jueves, 31 de octubre de 2013

El momento del cambio en los partidos


Hoy los informativos iban cargados de decisiones judiciales sobre la Gurtel, Bárcenas, los ERE, etc. como lo más destacable del día Sea esta reflexión sobre el sistema de partidos, sus talones de Aquiles, y la necesidad de que los partidos cambien.

De lo que se va conociendo de todos estos casos, no es difícil inferir que el control de la financiación de los partidos, la fiscalización periódica de sus contabilidades, o la reducción de los cargos de confianza al mínimo, estarían entre las medidas imprescindibles para evitar que en el futuro se reproduzcan situaciones similares a las que hoy vivimos con nuestro sistema de partidos. Pero sería de ciegos no ver que el principal problema es la propia estructura organizativa de los partidos.
Los militantes de base no aparecen en estos episodios judiciales, sino que son las personas vinculadas a sus cúpulas las que lo hacen como testigos o como imputados. La gran mayoría de los motivos que acaban con los partidos en los juzgados ocurren por el hecho de que las direcciones priman sobremanera, respecto al papel de la militancia, que no permitiría los desmanes y delitos, prescritos o no, que se están conociendo.
Algo tan sencillo e intrínseco al sistema democrático, como es que cada militante tenga un voto en las decisiones de su partido, resulta una reivindicación que las direcciones se encargan de acallar por el propio sistema de voto que estas implantan dentro de sus organizaciones. Parece que ha llegado el momento de que esto cambie, si se quiere que el sistema de partidos perviva.
Para ello, deben ser los militantes y no los órganos del partido quienes decidan quienes componen las listas electorales, quienes deben ser los dirigentes del partido, o quienes acuden a las conferencias y actos en nombre de la organización. Dejar esto en manos exclusivamente de las direcciones, convierte a estas en un grupo cerrado e impermeable a cualquier intento de autocritica. Son los militantes quienes deben asumir responsabilidades en los órganos del partido.
Pero lo anterior es imposible sin la existencia de un procedimiento de primarias, de un sistema de listas abiertas y de la elección directa en los cargos orgánicos por los militantes. Las direcciones siguen sin asumir que para los ciudadanos que no militan, esta es la mejor garantía de transparencia y participación en estas organizaciones, y a la vez la mejor manera de involucrar más a los afiliados y de posibilitar el debate interno.
Otro aspecto que parece como fundamental es la limitación de los mandatos y la incompatibilidad para ejercer más de un cargo de representación u orgánico, así como incompatibilidad para figurar en más de una lista electoral, acceso por meritos, expulsión por transfuguismo o implicación en procesos judiciales,
Ser cargo de un partido, no puede ser una forma de ganarse la vida. Los cargos de un partido, primero han de ser militantes y por lo tanto deben tener la ideología del partido al que van a representar, pero también la preparación adecuada para ejercer el cargo al que optan en nombre de su partido. Ahora que comprobamos con tristeza que los programas electorales son solo papel mojado para muchos partidos, es el momento de reafirmarnos en las ideas que representamos como el único referente valido para que el ciudadano nos de su apoyo electoral, y el momento de hacer de la fiscalización de esos programas electorales por la militancia un instrumento de garantía para los votantes, y complementar esa fiscalización haciendo que los cargos públicos den cuenta periódica de sus gestión, tanto en gobierno como en la oposición, ante la militancia.
Las nuevas tecnologías pueden facilitar un modelo de partido que permita y fomente la participación real de los militantes, su formación política e ideológica, la comunicación de los militantes con los cargos del partido, un mejor aprovechamiento de los recursos humanos, y poder incorporar a nuestras listas electorales a las personas mejor preparadas para el ejercicio a desempeñar.
Las sedes del partido deben dejar de ser solo oficinas, para convertirse en lugares de cultura y encuentro. En el siglo XXI, los partidos no pueden ser la casa cerrada donde se deja entrar a los ciudadanos solo cuando llegan las elecciones, y eso es imposible si solo se mueven mediante actos cerrados a la militancia, y no se incorporan a los movimientos ciudadanos.
Crecer en militancia debe ser un objetivo inexcusable, puesto que una gran afiliación es garantía de no manipulación, y de estar cercanos a la sociedad y a sus inquietudes. El papel de los jóvenes y mujeres es fundamental en la sociedad, y su presencia en la afiliación se debe propiciar con una discriminación positiva para que el partido sea fiel reflejo de la sociedad a la que intenta representar.
La próxima semana comienza la Conferencia Política del PSOE, y parece un buen momento para que estos planteamientos se debatan sin ningún miedo al cambio. De no hacerse, el miedo que puede aparecer es a la desaparición de un partido con más de un siglo de historia, y que ha sido capaz de llevar a nuestro país la las mayores cotas de derechos y libertades de su historia.

miércoles, 30 de octubre de 2013

El copago es un fracaso y el gasto farmacéutico ha aumentado.



Como trabajador del Sistema Nacional de Salud, no puedo por menos que mostrar mi indignación personal por las declaraciones de José Ignacio Echániz, Secretario Nacional de Sanidad y Asuntos Sociales del PP, que ha  calificado el copago de medicamentos implantado por Ana Mato, como una “medida feliz”. Por si no se ha dado cuenta este genio de la gestión sanitaria, esta afirmación es un insulto a todos los ciudadanos, especialmente a los pacientes y a quienes trabajamos en el sector.
 
Esta es una más de sus frivolidades (los médicos duermen en las guardias, el copago es un café, etc), puesto que o se atreve a hablar de cifras que desconoce (malo para un responsable político), o sencillamente trata de engañarnos. Y sobre todo demuestra un cinismo desbordado porque hablar de justicia social,  afirmando que las políticas sanitarias del PP la garantizan, requiere una alta dosis de cinismo.
Pero estas declaraciones no son casuales en este momento, puesto que hace unos días hemos sabido que el gasto farmacéutico del Estado se disparó hasta septiembre casi un 10%, pese al copago impuesto. Esto pone en cuestión el argumento de la ministra Ana Mato, el ahorro en el sistema, para hacer que los enfermos paguen parte de sus medicamentos:
Pero como los números son tozudos, este señor manipula las cifras para así engañar a los ciudadanos. El gasto farmacéutico ya llevaba tres años bajando, pero en el año 2012 se alcanzo la cifra de  seiscientos setenta y ocho millones de euros, mientras que a septiembre de 2013, ya hemos llegado a los setecientos cuarenta y cuatro millones y medio de euros, y falta por computar el último trimestre. Lo que ha hecho Echaniz y tomar los datos del 2011 para compara con 2013 y entonces si hay una disminución.
El motivo, de esta artimaña es que si los comparamos con 2012 las cifras no salen, mientras que si se comparan con los datos de septiembre de hace dos años, si que baja el gasto farmacéutico. La realidad con los números actualizados, es que con el copago,  el gasto  farmacéutico no solo no se ha reducido, sino que ha aumentado un 9,75%. También a la vez ha aumentado el número de recetas facturadas.
Además hay otro dato que Echaniz omite deliberadamente para evitar que quede patente la realidad de que en lugar de disminuir coste, está aumentando, y es que en estas cifras no se incluye el gasto farmacéutico hospitalario, que también se les ha disparado.
Dicho todo lo anterior, la respuesta que merece la afirmación del secretario nacional de Sanidad y Asuntos Sociales del PP, es que para los únicos que las medidas de su gestión sanitaria han sido “felices”, es para las farmacéuticas y las clínicas privadas donde se derivan los pacientes del sistema público.
Pacientes y sanitarios no podemos estar felices con la realidad. Así que las afirmaciones de este señor, en lugar de lanzarlas a los medios de comunicación, podría guardárselas donde los pepinos amargan.

lunes, 28 de octubre de 2013

Mis víctimas, siempre llevan razón.


El PP vive en muchas dicotomías. A la de sueldos en A y sueldos en B, ahora hay que añadir las “víctimas” y “todas las víctimas”, que al parecer no son lo mismo.



Desde su llegada al gobierno, el PP siempre se ha llenado la boca con su “no comentamos las resoluciones judiciales”, tratando de dar una imagen de respeto entre los poderes ejecutivo y judicial. Ahora, de la noche a la mañana, se lanzan a la calle contra una sentencia cuyo pecado es poner el respeto a los Derechos Humanos por encima de las componendas políticas de cada momento. Por la actitud adoptada, parece que no lo consideran un Tribunal de Justicia, sino una sucursal del socialismo europeo, aunque más bien parece deberse a que para el PP, el respeto a estos derechos no está en su ADN, y como fieles herederos del franquismo más rancio, el respeto a los derechos humanos no forma parte de su doctrina política.
 
Se podría decir que donde las dan las toman, pero lo que es innegable es que cualquiera que vea su comportamiento de ahora y el que tuvo cuando era oposición, solo puede concluir que son capaces de apropiarse del dolor de las victimas por un puñado de votos. Ni con anti eméticos se solventa el poder vomitivo de su comportamiento.
 
A la cabeza de esa maniobra indecente y nauseabunda de manipulación de la opinión pública, no pueden colocar a nadie mejor que a la señora Cospedal, su experta en cañerías y desagües. No le han dolido prendas para comenzar otorgando la razón, sin ningún argumento o razonamiento, a las víctimas, con su "las víctimas siempre tienen razón”, cuando como en todo en la vida, unas veces tenemos razón y otras no, y las victimas, antes que victimas son seres humanos con legitimo derecho a equivocarse.
 
Como dato curioso, en esta manifestación no importa la mayoría silenciosa que se quedo en su casa y no acudió  a la misma, sino que además, quienes increparon a los dirigentes del PP, para Cospedal “no eran la mayoría", "demuestran mucha ignorancia” y “comenten una profunda injusticia". Y es que para esta señora, poseedora de la verdad absoluta y de memoria frágil (ha olvidado los abucheos y gritos de Zapatero asesino y traidor), las víctimas sólo pueden abuchear al Gobierno cuando en éste está el PSOE. Si no es en esa situación, o no son víctimas o están equivocadas.
 
Pero además esta señora cae en una contradicción patente, puesto que si concluye que las victimas siempre tienen razón, entonces no se entiende porque para el PP, las victimas del 11 M, que no comulgan con ellos, no la tienen también siempre. Y qué decir si nos referimos a las ciento veinte mil víctimas del régimen franquista (del que el PP se ha nutrido de su doctrina y hasta de su fundador Fraga), que continúan enterradas en las cunetas.
 
La triste realidad, es que el PP también en esto nos miente. Aunque se llene la boca con “todas las víctimas”, para ellos solo son tales aquellas que ha considerado "sus víctimas" y mientras ha menospreciado y vilipendiado, al resto. Con esa afirmación en realidad quieren decir que "las víctimas que nos dan votos, siempre tienen razón y las que no nos dan votos, no la tienen nunca”, aunque sean víctimas de las mayores atrocidades. Debe haber cometido un pequeño lapsus lingue, eso sí, intencionado.
 
Puestos a hablar de victimas, y ya que se muestran tan preocupados por ellas, más les  valdría tener en cuenta a las innumerables victimas que están produciendo con su acción de gobierno: desahuciados, parados, desprotegidos sociales etc. Como muestra de la hipocresía de su discurso, en las manifestaciones de estas “sus víctimas directas”, no se les ha visto. Y mucho peor para ser nuestros gobernantes: por parte de los ciudadanos de a pie, no se les espera.

sábado, 12 de octubre de 2013

Al menos, que lo devuelvan


Cuánta razón (sin que sirva de precedente) tenía Rajoy al decir que "algunas cosillas" de los papeles de Bárcenas eran ciertas. Un ejemplo de esas verdades es la existencia de una comisión de 200.000 euros por una contrata entregada por una empresa para la campaña electoral de 2007 en Castilla La Mancha.

Cospedal dice que ese dinero es una aportación del PP a la campaña electoral de Castilla la Mancha, y lógicamente la pregunta es ¿Cómo no aparece ese apunte en la contabilidad oficial del PP? Ahora deberán explicárselo al juez que acaba de imputa a los responsables populares de esa operación y al presidente de la empresa donante. Por mucho perfume caro que se ponga la dirigente del PP castellano manchego, es difícil no apreciar que algo huele a podrido.

Pero está claro que pase lo que pase, el PP y su secretaria general, seguirán negando las evidencias, y sobre todo esperarán a que pase el tiempo, y así lograr que prescriban los posibles delitos. Y mientras, de forma increíble, el juez no acelera los trámites, y la calle se calla. Aunque hay que reconocer que eso cada vez sorprende menos en un país que parece haber olvidado que cada pueblo acaba teniendo solo lo que se merece.

La técnica del PP es doble. No solo haciendo desaparecer las noticias de su corrupción de los medios de comunicación, sino también con su tradicional ventilador con los ERE, que aunque es innegable que ese es también un escándalo injustificable en una democracia, eso no hace que el caso Bárcenas, o ahora este nuevo caso Cospedal, pasen a ser cosas menores. Puede que hasta prescriban, pero no por ello dejaran de ser delitos.

Hace unos días aparecía la noticia de unos ingresos escandalosos y de difícil justificación sin que hubiese alguna mano influyente para que pudiera acceder a ellos, respecto al marido de Cospedal. Por eso mucha gente se pregunta qué es lo que hace falta para que ella o su marido aparezcan como imputados, por eso o por ocultación o destrucción de pruebas, o por mentir, o cualquier otra de las muchas irregularidades que rodean su gestión en el PP o los negocios maritales. Si eso le fuese achacable a cualquier españolito, hace tiempo que andaría con sus huesos en la cárcel.

Lo peor para la democracia es que la mayoría de ciudadanos empezamos a estar convencidos de que se irán de rositas la mayoría de corruptos de este país. Ahora que tanta gente lo está pasando muy mal, es un insulto ver como sonríe gente sin decoro, y cuyo único dios es el dinero, por muchas misas y comuniones que realicen. Son los discípulos aventajados de aquella doctrina fraguista resumida en “la calle es mía”, y que están convencidos de que las instituciones en las que los hemos colocado son sus cortijos particulares.

No sé el final de esta película, si acabaran imputados, en la cárcel, o fugados a países sin convenio de extradición. Pero lo que más hiere es ver que se lo lleven mientras tres millones de hogares españoles están bajo el umbral de la pobreza. Que paguen los culpables, sean del partido que sean y no se busquen justificaciones a lo propio con los problemas de los demás.

Si no se hace esto, nuestra democracia estará herida de muerte. Al menos sería importante conseguir una cosa: QUE LO DEVUELVAN.

domingo, 6 de octubre de 2013

Caer en la intención de voto parece no importar en la cúpula


Después de un tiempo dedicado a la lectura del documento Ponencia Marco de la Conferencia Política, y a la elaboración de enmiendas a ese documento, ayer sábado pretendía retomar la tarea de entradas al blog, pero dos razones han hecho que retrase hasta hoy hacerlo.

Por la mañana se celebró el Comité Regional del PSOE de CLM, en el que se designaron los asistentes a la Conferencia en nombre de esta federación. No hubo sorpresas y los designados fueron al cien por cien los esperados. No importaba si habían elaborado mayor o menor número de enmiendas o de aportaciones al documento. El mérito exigido es el del cargo que ocupan y su posicionamiento no reivindicativo dentro de la organización, no su implicación en la elaboración de propuestas. Después de haber trabajado la ponencia marco resulta frustrante no poder defender las aportaciones que uno hace, pero conociendo las tripas de esta organización, puede molestar pero no sorprender.

Por la noche conocimos la encuesta de El País, en la que nos decían que el PP había recuperado cuatro puntos y el PSOE perdía uno en la intención de voto de los ciudadanos. Esto si puede calificarse de sorprendente si se sopesan los recortes, las mentiras, la corrupción, la forma dictatorial de gobernar, o el resurgir de la extrema derecha bajo la actitud tolerante del PP. Pero no puede sorprender si los ciudadanos tienen la sensación de que, tanto si gobierna PP como si lo hace PSOE, la situación para ellos sería la misma.

Podemos realizar las propuestas más acertadas en nuestros programas para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, pero si no somos capaces de quitarnos del lastre de haber actuado desde el gobierno con políticas neoliberales más propias de la derecha que de un partido que se llama socialista, difícilmente esa ciudadanía a la que pretendemos servir, puede sentirnos próximos. Y lograrlo cada día se vuelve más difícil si quienes trasladan esas propuestas innovadoras son las mismas caras que aplicaron las políticas conservadoras, no hace tanto tiempo. 

Empiezo a tener dudas sobre si en la dirección socialista se quieren ganar las próximas elecciones. No lo parece, porque si no es así, no tiene sentido el enrocamiento en el que se ha situado la dirección de mi partido. El tiempo será quien quite o de razones.

El poeta Antonio Machado escribió “Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar” y parece que algunos están empeñados en aplicarle ese verso a los demás, pero lo de aplicárselo a sí mismo, ni se les pasa por la cabeza. Mejor harían escuchando a la calle, que repite incesante que o cambiamos o el riego de desaparición aumenta cada día que pasa.

Puede que con su actitud hagan que una Conferencia Política (que supone una oportunidad de regeneración democrática en el más amplio significado), junto al desgaste de un mal gobierno (que gobierna contra el pueblo no para el pueblo), acaben siendo una oportunidad perdida para el socialismo español, que no nos podemos permitir.

CAMBIO DE FASE

Se acabo la fase uno con Feijoo. Entramos en la siguiente fase, esperemos que, con Sánchez, porque el monarca es competente para darnos sorp...