y sobre todo del tipo de trabajo que han encontrado. Un amigo me decía que su sobrina ha sido contratada por cuatro horas semanales con un contrato a tiempo parcial, y ya no figura en las listas del paro. Si el empleo creado y el existente se contaran por jornadas completas, veríamos la falsa realidad que este gobierno nos ha vendido como un logro de su reforma laboral.
 

Si malos son los números desde la óptica económica, mucho más grave es su repercusión social: perdemos gente en edad de trabajar; hay más de tres millones seiscientos mil españoles que llevan parados más de un año; casi dos millones de hogares con todos sus miembros en edad de trabajar en paro; el paro juvenil supera el 55,5%. Decir que la situación ha mejorado es decir que el enfermo sigue en la UVI, pero que ayer tenía cuarenta de fiebre y hoy solo tiene treinta y nueve coma nueve grados.
 

En un ejercicio de cinismo, no solo dan por buenos los datos de la EPA, sino que gobierno y PP también se felicitan por la mejora en los datos macroeconómicos, aunque ni ellos se los creen. Lo hacen sin admitir, que esos datos los obtenemos gracias a aplicar unas políticas impuestas por la troika que han servido solo para aplastar a los ciudadanos, y que tampoco en lo macro hay razones para felicitarse como hace Montoro que demuestra vivir en su nube particular. Un ejemplo de que nos mienten, son los test de estrés a la banca realizados por Bruselas, que contemplan que España seguirá en recesión hasta 2016, que el paro continuará subiendo hasta superar el 27%, y que los precios de la vivienda seguirán cayendo hasta 2016 casi un nueve por ciento más a sumar a lo que ya han caído.
 


Su optimismo no puede ser real, de serlo no es entendible qué se nos haya estado ocultando el coste real del rescate bancario. Ocultar datos no genera confianza (la pócima mágica de un gobierno del PP para nuestra economía), y se nos ha ocultado que Bruselas apunta a cifras entre sesenta mil y ciento sesenta mil millones el importe del rescate bancario, al incluir cuarenta mil millones de euros en ese computo en avales a créditos fiscales para reforzar el capital de la banca. Debe ser que tampoco le interesa al PP que esto se sepa en época electoral, pero después de todo lo expuesto, es difícil que alguien crea ya en los anunciados brotes verdes.
 

Mientras pintan un país idílico, el gobierno ha tenido que enviar a Bruselas sus planes reales de recuperación, donde curiosamente está previsto que apenas se reduzca la tasa de desempleo por debajo del 25%. Si contradicen sus propias previsiones, habrá que inferir que la realidad no importa en Moncloa, y que solo importan los votos, lo que suponen garantizado con culpar al PSOE, sin necesidad de presentar logros reales. 
 

Si alguien es capaz de encontrar en nuestro país, un solo  derecho, laboral o social, que haya mejorado con el gobierno del PP, debería escribir un manual para resolver el dilema de ¿Dónde está Wally? porque seguro que estaría capacitado para darnos lecciones en como buscar lo invisible. El PP se muestra como el campeón del cinismo, y mientras culpa de todo a los demás, no le duelen prendas a la hora de atribuirse como propio cualquier atisbo de mejora.
 
Pero como la verdad no tiene remedio, a su ejercicio de "humildad"  le ha respondido la EPA que dibuja un balance de como estábamos y como estamos. Para pesar de todos los españoles, el resultado es que en materia de empleo estamos mucho peor, y lo único que puede explicar que Rajoy vea en la encuesta “datos esperanzadores” es porque estamos en elecciones.
 
Esta actitud del gobierno es una invitación para manifestarse el 1º de Mayo contra la reforma laboral que nos ha traído hasta aquí.
 

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