lunes, 31 de marzo de 2014

La amenaza de la abstención

Tras leer los resultados de las elecciones municipales francesas, resulta innegable que han supuesto un duro revés para el Partido Socialista de ese país. Pese a mantener las alcaldías en ciudades como París o Lille, o haber conseguido la de Aviñón, estos resultados no solo son una seria advertencia para Hollande, sino, y sobre todo, son una llamada de atención al conjunto de la clase política europea, dado el alto abstencionismo registrado. Señalo esto, por lo que nos afecta a los socialistas españoles, por aquello de que cuando las barbas de tu vecino veas pelar…
Hace mucho tiempo que he optado por un posicionamiento crítico y a la vez constructivo, respecto a las decisiones que empezaban a tomarse desde la dirección federal de mi partido. Como yo, muchos y muchas socialistas, por lo que no puedo creer que en el último Comité federal del PSOE no se alzaran algunas voces críticas para con los criterios utilizados en la conformación de la candidatura a las elecciones europeas. No niego méritos personales a quienes la integran, pero no creo que sean la imagen que hoy necesitamos en un partido que se dice comprometido con un acercamiento a los ciudadanos. Espero equivocarme, y esta candidatura evite el desinterés por la política que se ha reflejado en las elecciones de nuestros vecinos franceses.
Puede que sea debido a querra Socialista. Mata acusó públicamente a la dirección de Ferraz de actuar de forma «sectaria» al excluir a la corriente Izquierda Socialista y a Andrés Perelló de la lista y contrapuso ese talante con la «integración» que practicaba, explicó, la dirección del PSPV. La ejecutiva de Puig está muy satisfecha con la labor de los tres eurodiputados (Perelló, Josefa Andrés y Vicente Garcés) y de su permanente disposición a llevar a Bruselas las denuncias y reivindicaciones del partido en su tarea de oposición. f. a. valencia muchos de los que conforman esa candidatura ya  han ocupado cargos públicos, pero la mayoría de ellos tienen un discurso que no llega al corazón de los ciudadanos, y hasta puede desencantar a quienes siempre han creído y creen en el socialismo. Es el momento de políticos que hablen el lenguaje del pueblo, y no el momento del lenguaje de los cargos.
A esa sensación personal, se añade un hecho objetivo como es que las bases no hemos participado en la conformación de la candidatura, porque todo se sigue haciendo desde las alturas. Las luchas de años por el socialismo y por lograr cambios en la sociedad franquista parecen tan solo parte del recuerdo colectivo de las bases socialistas, no de su dirección. Quien haya realizado la composición de la candidatura, desconoce lo que pasa en las bases de la organización, o si lo conoce lo olvida, y eso es una falta de respeto a la ideología socialista.
 
Martin Schulz, candidato europeo socialista, se preguntaba en un mitin en Madrid, si son los electores los que nos abandonan o somos nosotros los socialistas quienes les hemos abandonado. Luego añadía que los socialistas tenemos que sufrir con ellos para que crean en nosotros. Este mensaje político pensando en el ciudadano, contrasta con el mensaje de la candidata española que nos pide a los militantes de base que echemos una mano, que "esto hay que ganarlo porque ahí está el PP”. A mí no me preocupa el adversario PP, como a Schulz me preocupa que los electores piensen que les estamos abandonando.
 
Me preocupa lo que acontece en mi partido, y no hacer pública esta opinión, no me hace mejor socialista, sino cómplice de todo lo que por estas decisiones nos pase. No puedo permanecer callado, si como ha sucedido en las marchas por la dignidad, mi partido no está en la calle con la gente. Reitero, por enésima vez, que se necesita regeneración de la política, pero me afecta la que se necesita en el PSOE, una renovación de caras sin desaprovechar la experiencia; con mujeres y hombres que se rodeen de un equipo en el que estén representados todos los sectores de la sociedad. Es el momento de cambiar la actual situación, no de hacer cambios que quedan solo en palabras.
 
Cuando pasen las elecciones, si el resultado es bueno todos se colgaran medallas, y si no lo es, haremos sesudos análisis de como naufragamos como marca y nos lameremos las heridas. Mientras a los militantes de base nos tocará lamentarnos de a dónde nos están llevando nuestros dirigentes, o dicho de otra manera, lo que hoy expresaban los franceses ante los resultados que han obtenido, el desinterés ciudadano por la política, y un revés para el socialismo.

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